En
etapa de promoción, el gobierno venezolano vende su imagen
revolucionaria en el extranjero consiguiendo caras entusiastas
entre quiénes soñaron toda la vida con que un socialismo real
llegaría al poder por las buenas y no moriría en el intento.
También entusiasma a los presidentes y otros funcionarios,
interesados en las facilidades venezolanas para comprar
alfombras rojas en todos los países que visita.
Nuestro Presidente sigue su
guión en la gira: llama “hermano” al presidente o primer
ministro anfitrión, lo tutea, supera con creces en longitud
el discurso de bienvenida del otro, recuerda que Bolívar ha
arado en el mar ( la versión para consumo interno es que él
es una paja en el viento del huracán revolucionario, también
una cita bolivariana) y después se reúne con escritores,
poetas, trabajadores, campesinos o intelectuales ante quiénes
actúa su propio papel de Fidel Castro, hablando durante seis
o siete horas y proporcionando allí su propia versión de lo
que pasa en Venezuela, magnicidio incluido.(1)
En una de esas se le ocurrió a
unos periodistas de El Carabobeño, comprobar si era verdad que
cientos de miles de personas habían manifestado a favor del
Presidente en una base cercana y los pusieron presos. Pero
realmente, nadie vio en Venezuela a los cientos de miles de
personas que habían ido a protestar contra Bush, sino unas
treinta que llevó un alcalde ansioso de hacer méritos.
Sin dudas de Moratinos
Lo mejor pasa después de las
visitas. En España, después de la gira, se armó una zaperoco de
espanto y casi botan al canciller Moratinos. Al ministro se le
ocurrió decir por TV, el mismo día que Chávez llegaba, que
Aznar había apoyado el golpe en Caracas.
Gozoso, nuestro líder remarcó el
asunto diciendo que el embajador español de la época y el
norteamericano habían sido los únicos en reconocer el golpista
Carmona. “No tengo dudas”, aseguró.
Al irse la visita, la oposición
exigió que el canciller pidiese disculpas. Como dijera el jefe
de la oposición, Mariano Rajoy, las declaraciones del visitante
excedieron lo permisible” en un país democrático y occidental”.
Moratinos se disculpó.
El gobierno chino amarró mejores
acuerdos petroleros con sus vecinos y dejó claro por si no lo
estaba, cuando sus empresarios llegaron a Caracas, que su país
cree en la economía de mercado.
¡Le ha costado tanto llegar a la OMC!
Aclaratorias de Tabaré
Tabaré
Vásquez, el recién estrenado presidente del Uruguay, se preocupó
en lo que se fue Chávez, de pronunciar en alta, clara e
inteligible voz, que su gobierno no es socialista y su
canciller patinó de lo lindo, ante una pregunta sobre como
entraría Cuba al Mercosur, con el apoyo de Venezuela y Uruguay,
si existen unas cláusulas de la organización que exigen a los
países miembros garantizar libertades democráticas.
En Bolivia se produjo toda una
campaña mediática furiosa contra la intervención extranjera,
esta vez no gringa, sino venezolana (decimos campaña mediática,
porque toda la prensa que no está con Chávez, aquí o en el
extranjero, es porque dirige una campaña de ese tipo contra
“el proceso”)
Nada mas llegar a la India, el
jefe del estado venezolano amenazó con cortar el suministro de
petróleo a los Estados Unidos. Y así va, construyendo una
especie de liderazgo continental cuya base es la “comprensión”
del problema económico de los países necesitados, traducida en
la firma de acuerdos de negocios dudosos. Se trata de cambiar
productos locales por dólares o petróleo, con plazos para
pagar en tres partes: mañana, pasado y nunca... Todo el paquete
está aderezado con amenazas continuadas contra los gringos, a
ver si alguna vez lo toman en serio y nos permiten hacer la
versión siglo XXI de la telenovela La Planta Insolente del
Extranjero, que protagonizó el Cabito a principios del siglo
pasado.
Las vaquillonas del proceso
Cuando fue a Argentina aprobó
la compra de 500 millones de dólares en nuevos títulos de la
deuda local y 1000 vaquillonas holando argentino, que
llegarán al sur del lago en el Cebú Express comiendo alfalfa. Un
ganado, que “ tiene exigencias en cuanto a adaptación al medio y
a la aclimatación
(2)
Aquí no dudamos que las
garrapatas les harán la vida fácil, en los calorones del sur
del lago. Del suministro de alfalfa de la buena, no sé, espero
que les llegue a tiempo, no se puede ser tan cruel con las vacas
preñadas
En Bolivia habla mal de los
separatistas de Santa Cruz. Masajea el ego de los
izquierdistas ingenuos que deliran con la idea de un iluminado
que defiende a los pobres, a los necesitados y es víctima de los
Estados Unidos. Y despierta los ímpetus de los izquierdistas
vivos, que saben que se podrá ser de izquierda, pero no ciego
para dejar pasar los miles de negocios que se pueden hacer en
Caracas con los revolucionarios, habida cuenta que los
empresarios locales no son competencia, porque firmaron en el
referéndum contra el Presidente.
No oyen ni quieren oír hablar
sobre un gobierno cuyo mayor mérito es haber descabezado un
sistema partidista podrido, pero que ha seguido cometiendo los
mismos y tradicionales errores de los políticos venezolanos,
puesto que continua apoyando la pobreza, la improvisación, la
corrupción y el autoritarismo militar.
La izquierda latinoamericana y
europea no quiere oír hablar de que el gobierno de ese
estupendo presidente, defensor de los pobres, persigue con
entusiasmo, digno del peor de sus fantasmas fascistas a los
periodistas y a los editores, maltrata y tortura a los presos,
permite que los policías desaparezcan gente de manera
sistemática en el interior del país, es tan ineficiente, que
se le reproducen las epidemias y trata a los damnificados
de las catástrofes naturales con las mismas cucharadas de
consuelo facilón y mentiroso de la cuarta república. Es difícil
pensar que un gobierno libertario tome decisiones tan
profundamente inhumanas como la persecución social, laboral y
política que hoy se ejerce contra la oposición en Venezuela.
Que se favorezca la actividad de guerreros extranjeros en su
propio territorio, sean cubanos o colombianos, en detrimento de
la seguridad de su propio pueblo.
Se quiere que exista un líder
amado y eficiente proveniente del socialismo y se cree que
existe en Venezuela . Y los comprendo, a nadie le gusta
equivocarse y a todo el mundo le gusta hacer negocios
favorables.
Notas
1)
En realidad, Bolívar nunca dijo “he arado en el mar”. Se trata
de una cita de una carta fechada el 9 de noviembre en
Barranquilla en 1830 y dirigida al general Juan José Flores,
2 meses antes de morirse. El párrafo dice : “ Usted sabe que
he gobernado 20 años y de ellos no he sacado mas que pocos
resultados ciertos: 1) América es ingobernable.2) El que
sirve a una revolución ha arado en el mar.3) La única cosa
que se puede hacer en América es emigrar y 4) Este país caerá
infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada para
después pasar a tiranuelos imperceptibles de todos colores y
razas...” ( subrayado mío).
2) Alfalfa, por otro nombre Medicago sativa, es
un cultivo extendido en los países de clima templado. Las
vacas en cuestión vienen comiendo alfalfa en el barco que las
trae a Venezuela. El comprador local es Corpozulia y dan 30
litros de leche diarios, por supuesto si les mantienen el
clima y la dieta. Fuente: Venezuela quiere buena leche. Diario
Clarín rural, 5/2/05, Argentina.
lucgomnt@yahoo.es
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