Los
tres candidatos presidenciales con mayores posibilidades en
Venezuela, andan en trío y se ven muy bien. Esa es la parte que
me gusta. Aquella en la que logran transmitir mediante imágenes,
su armonía, que no se pisarán la manguera ni bajarán al nivel de
la grosería para tratarse el uno al otro, aunque sean
contendores.
Les falta
transmitir confianza en los nuevos rectores del CNE y en su
capacidad como árbitros, para justificar la participación de la
oposición en el proceso electoral, lo cual es importante, porque
si eso no se logra, los resultados de las elecciones de
diciembre próximo serán los mismos que en diciembre pasado.
Lo que ocurre, es que están intentando movilizar a la oposición
y a parte del chavismo a las mesas, pero con mensajes confusos.
Julio Borges, de Primero Justicia declara que “en agosto
conoceremos 100% de las condiciones electorales”. Teodoro
Petkoff define las condiciones que la oposición exige al CNE
como técnicas y no políticas, mientras que Manuel Rosales va
vestido de gobernador del Zulia a un encuentro de candidatos a
la Presidencia de la República y pretende que los periodistas no
le pregunten sobre el tema. Y de las primarias no habla ninguno,
sino con Súmate. (según Súmate)
Todo el mundo sabe que en agosto, pueden pasar entre otras, las
siguientes cosas: 1 ) que el CNE quiera mas tiempo y 2) que
ponga unas condiciones electorales inaceptables, las mismas que
el pasado proceso con su argumento básico: “ nosotros oímos a
todos , pero hacemos lo que nos da la ga-na”. En cualquiera de
los dos casos, se habrá perdido un tiempo precioso, porque para
auditar el Registro Electoral, por ejemplo, se debía haber
empezado en marzo. Lo que busca con eso el gobierno es
clarísimo. Haz tiempo, haz tiempo, haz tiempo, hasta que no
quede mas remedio que los candidatos queden entre la espada y la
pared, definiendo participar o no a última hora. Si participan,
sería con las condiciones que le de la gana al Consejo, pagando
el inmenso costo político que tiene confiar en alguien que nos
engaña, a la vista de todo el mundo, siendo un prospecto de
Presidente. Si se retiran, habrán perdido tiempo, esfuerzos y
capital político, derrotados antes de medirse, obligados por la
estrategia contraria. Un ejemplo de los resultados de pisar esa
trampa para ratones, fueron las elecciones de diciembre pasado.
Todos los dirigentes de la oposición decidieron competir aún
sabiendo que se los iban a clavar, y se retiraron a juro, sólo
cuando la enorme montaña del abstencionismo sin cabeza se les
vino encima.
En cuanto a que estas condiciones que pide la oposición son
técnicas y no políticas, Petkoff parece obviar que la abstención
de diciembre pasado de 80 por ciento del electorado nacional, se
debió a que hubo unas elecciones anteriores, donde la
participación popular fue masiva, hasta el punto que hubo que
prorrogar la hora de los comicios, se votó en algunos sitios
hasta la media-noche y los resultados fueron considerados
ilegales y tramposos por la dirigencia de la oposición y por la
mayoría de sus partidarios. Así que las condiciones para
participar que se exigen hoy: la eliminación de las máquinas
captahuellas, el conteo de todos los comprobantes de votación,
la auditoría del Registro Electoral y la regulación de la
participación de todos los funcionarios públicos, incluido
Chávez en la campaña presidencial, no vienen del aire, sino
porque debido a su inexistencia en el proceso anterior, se
consolidó el uso de listas nacionales de adversarios políticos
que nunca fueron controladas, sino al contrario suministradas
desde el CNE, lo cual es un problema tremendo de violación del
derecho político a la disidencia, a que toda la oposición
denunció que las máquinas cuadraron las cuentas del referéndum
revocatorio a favor del gobierno y aún hoy no se saben los
números oficiales de los resultados de las elecciones
parlamentarias de diciembre, lo cual atornilló en el poder al
Presidente Chávez, a que el Registro Electoral de venezolanos
creció en 128 por ciento en dos años y no así la población, lo
cual induce a pensar que las cedulaciones masivas favorecieron
la incorporación al registro de votantes que no tienen derecho a
serlo . Todos esos son hechos políticos por definición.
Además,
las horas de cadena televisiva y radial que usa el gobierno para
hacer propaganda por el Presidente no son un problema nada más
de contaje del tiempo de campaña, pasado en algunos minutos mas
o menos, sino que obedecen a un uso continuado, abierto,
descarado e ilegal uso de los medios de comunicación a favor de
la campaña por la reelección.
Todas esas
peticiones son pues condiciones políticas de participación de
por lo menos la mitad de los electores del país. Así que
rebajarles el tono a esas exigencias, no le hace olvidar a nadie
de donde vinieron las sospechas de que ir de nuevo en las mismas
condiciones a votar es repetir la frustración, la impotencia, la
rabia y los resultados.
Por ciento, hablando de candidatos. Si Manuel Rosales cree que
puede ser candidato y gobernador a la vez, es decir que puede
ser tratado como opositor a Chávez sin mojarse los pies hasta
diciembre, es porque jura que eso le favorece en su campaña,
porque espera que los otros candidatos se quemen antes de que
haga oficial su lanzamiento, pudiendo evadir así hasta el tema
de las primarias.
Bien, pero
lo mismo. Si está convencido que con eso engaña a alguien, está
equivocado. Se ve prepotente, además, cuando pretende que los
periodistas no le pregunten lo que es obvio: cuando se lanza
oficialmente, que pasa con su partido Nuevo Tiempo y su legalización
como organización nacional, etc. Se confunde igual que los
chavistas, que creen que los periodistas hacen las preguntas
como personas individuales y no porque les preguntan lo que se
pregunta todo el mundo.
En cualquiera de los casos, las declaraciones de nuestros
candidatos no van al fondo del asunto: si se está ante una
legitimación por parte de la dirigencia de la oposición del
gobierno chavista, con su participación electoral aún en
condiciones inaceptables para la mayoría de sus partidarios, en
vez de participar en unas elecciones libres el próximo 3 de
diciembre. Si es aceptable provocar con el retiro de sus
candidaturas un plebiscito de Chávez, si hay alguna alternativa
a ir o no ir a votar en esta situación, si ellos realmente creen
que pueden ganar las elecciones o sola-mente intentan conseguir
un poco más de oxígeno político para ellos y sus respectivas
organizaciones, es decir si participan sólo para sobrevivir..
Creo que no es pedir demasiado que alguna vez hablen claro.
lucgomnt@yahoo.es