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Legitimación o plebiscito 
por Lucy Gómez
sábado, 13 mayo 2006

 

Los tres candidatos presidenciales con mayores posibilidades en Venezuela, andan en trío y se ven muy bien. Esa es la parte que me gusta. Aquella en la que logran transmitir mediante imágenes, su armonía, que no se pisarán la manguera ni bajarán al nivel de la grosería para tratarse el uno al otro, aunque sean contendores.

Les falta transmitir confianza en los nuevos rectores del CNE y en su capacidad como árbitros, para justificar la participación de la oposición en el proceso electoral, lo cual es importante, porque si eso no se logra, los resultados de las elecciones de diciembre próximo serán los mismos que en diciembre pasado.
Lo que ocurre, es que están intentando movilizar a la oposición y a parte del chavismo a las mesas, pero con mensajes confusos. Julio Borges, de Primero Justicia declara que “en agosto conoceremos 100% de las condiciones electorales”. Teodoro Petkoff define las condiciones que la oposición exige al CNE como técnicas y no políticas, mientras que Manuel Rosales va vestido de gobernador del Zulia a un encuentro de candidatos a la Presidencia de la República y pretende que los periodistas no le pregunten sobre el tema. Y de las primarias no habla ninguno, sino con Súmate. (según Súmate)

Todo el mundo sabe que en agosto, pueden pasar entre otras, las siguientes cosas: 1 ) que el CNE quiera mas tiempo y 2) que ponga unas condiciones electorales inaceptables, las mismas que el pasado proceso con su argumento básico: “ nosotros oímos a todos , pero hacemos lo que nos da la ga-na”. En cualquiera de los dos casos, se habrá perdido un tiempo precioso, porque para auditar el Registro Electoral, por ejemplo, se debía haber empezado en marzo. Lo que busca con eso el gobierno es clarísimo. Haz tiempo, haz tiempo, haz tiempo, hasta que no quede mas remedio que los candidatos queden entre la espada y la pared, definiendo participar o no a última hora. Si participan, sería con las condiciones que le de la gana al Consejo, pagando el inmenso costo político que tiene confiar en alguien que nos engaña, a la vista de todo el mundo, siendo un prospecto de Presidente. Si se retiran, habrán perdido tiempo, esfuerzos y capital político, derrotados antes de medirse, obligados por la estrategia contraria. Un ejemplo de los resultados de pisar esa trampa para ratones, fueron las elecciones de diciembre pasado. Todos los dirigentes de la oposición decidieron competir aún sabiendo que se los iban a clavar, y se retiraron a juro, sólo cuando la enorme montaña del abstencionismo sin cabeza se les vino encima.

En cuanto a que estas condiciones que pide la oposición son técnicas y no políticas, Petkoff parece obviar que la abstención de diciembre pasado de 80 por ciento del electorado nacional, se debió a que hubo unas elecciones anteriores, donde la participación popular fue masiva, hasta el punto que hubo que prorrogar la hora de los comicios, se votó en algunos sitios hasta la media-noche y los resultados fueron considerados ilegales y tramposos por la dirigencia de la oposición y por la mayoría de sus partidarios. Así que las condiciones para participar que se exigen hoy: la eliminación de las máquinas captahuellas, el conteo de todos los comprobantes de votación, la auditoría del Registro Electoral y la regulación de la participación de todos los funcionarios públicos, incluido Chávez en la campaña presidencial, no vienen del aire, sino porque debido a su inexistencia en el proceso anterior, se consolidó el uso de listas nacionales de adversarios políticos que nunca fueron controladas, sino al contrario suministradas desde el CNE, lo cual es un problema tremendo de violación del derecho político a la disidencia, a que toda la oposición denunció que las máquinas cuadraron las cuentas del referéndum revocatorio a favor del gobierno y aún hoy no se saben los números oficiales de los resultados de las elecciones parlamentarias de diciembre, lo cual atornilló en el poder al Presidente Chávez, a que el Registro Electoral de venezolanos creció en 128 por ciento en dos años y no así la población, lo cual induce a pensar que las cedulaciones masivas favorecieron la incorporación al registro de votantes que no tienen derecho a serlo . Todos esos son hechos políticos por definición.

Además, las horas de cadena televisiva y radial que usa el gobierno para hacer propaganda por el Presidente no son un problema nada más de contaje del tiempo de campaña, pasado en algunos minutos mas o menos, sino que obedecen a un uso continuado, abierto, descarado e ilegal uso de los medios de comunicación a favor de la campaña por la reelección.

Todas esas peticiones son pues condiciones políticas de participación de por lo menos la mitad de los electores del país. Así que rebajarles el tono a esas exigencias, no le hace olvidar a nadie de donde vinieron las sospechas de que ir de nuevo en las mismas condiciones a votar es repetir la frustración, la impotencia, la rabia y los resultados.

Por ciento, hablando de candidatos. Si Manuel Rosales cree que puede ser candidato y gobernador a la vez, es decir que puede ser tratado como opositor a Chávez sin mojarse los pies hasta diciembre, es porque jura que eso le favorece en su campaña, porque espera que los otros candidatos se quemen antes de que haga oficial su lanzamiento, pudiendo evadir así hasta el tema de las primarias.

Bien, pero lo mismo. Si está convencido que con eso engaña a alguien, está equivocado. Se ve prepotente, además, cuando pretende que los periodistas no le pregunten lo que es obvio: cuando se lanza oficialmente, que pasa con su partido Nuevo Tiempo y su legalización como organización nacional, etc. Se confunde igual que los chavistas, que creen que los periodistas hacen las preguntas como personas individuales y no porque les preguntan lo que se pregunta todo el mundo.

En cualquiera de los casos, las declaraciones de nuestros candidatos no van al fondo del asunto: si se está ante una legitimación por parte de la dirigencia de la oposición del gobierno chavista, con su participación electoral aún en condiciones inaceptables para la mayoría de sus partidarios, en vez de participar en unas elecciones libres el próximo 3 de diciembre. Si es aceptable provocar con el retiro de sus candidaturas un plebiscito de Chávez, si hay alguna alternativa a ir o no ir a votar en esta situación, si ellos realmente creen que pueden ganar las elecciones o sola-mente intentan conseguir un poco más de oxígeno político para ellos y sus respectivas organizaciones, es decir si participan sólo para sobrevivir.. Creo que no es pedir demasiado que alguna vez hablen claro.

lucgomnt@yahoo.es    

 
 
 
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