Intentan
convencerme que los anuncios del Presidente no le causarán
daños a mi bolsillo ni a mi estilo de vida.
Pero lo cierto es que
inmediatamente que anunció que aumentaría el precio de la
ga-solina, oí por radio a un dirigente de la Unión de
Carros Libres y Por Puestos , que agrupa a la mayoría de
los choferes de las camioneticas de la ciudad y a sus
taxistas, en una "mesa de análisis" semi improvisada,
recordar los tiempos en que el gobierno de la "cuarta" ,
con el mismo tipo de medidas les dio unos subsidios para
que no aumentaran los pasajes, que cobraron por la mitad,
algunos , cuando se acordaba el gobierno local de
pagárselos o cuando iban a huelga porque les tenían seis
meses atrasados los pagos. Otros, los choferes vivianes
que nunca faltan, se embolsillaron esos subsidios porque
estaban bien enchufados y sabían que no les iban a hacer
nada: dejaron de salir a la calle a trabajar, defraudando
a los usuarios y a quién les dio el dinero.
Después de todos los aumentos del 2005, cuando en seis
meses pasamos de pagar 500 bolívares por el pasaje a 900,
todos los caraqueños vieron con aprensión el anuncio del
alza. Los taxistas, por su parte no tuvieron necesidad
como los choferes de camionetas de esperar una convención
para decidir si aumentarían o no el pasaje., no se
hicieron problema. Subieron las tarifas inmediatamente.
Dos semanas después, el Presidente intentó explicar porqué
el aumento de la gasolina no iba a subir el transporte
público y avisó que haría una excepción con los
transportistas de marras, para darle la gasolina a precios
solidarios. Pero habló tarde. Los efectos terribles de su
anuncio, ya habían empezado a golpear a todo el mundo.
Todos protestan además, porque Chávez dijo que los pobres
iban en Metro y por eso no serían afectados por el alza.
No protestan porque los traten de pobres, sino porque
consideran que debe ser que el Presidente no se monta en
los trenes. Todo el mundo sa-be que las líneas del metro
te llevan a puntos clave de la ciudad, intersecciones,
etc. pe-ro de allí, para arriba, para abajo o para los
lados, tienes que ir en camionetica, si estás en días
normal y si estás platudo o tienes una emergencia, en un
taxi que no baja de diez mil bolívares, aunque sea " ahí
mismito" y que puede llegar a 35000 y 40 000 bolívares si
llueve mucho, o si hay alguna tranca que desaparezca a la
mayoría del transporte superficial. Al parlamentario Luis
Tascón, que le encanta hacer comparaciones con los
choferes de Bogotá y otras ciudades colombianas, puede
traerse una delegación del hermano país, para que se cale
las locuras y los cambios de humor del gobierno venezolano
a ver si pasan dos días cobrando tres mil bolívares por
carrera. Por otra parte. Sólo en Caracas y Valencia hay
metro (por cierto, bien cortico) ¿y el resto del país?
¿qué se lo coma el tigre?
En cuanto a las alzas en los alimentos y otros componentes
del mercado semanal, so-lamente tengo que reportar que los
dueños de establecimientos y puestos en los diferentes
mercados, como un solo hombre, decidieron aumentar los
precios de todo ( de todo lo que se encuentra, ojo) Y no
lo digo yo, lo dice el Banco Central de Venezuela, que
como muy bien lo explica la metodología de su encuesta ,
cada mes visitan mas o menos tres mil establecimientos,
entre mercados, bodegas, abastos, supermercados, hoteles,
restaurantes, clínicas, mercales, etc.- Los alimentos
subieron 4,2 por ciento en enero, es lo que eleva el
promedio de la ya altísima tabla de inflación del mes a 2
por ciento. El año pasado, en enero, los precios subieron
sólo 0,8 por ciento.
Como será que en Mercal, la
carne se encontraba sí, pero a 16.000 bolívares los cortes
de primera y no a 7.050 como dice su propaganda, durante
todo el mes pasado. Gracias por supuesto a la
archirerevolucionaria ministra Erika Farías que estuvo dos
meses sin importar nada, porque no es posible sostener los
supermercados con la producción venezolana. Es sabido que
en Venezuela, las haciendas a las que le aplican el método
Chaz, es decir el barbarazo, dejan de producir. ¿Un
ejemplo? El central Cumanacoa, que sigue inoperante a 16
meses de su expropiación. El azúcar está a 4000 el kilo
cuando se consigue, porque el gobierno ocupa las centrales
y se coge las haciendas en plena producción, lo que
paraliza la producción. Lo de terror es que ahora se
agarra las empresas eléctricas. Si con el azúcar
desaparecida hay que entrar inmediatamente en dieta y esperar
como caimán en boca de caño en las puertas de los
supermercados, abastos, etc. a ver cuando aparece, para
pagarla a lo que sea, todos podemos ir pasándonos a la
energía solar o a las velas, con el anuncio de esa
nacionalización a, porque todo lo que cae en manos del
gobierno venezolano, se vuelve sal y agua y hay que
importarlo.
Así pues el camino del aumento de la gasolina y de las
nacionalizaciones es como el de infierno, pavimentado de
buenas intenciones. En este caso, deficientemente
formula-das y peor manejadas.
En conclusión mes de enero nos
trajo pobreza, , porque no solamente dos bolsas de comida
apenas llenas son cien mil bolívares, sino que a quiénes
tenían sus ahorros en acciones de la CANTV y la
Electricidad vieron salir su dinero volando por una
esquina, gracias a la irresponsabilidad de los anuncios
oficiales, que quieren acabar con la clase media a como dé
lugar para implementar un paraíso donde todos hagamos cola
en la avenida Bolívar para comprar comida y aprovechar
para darle las gracias, vestidos de rojo por los favores
recibidos al comandante. Ya para entonces, estaremos tan
pobres, pero tan pobres, tan pobres, que sólo nos quedará
como salida darle gracias al proveedor para seguir
comiendo.
Y otro aparte para un
comentario sobre lo que significa la estatización para los
em-pleados de las empresas privadas.
Cada empresa que ahora se
estatice tiene empleados que han visto durante ocho años
que es ser empleado del gobierno, a menos que seas del
alto perraje: bajos sueldos, uniforme rojo, obligatoria
asistencia a los actos políticos pagos inestables ,
elección de je-fes por su lealtad al proceso y no por sus
capacidades, alta rotación de personal y si no que les
digan los ministros y sus cohortes, cambiadas o botadas
violentamente del ministerio del Interior y Justicia, de
la Vicepresidencia, del ministerio de Educación. No pueden
negarlo, el socialismo a la venezolana no sólo es
"inventamos o erramos", mas lo último que lo primero, sino
como vaya viniendo, vamos viendo y jale bolas parejo, que
hay que votar por quién nos da de comer.
lucgomnt@yahoo.es