Los recortes económicos del
gobierno, empezaron por afectar a un sector de
trabajadores que se había acostumbrado a bonos,
utililidades, aumentos y otros beneficios que eran casi
imposibles de alcanzar por la masa laboral de la empresa
privada en Venezuela. Después de las razzias contra los
empleados de Pdvsa y los intentos de uniformar el
pensamiento de los empleados y obreros de las empresas
eléctricas, los de comunicaciones, los de la CANTV y los
de de transporte, como los del Metro, tanto como los
médicos, abogados y educadores al servicio del Estado, era
imposible pensar que ellos pudieran rebelarse contra el
status, si la gente no se fijaba bien.
Pero las protestas, no se
estaban produciendo solamente por los intentos de
uniformar el pensamiento, la sanción de toda crítica y la
vigilancia de la asistencia a los actos del Presidente o
de sus ministros. El asunto es mas sensible ahora.
La mariconfianza ha llegado al
extremo de no aumentarles los salarios desde hace varios
periodos, dejar sin discutirles los contratos y quitarles
los beneficios a quién proteste, tratar de ahogar a los
sindicatos eliminando a los sindicalistas incómodos y
amenazar al que disienta sobre un punto sensibilísimo; el
bolsillo y el estómago.
Así las cosas, el ciudadano de
a pie, que no es empleado del gobierno, que ya venía
escamado por la escasez de alimentos, ve sorprendido como
los aparentemente rojos rojitos del Metro de Caracas,
están deteniendo progresivamente los vagones en la mitad
de los túneles como quién no quiere la cosa, han sido
amenazados por el Presidente de militarizarlos, ha botado
a 800 trabajadores del Metro de Los Teques y en respuesta,
los afectados muerden la mano del Comandante porque les
pide que recorten ¡! en 40% !! sus beneficios
contractuales.
El gobierno lleva a juicio a
los sindicalistas de las empresas eléctricas y los trata
de traidores porque no se callan respecto a la falta de
mantenimiento de las centrales que producen los apagones
que sufrimos todos. Ahora los militarizan, contratando en
las empresas proveedoras del holding de Guayana a un alto
porcentaje de miembros de la Reserva.
Las amenazas no han arredrado
a los dirigentes sindicales . Cada vez que el Presidente
habla les da mas rabia y dejan ver que tal militarización
no ha resultado nunca una manera de resolver las cosas en
Venezuela, sino de enredarlas, dada la poca
especialización de los contingentes armados , que sirven
como fuerzas de ocupación, pero no de producción. Así las
cosas, los próximos días se presentan llenos de apagones,
retardos, protestas, manifestaciones, como la de los
mismos motorizados que antes eran los consentidos de la
Alcaldía de Caracas y ahora no entienden como es que un
simple aumento de la Unidad Tributaria ha sido capaz de
subir los precios de las motos de 4.200 a 6500 bolívares
fuertes en dos días. Y al ministro de Comercio y Cierres,
Eduardo Samán, no se le ocurrió más que amenazar a las
empresas que venden las motos, con los cual debe haberles
triplicado el precio.
Así funciona el pensamiento
único, compañeros, de un solo lado. Le es incapaz de velar
por los intereses de todo el mundo, porque tiene una sola
neurona, un solo ojo, un solo color de franela, que
ustedes saben cual es.
Aquí no hay más salida que
seguir rebelándose.
lucgomnt@yahoo.es