"Art. 136.-
El pueblo es el depositario de la
soberanía y la ejerce directamente a través del poder
popular. Este no nace del sufragio ni de elección alguna,
sino que nace de la condición de los grupos humanos
organizados como base de la población.
El poder popular se expresa
constituyendo las comunidades, las comunas y el
autogobierno de las ciudades. A través de los consejos
comunales, los consejos obreros, los consejos campesinos,
los consejos estudiantiles y otros entes que señale la
ley"
Propuesta de Reforma Constitucional del Presidente Chávez.
Con la
misma aparente separación de funciones del poder público
en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral
que existe ahora, el ciudadano común, que hemos conocido
en ciertas épocas políticas como votante, no tendrá razón
de ser.
La
expresión de su poder, que se manifestó desde nuestra
independencia, formalmente mediante el voto, desaparecerá.
Sus
dictámenes y propuestas se expresarán a través de
estructuras políticas que hemos ido conociendo a través
de sus manifestaciones y respuestas de calle: consejos
comunales, consejos obreros, consejos campesinos y
estudiantiles.
A los
miembros de consejos comunales, por ejemplo los hemos
visto manifestando en Las Mercedes, frente a Conavi,
porque les prometieron casa y no se las dieron, o le
dieron la misma casa, tres veces a una persona distinta.
Pero los hemos visto también rondar por las calles y
urbanizaciones, contando los apartamentos y locales
aparentemente vacíos para entrar por la fuerza en hora
nona en los edificios de todas las ciudades de Venezuela.
Los
consejos campesinos, monitoreados por el gobierno,
invadieron fincas en plena producción, a las que el
Presidente Chávez ha aplicado el método Chaz en cadena
nacional. Y según cuenta Luis Fuenmayor Toro (rector de la
UCV de 1988 al 92 y connotado chavista, no me crean a
mí) le quieren aplicar la misma vara, la misma gente de
franela roja al Jardín Botánico de Mérida, como el mismo
dice, una de las joyas de excelencia educativa de la
nación.
No me
vengan a decir ahora que estos grupos actuarán distinto
cuando se apruebe la reforma constitucional, porque vi a
los grupos del PSUV interrumpir una asamblea de médicos en
el hospital Vargas bajo la premisa de que ellos son pueblo
y los médicos del Vargas, que ganan una miseria, no. Igual
pasó con una asamblea de estudiantes en la Plaza La
Candelaria, donde después de que los representantes de los
consejos estudiantiles chavistas violaron los acuerdos
para el uso del derecho de palabra, insultaron a sus
contendores y casi logran irse a las manos para impedir
el debate.
Bien, esa
es la idea detrás de la propuesta. Que elecciones ni que
elecciones. Aquí lo que va a valer desde ahora en adelante
son las estructuras políticas rojas, auténticas
representantes del pueblo (Chávez dixit). Y como dijo
alguien en una isla cercana, al que no le guste que se
vaya para Miami.
¿Porque sé
yo todo esto? ¿No seré una prejuiciosa, escuálida
traidora?
Puede ser,
pero mi sapiencia viene de la fuente histórica. El mismo
esquema fascista, de pulverizar al adversario en nombre de
la justicia social se repitió en la Revolución Cultural
china, con las Juventudes Hitlerianas, los camisas negras
de Mussolini y en la Europa del este después de la segunda
guerra mundial.
Y como dijo
Fidel Castro, sobre el mismo tema, para que los chavistas
cojan letra:
"Desde que
en la República Popular de China convirtieron en dios a un
ridículo mortal (1), destruyeron al partido y sus mejores
cuadros en los días de la loca aventura de la Revolución
Cultural y se dejaron arrastrar por el espíritu pequeño
burgués y el chovinismo de gran potencia, que los condujo
a la traición al internacionalismo y a la conversión de un
Estado
socialista en satrapía nepótica, donde las esposas y los
yernos de los gobernantes pasaron a ser miembros del Buró
Político, todo era posible esperarse". (2)
Nota
1) Se refiere a Mao Zedong a Jian
Quing, su esposa y a la Gran Revolución Cultural
Proletaria que desde el año 1966 hasta la muerte de Mao
en 1976 dirigió milicias de jóvenes obreros y
estudiantes contra la dirección del PCCH y las élites
intelectuales acusándolos de traicionar principios e
ideales revolucionarios y enviando a campos de
reeducación a dirigentes como Deng Xiaoping.
2) Discurso pronunciado por Fidel
Castro Ruz, presidente de Cuba, en el acto central
nacional por el XXV aniversario del asalto al Cuartel
Moncada en la ciudad escolar "26 de julio", Santiago de
Cuba, el 26 de julio de 1978.
lucgomnt@yahoo.es