A
principios de este año de elecciones, ya empezaron a
postularse los candidatos a ganar alcaldías y
gobernaciones. Se presentan al país cuando los ciudadanos
capeamos una tormenta diaria, en la que enfrentamos esas
cosas menores para el Presidente de la República, como el
desabastecimiento, la suciedad de las grandes ciudades
venezolanas, el escaso abastecimiento de agua, los robos
continuos, las trancas del transporte, la reincidencia de
epidemias, el ausentismo escolar, el embarazo adolescente,
es decir, en pocas palabras, la dificultad creciente de
vivir en este país.
Me dirán ustedes que pocas de
esas cosas le toca resolverlas a alcaldes y gobernadores.
¡Que equivocados están¡. Si a Freddy Bernal - yo vivo en
la gran Caracas- se le hubiera ocurrido alguna vez ponerse
a limpiar a la ciudad en vez de politiquear
descaradamente, enfrascado como siempre ha estado en su
eterna lucha con el alcalde mayor Barreto y la mejora de
su ubicación en la jerarquía del chavismo nacional, no
tendríamos al municipio Libertador vuelto un chiquero de
lo peor, con las luces nocturnas sólo disponibles cuando
hay visitantes extranjeros. Ni a los ladrones campeando
por sus fueros en todos los rincones oscuros de nuestras
esquinas.
Después de ocho años, a Bernal
se le ocurrió quitar a los buhoneros de las calles,
primero a los de Sabana Grande y después a los de las
demás aceras del resto del centro de la ciudad. Se ve que
el tipo es rápido. Pero como les prometió ubicarlos en
centros comerciales especiales para ellos y no se los ha
construido, tenemos como resultado una guerra de baja
intensidad en las calles, que debemos soportar
expectantes, no sea que nos agarren en este enfrentamiento
entre bandas -la de Bernal y las de los buhoneros- a
nosotros, como espectadores gafos, que al final es lo que
uno se convierte cuando se muere de un tiro en el pecho
por un pleito que no es de uno.
No hablemos del Alcalde Mayor,
que se jacta de su gran trabajo en una rueda de prensa de
principios de año, olvidándose de que no sólo no le paga a
las enfermeras de los hospitales municipales sino que ha
sido denunciada por intentar hacer política con los
niñitos de sus 80 escuelas municipales, metiéndole
papelitos en las galletas que regala en la merienda, para
hacerle propaganda descarada al Presidente de la
República. Que ha dotado a cantidad de malandros de
motocicletas, con la que atormentan a los caraqueños
cuando hay cualquier mitin o demostración política, de
oposición o del gobierno, llamadas popularmente "las
moticos". Los tipos amenazan, disparan , hostigan, con
carnet de la alcaldía. Por su puesto le hacen asimismo con
su actitud, propaganda a una de las autoridades mas
criticados del país incluyendo al Presidente Chávez, que
le dijo con sorna en público que podía competir en unos
comicios para virrey de Los Roques con bermudas y todo.
¿Que ofrece a la oposición.?
Hasta ahora un acuerdo unitario en puertas y algunos
nombres salteados, que si William Ojeda por UNT, que si
Stalin González, por 100% Estudiantes. Nadie que sepa
realmente de gobernar ciudades, que eso es lo que son los
municipios de Caracas, mas grandes que cualquier capital
de estado del interior, mas levantiscas, violentas,
cochinas y desamparadas.
Hacerle cariñitos a las
ciudades no se estila por aquí. Todos - incluyéndome-
están más preocupados por el rescate de los secuestrados
colombianos, por el realero que le estamos drenando a Cuba
y a Bolivia, por las declaraciones del Presidente y su
idilio con Naomi Campbell, que porque laven a Caracas con
agua y jabón todos los días, a ver si se contribuye en
algo con la disminución de las epidemias que nos están
diezmando: el dengue, la tuberculosis, el mal de Chagas.
Yo tengo mi candidata. Es una
exitosa gerente de condominio, una mujer de familia que se
entiende con los plomeros, con los vendedores indeseados
que llegan al edificio, que mantiene los jardines
preciosos, a quién nunca le falta comida en su casa,
porque se adelanta a los desabastecimientos ( sabe de
logística), que se cuadró en una lucha con unos albañiles
porque dejaron desnivelada la entrada de las residencias y
les ganó de calle. Que se sabe los precios del cemento, de
los bloques, cuando ganan los obreros y como entenderse
con todos los problemas de su calle. El frente del
edificio siempre está inmaculado. Que conoce a sus vecinos
y los oye sin molestarse, es ejecutiva, rápida, limpia y
cortés. Tiene siempre una mano extendida hacia los
desamparados, paga a tiempo sus deudas y los sueldos de la
gente que depende de ella. Tiene un solo problema: no es
ni chavista ni dirigente de la oposición. Saber gobernar
una ciudad no es suficiente hoy, en Venezuela. Politiquear
es la consigna, que siempre algo queda.
lucgomnt@yahoo.es