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Diciembre
no importa
por Lucy Gómez
sábado, 8 julio 2006
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Diciembre
no es para los candidatos presidenciales de oposición el
momento de las definiciones capitales y, posiblemente tampoco
para el candidato del gobierno, Hugo Chávez. Quienes nos
desesperamos y no entendemos sus juegos, somos los acosados
por la muerte, el robo, la ineficiencia, la quiebra y la
inflación, la falta de techo y de oportunidades y la
posibilidad del aislamiento político y económico de Venezuela.
Claro, a nosotros, nos corre el tiempo en posición de
desventaja. A los candidatos y precandidatos no.
Y las evidencias son los episodios políticos de la semana que
pasó, vinculados con la realización de las primarias
defendidas por Súmate y los ofrecimientos de campaña electoral
del chavismo, relacionados con el supuesto engrandecimiento
del papel continental de Venezuela.
Sentí una gran decepción, desilusión, rabia entre gente de
oposición al correr los últimos días del plazo para aprobar
por fin la convocatoria a primarias. Cuando los candidatos
corrieron lento y mal para aprobarlas y se vio un Teodoro
Petkoff más insultante que el gobierno, al descalificar
convocatoria y convocantes, toda clase de descalificaciones se
corrieron entonces contra los actores.
No entendemos como no quieren la unidad, un frente amplio,
poder para enfrentar a Chávez. Que es lo que les pasa, que se
inscriben mas de veinte personas como precandidatos
presidenciales, que saben que no harán nada sino complicar el
panorama y porqué los que tienen mayor opción aceptan normas
del CNE, que llaman eufemísticamente condiciones , pero que
sin embargo, aunque no las llamen trampas , inevitablemente
los llevarán a la derrota.
No hay explicación para la actitud de ninguno de ellos, si no
es que, realmente no les interesa si ganan o no.
El problema entonces no es diciembre, ganar estas elecciones,
sino posicionarse como candidato, como político, frente a los
financistas de los partidos y ante el país y los organismos
internacionales. Nada mas hablando de los financistas, estemos
claros que también esperan su tajada en el escenario político.
Si queremos hablar bien de los precandidatos su trabajo no es
ganar las elecciones de diciembre, ese es solo un anzuelo para
lograr movilizarnos, un caramelito. La idea es tener fuerza
para más adelante.
Les voy a poner un ejemplo de algo que nunca se habla, pero
que es capital en todo esto. ¿Quiénes son los financistas de
Borges, Rosales, Petkoff, cuanto cuesta una campaña electoral?
Las fuentes del dinero que paga minutos en TV, páginas enteras
en los periódicos, están claras solamente en el caso de
Chávez, ya que todos sabemos que se aprovecha con avidez desde
que es Presidente de los fondos, el tiempo y el espacio
público y privado para hacerse propaganda.
Nadie mas habla del dinero, aunque el financiamiento de las
campañas electorales es un issue clave en otras sociedades.
Estemos claros de que quien paga algo, considera que su
opinión vale más que la de aquellos que no han puesto nada. Yo
creo que deberíamos tener aunque fuera una pista. Pero es uno
de los secretos mejor guardados para el común.
Cual es la razón de que los candidatos mayoritarios de la
oposición hasta ahora acepten sin mas, condiciones electorales
desventajosas por lo oscuras, denunciadas por hombres del
calibre de los rectores universitarios rechazados por el
Consejo Nacional Electoral y por la mayoría de la oposición en
los últimos procesos, ¿porque seguir? ¿No será que Petkoff,
Borges y Rosales, son una inversión? Rentables o no, se verá a
su tiempo. Cual es el problema de que acompañen a Chávez y se
midan con él si eso les garantiza su permanencia en el
panorama político y hasta concesiones en una carrera de
resistencia donde el pueblo desesperado de la oposición no
entiende que el tiempo de los hombres comunes y el de los
líderes es distinto.
Y en cuanto a Chávez, evidentemente para él no es decisivo
diciembre, sino el primer trimestre de 2007, donde se probará
si el pueblo venezolano aguanta su voluntad continuista. La
evidencia es que anda haciendo campaña para convertirse en el
gran secretario político del MERCOSUR y de su engendro, un
ejército continental al estilo OTAN. No se detiene en
Venezuela, porque supone que tiene todo controlado,
electoralmente hablando. Y evidentemente, tiene razón.
Sin líder de la oposición que se le enfrente, su mayor trabajo
será presentarse a un plebiscito para eternizarse, que ganará
con el dedo meñique. Luego no tendrá que vigilar al enemigo en
las mesas electorales sino en las calles. Que importará
entonces el liderazgo de la oposición que se preocupa sólo de
votos parlamentarios y presidenciales, de puestos públicos, de
apariencias democráticas. Chávez insiste en que el enemigo a
vencer es gringo, pero lo más probable es que quien sabe.
Mi idea no es predecir nada de lo que pasará, sino poner de
bulto la inconsistencia de las actitudes políticas actuales,
que sólo obedecen al río de influencias, intereses y
oportunidades de las cuales la mayoría de los venezolanos
estamos al margen.
Así las cosas, nuestros candidatos de la oposición y su
contendor, el comandante en jefe juegan un partido en donde el
problema no es deshacer nuestro caos diario sino pescar en rió
revuelto. Somos niños sociales conducidos por el rey de
bastos, el as de espadas, la reina de corazones y algunos ases
de oros, o si lo prefieren, por los personajes de su juego
preferido de computadora.
lucgomnt@yahoo.es
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