Mensajeros
del
odio
El
castigo
logra
equilibrio
y
armonía
Cucarachas
y
castillos
Quien
me dice
negro, me
pone
corona
Cenizas
radiales
Bomberos,
políticamente
incorrectos
Marchas
y
contramarchas
La
rebelión
de los
sindicatos
La
impaciencia
del
bolsillo
La
patria
mala
El
color
del
cristal
Lluvias
de
memoria
De bancos
y soles
No hay
discusión
entre
brutalidad
y
desamparo
Bush,
¡deposita!
El
club
de
los
catchers
El
periodismo
dividido
Comer lo
que nos da
la gana,
que manía
Cabalgando
sobre el
caos
El
candidato
descerebrado
Políticos,
mentiras y
RCTV
Los
gusanos de
la
democracia
El
venezolano
feo
Los
dos
desiertos
De
extradiciones
e
intervenciones
¿Y los
políticos?
Bien,
gracias
El
control
del
superbloque
Lecciones
y
argumentos
de una
crisis
latina
Terrorismo
mediático
o la cría
del
avestruz
Presidentes
tenían que
ser
El CEN del
PSUV
Los
ponchados
del
proceso
Saqueos
con
permiso
Servicios
Violentos,
Empresa
de
Producción
Social
Con el
dogal al
cuello
Unete
a la
Red de
Inteligencia
Alimentaria
Voten por
Laura
Cuentos de
la
frontera
La batalla
por la
primera
página
La
insoportable
navidad
roja
País
sin
dibujo
El
sicario
de los
sueldos
El billar
del
secuestro
Noviembre,
mes
horrible
La guerra
universitaria
Un mundo
pintado de
feliz
La
calle
caliente
Decida
usted
la
ópera
El
torneo
laudatorio
Reelijamos
a un
dios
Historias
de
continuismo
Sin
rosas
en el
PSUV
La
muerte
del
voto
popular
Yo no
me
calo
eso de
la
monarquía
Socialismo
real,
es lo
que
diga
el
jefe
El
único
artículo
que
importa
Los
felicitadores
del
siglo
XXI
Nosotros,
el
problema
El
automedalleo,
remedio
infalible
Cuando
el
capitalismo
nos
carcome
La
erupción
La
confesión
continuista
Periodistas:
1 -
Guerra
civil:
0
Cuando
la
educación
baja
la
cabeza
Nuestros
dos
destinos
La
lista
de
Bernal
Cuentos
de
ceguera
Las
ventajas
prácticas
de la
intolerancia
Las
Fuerzas
Armadas
de
Acción
Democrática
Lecciones
de una
chilena
de
izquierdas
Los malos
recuerdos
de abril
Mi
estimada
forense
Se
vende
sofá
rojo
Acaparadoras,
uníos
Revolución
a
dentelladas
La
especulación
venezolana
o la
ley
del
embudo
Solidaridad,
moneda
escasa
La
política
del
pastoreo
Enero:
la
ruta
del
hambre
Manual
de uso
y
descarte
de diputados
rojos
La
doma
del
igualitarismo
El culto perverso
El
caballo
desobediente
Fantasmas
políticos
El
voto y la supervivencia
Las galletas de la discordia
Nuestra inmensa sopa de violencia
¿Partido único?...muy difícil
Nerviosismo electoral
Viviendo
con la mafia
No hay ofensa cuando me dicen negra
La debilidad zuliana
Mítines, canciones y besos
La presidentomanía venezolana
La purga
Escenas de Julio
Persecución y resistencia
Diciembre no importa
Primarias a juro
A diez disparos por muerto
La dictadura entronizada
Hagan sus apuestas
Rectores bajo fuego graneado
El altar de los sacrificios
Lluvias políticas...y de las otras
Legitimación o plebiscito
El crimen y su
justificación política
Un olor a muerto
Ridículo y recuperación
Muerte geométrica
¡Ahí viene la cuchilla!
Los métodos del terror
Un silencio
carísimo
¡Qué caballo, ni que niño muerto!
Liberémonos de
nuestros libertadores
La reelección continua como estafa intelectual
Los niños de cartón piedra
Esa guerra
inventada
Las siete vacas flacas
La novela negra de Anderson
Cuando invaden los bomberos
Felices fiestas, a nuestras costas
Divinización vs. Igualitarismo Una disyuntiva venezolana
La gracia del voto nulo
Cuando el destino nos
alcanza
La izquierda que encadena
¡Tienen un analfabético
en el Hilton!
La telenovela morocha
La vecindad mediática
Convencer o someter
Nuestra difícil ciudadanía
Los muertos vivos del
CNE
Maldades electorales
Sin
casa ni ilusión
Escenarios de cartón
Los zamuros de la anarquía
Nuestra pobreza
tiene mucho futuro
Contradicciones
orientales
Lecciones de Vietnam
La Desconfianza Entra por Casa
El Desequilibrio Como Destino
El Enemigo de mi
Enemigo
Fuegos de artificio
¡Cuidado! Infiernos en Proceso de Metástasis
Nuestra Opera de Tres Centavos
El Periodista Feo
La Pesadilla de un Primero de Mayo
Razón
de Estado vs. Razón de Peatón
La atracción de la bofetada
La Herramienta del Miedo
El malvado método de Hondt
La izquierda embobada
Chamberlain Mc Coy
La ONI-DEX del rebusque
Déjà vu
La democracia que se repite
Sin excusas
A propósito del patriotismo
Los Best
Sellers del 2005
Caracas, capital del doble
standard
Alcancemos las victorias del 2005
El doble discurso venezolano
Mordazas Venezolanas C.A.
La Navidad a la que no llegó el Niño Jesús
Muerte y Feliz
Navidad
Cohn, Vichinsky y Anderson,
la justicia de la legalidad
Se busca un verdadero político
Rostros de
derrota
Ciudad de
operativos, país sin ley
¿Quién quiere
números de la rifa del 31?
Los niños de la
calle se drogan
y se venden en horario infantil
¡Voten por el Pato Donald!
Operativos vs
Malandros
Chapaleando en la ladilla
La justicia y su perversa cola
Cuando los
políticos pavimentan nuestro infierno
A rendirse sin
condiciones
Nosotros, los validadores del status quo
Revocatoria de
mandato a los dirigentes de la oposición
Venezuela en
una de rupturismo
El termidor de
Chávez o el cansancio de la revolución
La capital plagiada o el robo de los
proyectos del Orinoco
Chávez vs
Intesa
Las marcas de
la derrota
El Lumpen de
cada día
Glorioso 24 de
junio
Quien castiga
de último, castiga mejor
Apostando contra la
abstención
El voto duro y su efecto en el
revocatorio de agosto