La
estafa es un delito que se caracteriza por tener como fin al
lucro y como medio el engaño o el abuso de confianza.
En Venezuela,
desde las alocuciones presidenciales se proporciona una
versión parcial e interesada de la historia venezolana. Se pasa
por alto metódicamente parte de la producción intelectual de
Bolívar, o se modifica y falsea citas al arbitrio
presidencial (1).
Se considera que la mayoría de la audiencia no tiene idea del
pensamiento bolivariano, que la audiencia es poco menos que
minusválida en ese tema y se intenta modificar la evidencia
histórica, acomodándola para lograr el lucro del poder político
absoluto, intentando apoderarse de él con la justificación de
ser la reencarnación bolivariana, haciendo un uso abusivo de
la confianza pública.
Así que se
anuncia un plan de reelección continua en un contexto que
pretende conservar en el tiempo el poder en manos del líder, en
nombre de nuestro bien, haciendo creer que hay que seguirlo
como si Bolívar existiese hoy .
La democracia
representativa, herencia de los políticos de la segunda mitad
del siglo XX, debe ser desechada, ya que no nos ha traído sino
deshonestidad, corrupción y la pérdida de independencia frente
Estados Unidos y la Unión Europea.
Vivíamos antes de
Chávez, según esa tesis, en una Venezuela supuestamente
democrática, pero donde el sufragio no era universal ni igual.
Se permitía la alternabilidad, pero una parte muy grande de la
población vivía en condiciones de pobreza extrema, falta de
información o indiferencia política, por lo cual las llamadas
precondiciones democráticas no se cumplían, ya que la
configuración de los poderes públicos, sus funciones y
relaciones recíprocas permitían una sociedad de complicidades
obscena en la repartición de los bienes generales. Por eso nadie
creía en los políticos tradicionales, que se fueron
desprestigiando de una manera precipitada. La marejada
popular que acompañó al triunfo de Chávez da cuenta de la
borrachera sentimental de patriotismo que inflamó a Venezuela
en esa época y que permitió sin un tiro, pocos años después, el
cambio de todos los titulares de los poderes públicos y de la
Constitución para magnificar el poder de los nuevos dueños de
Venezuela.
Todo el poder
para el pueblo. O por lo menos eso parecía.
Siete años mas
tarde persisten las mismas condiciones de pobreza y
marginación, barnizadas y doradas por la multiplicación de
subsidios llamados misiones, campea una corrupción igual o peor
que la de antes en el gobierno, que cambia de caras
constantemente, ya que la ineficiencia y el robo las queman a
un ritmo mensual.
La alternancia
es un factor de peligro, porque las mismas razones que se
manejaron para tumbar a los corrruptos adecos y copeyanos,
existen para que un votante venezolano intente deshacerse de
Hugo Chávez. La continuidad de la corrupción, de la pobreza, de
la inseguridad, de la violencia y de falta de vivienda, hace
tan ingobernable a Venezuela antes como ahora, por eso crecen
las medidas de seguridad, las armas, los controles, la violación
de los derechos humanos y la persecución de los enemigos
políticos mediante procesos judiciales.
Antes y ahora,
Venezuela está lejos de poderse denominar democracia.
La salida
pacífica de Popper
Según Karl Popper,
la democracia es el régimen en el que es posible desechar
pacíficamente a los gobernantes. Aunque sea simplificadora, esta
definición nos viene muy a pelo a los venezolanos. Desde las
famosas montoneras del siglo XIX, pasando por los golpes del
siglo XX, las únicas veces en que hemos podido sacarnos de
encima a gobernantes de los que ya estábamos hartos, sin un solo
muerto, ha sido por medio de elecciones. Habíamos mejorado
aunque no fuera sino solamente en eso. Fue el paso de una
sociedad de violentos y brutales señores de la política y la
guerra, a una sociedad deliberante y representativa , con todas
sus carencias.
Otras
definiciones de democracia, un poquito más exigentes, nos ponen
en un brete. En los cuarenta años anteriores al gobierno de
Chávez y en este período. Veamos una de las definiciones
clàsicas, la de Norberto Bobbio. Todos los ciudadanos deben ser
iguales en el goce de los derechos fundamentales, no sólo los
derechos de libertad sino los mas elementales derechos sociales,
a la supervivencia, a la salud, a la educación. Uno sus
seguidores, el filósofo Michelangelo Bovero, llama a esto las
precondiciones de la democracia y exige que sus mecanismos
institucionales, las reglas del juego, el sistema electoral, la
configuración de los poderes públicos, sus funciones y
relaciones recíprocas, estén estructurados de tal manera que
puedan producir decisiones políticas con el máximo consenso y
con la mínima imposición. “En suma, la vida pública de un
colectivo puede ser considerada democrática si las decisiones
políticas no caen desde lo alto sobre las cabezas de los
ciudadanos, sino mas bien son el resultado de un juego en el
cual participan y controlan los mismos ciudadanos.
(2)
Otro autor,
Héctor Gros Espiell, señala que “la continuidad, en especial si
es indefinida o excesivamente prolongada, tiende a provocar el
desarrollo de elementos políticos potencialmente negativos, a
acentuar la arbitrariedad y generar peligrosas expresiones de
autoritarismo, unidas a la posible creencia en la pertenencia
política o personal del poder, que muchísimas veces nace de su
ejercicio prolongado “.
La posibilidad de
reelección afecta la existencia y funcionamiento de una
democracia real. Explica Gros Espiell que la normal y verdadera
alternancia solo puede existir en sistemas democráticos
representativos con multiplicidad de partidos políticos,” en un
plano de igualdad jurídica no discriminatoria, en que haya un
régimen electoral que haga efectivamente posible la rotación de
los partidos políticos en el poder y en el que las elecciones
sean realmente periódicas y libres, sin fraude ni coacción...”,
“ La posibilidad jurídica de reelección sucesiva e indefinida
del titular del Poder Ejecutivo en un sistema constitucional
democrático republicano, afecta la posibilidad real de
alternancia en el mando de las personas, así como la rotación de
los partidos en el gobierno y, en consecuencia, esta posibilidad
puede contribuir a dificultar la existencia y funcionamiento de
una democracia real”.( 3)
Entonces
detallemos lo que se nos propone: que un país entero de un
cheque en blanco en nombre de un pretendido régimen de igualdad
y libertad, guiado por un mesías bolivariano, alejándonos de
todos los pactos internacionales y de nuestros derechos
ciudadanos, sin nada a cambio mas que promesas. Se nos pide que
abjuremos de todas las constituciones democráticas y del derecho
internacional actual, en relación al reconocimiento de nuestros
derechos políticos, desde la Declaración Universal de Derechos
Humanos de 1948, hasta el Pacto de derechos Civiles y Políticos
de las Naciones Unidas, la carta de la OEA y su reforma y el
protocolo de Washington de 1994, que reafirman todas el
necesario carácter democrático de los gobiernos de los estados
miembros y la exigencia de elecciones libres y periódicas.
¿Lo haremos? Lo
dudo, ni la oposición, ni los chavistas nacieron para la
adoración perpetua. En el mundo de hoy se descubren muy
rápidamente las estafas intelectuales y esta consagración
unipersonal es una de ellas.
Notas:
1)
Este trozo se esconde descaradamente:
(…) La continuación de la autoridad en un mismo individuo
frecuentemente ha sido el término de los gobiernos
democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los
sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar
permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El
pueblo se acostumbra a obedecerle, y él se acostumbra a
mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un
justo celo es la garantía de la libertad republicana, y
nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el
mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande
perpetuamente.
Simón Bolívar.
Discurso de Angostura 15-02-1819.
Y éste se ignora:
(…) Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, este
Estado no debería subsistir…
Simón Bolívar.
Mensaje al Congreso Constituyente de Colombia, 20-01-1830.
Mientras que la frase
el que
sirve a una revolución ara en el mar
es continuamente cambiada por
he arado en el
mar.
Simón Bolívar.
Carta a Juan José Flores. Barranquilla 09-11-1830.
2)
Conferencia Democracia, Alternancia, Elecciones. Serie
conferencias Magistrales dictada por Michelangelo Bovero
Instituto Federal Electoral. México. 2 julio 2000.
3) Héctor Gros Espiell es autor es autor de El Predominio del
Poder Ejecutivo en América Latina, editado por el Instituto
Iberoamericano de derecho Constitucional de la Unam, México,
1977 y de Ensayo de una Determinación de Ciclos en la Historia
Constitucional de América Latina, editado pro el Instituto
Iberoamericano de Derecho Constitucional, Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, 1998.
lucgomnt@yahoo.es