En
vista del elevado uso que hacemos los venezolanos del
dinero, comprando artículos de ínfima necesidad, como la
leche, las sardinas (sobre todo cuando se encuentran), la
carne de res, el aceite, el azúcar y el café, el gobierno
ha decidido por nuestro bien , tomar una iniciativa mas
para salvarnos de nosotros mismos, que es lo que ha
tratado de lograr y no le dejamos, desde hace una década.
La iniciativa del Sistema de
Control Integral Agroalimentario, ayudará también a bajar
los precios, porque ya es un escándalo que por culpa del
desorden de los compradores, que buscan productos y cuando
los encuentran los compran en masa, haciendo que escaseen
y suban de valor, Venezuela tenga 15 % de inflación en el
primer semestre, dejando mal al ministro de Finanzas y por
supuesto al presidente Chávez.
Es mas, mediante el uso de las
nuevas indicaciones gubernamentales desterraremos para
siempre esa manía de buscar lo que no se nos ha perdido y
dejaremos que desaparezcan sin problemas los pescados, la
carne molida y las pastas sin ponernos histéricos.
Como dice Carlos Osorio, el
superintendente de Silos que entrevistó El Nacional, las
empresas privadas tienen la potestad de despachar los
productos alimenticios, pero no pueden hacerlo con
"criterio capitalista y mercantilista".
Es decir que hay que dejar de
lado esa mala maña de calcular cuanto me voy a ganar en
una operación y eso de hacer estudios de mercado para
descubrir donde están nuestros compradores potenciales.
¿Para qué?. Ya para Osorio estamos en el socialismo real,
porque insiste en que antes las empresas planificaban las
regiones donde querían vender mas pero "eso no puede ser".
Pueden vender lo que ellos quieran, pero cuando los
parámetros de consumo ( medidos por los eficientes
técnicos gubernamentales) indiquen que se está dejando a
una región desabastecida, "tienen" que rectificar.
No dice que pasará si se da
una crisis láctea como la de hace algunos meses, donde el
que tenía que rectificar era el gobierno, porque no había
leche en ninguna parte.
En fin, los consumidores que
conspiran con estos capitalistas y mercantilistas (
nosotros) y que estamos felices cuando hay de todo,
tendremos que desaparecer y encuadrarnos en el criterio
del gobierno de cuanto, cómo y dónde debemos comer, sin
hacer muchas olas ni protestar mucho, porque ese
malagradecimiento que signa nuestra conducta hay que
cambiarlo caramba, nos guste o no nos guste. Rectificar es
de sabios y no nos quedará otra que hacerlo, ¿ No Osorio?.
Hay que cooperar con el Presidente Chávez.
lucgomnt@yahoo.es