El
impacto del verbo del líder del proceso revolucionario venezolano
es tan grande que decide juicios en contra del estado venezolano
en Estados Unidos. Una agencia del
gobierno
de los Estados Unidos que se llama Corporación de Inversiones
Privadas Extranjeras, OPIC por sus siglas en inglés, le dio seis
millones de dólares a una firma asociada de Intesa en Venezuela,
como compensación, gracias a las declaraciones del presidente
Chávez.
SAIC (1)
era la socia gringa de Intesa (2) y
rescindió el contrato con ella cuando perdió su 60% de
participación en Venezuela y 490 millones de dólares. El
Presidente Chávez la acusó de participar en el paro general de
diciembre de 2002 y enero de 2003 con intenciones golpistas hacia
su gobierno.
La decisión de la agencia
norteamericana, que ofrece seguros contra riesgo político para
inversores estadounidenses en el extranjero, es una joya que
apoya su decisión citando “numerosas declaraciones públicas del
Presidente Hugo Chávez, específicamente reconociendo la
nacionalización de Intesa, la confiscación de los activos de la
compañía por las fuerzas de seguridad venezolana y el acoso a los
empleados de Intesa”. La decisión que tomó hace menos probable
que haya nuevas inversiones hasta que se solucione la disputa.
Pero el pleito, evidentemente venía de antes.
Hasta hoy no se había
producido un reconocimiento internacional tan claro de los efectos
económicos que tiene la habladera continua de nuestro
Presidente. Por eso es tan interesante darse cuenta de las
verdaderas intenciones que tuvieron sus declaraciones, en enero
de este año cuando reconoció que provocó la crisis petrolera
para “limpiar” de opositores a la corporación.
La crisis que “nosotros” generamos
Un buen resumen de las
intenciones declaradas del Presidente que dieron lugar a la
decisión de los investigadores de la agencia norteamericana, es
su presentación de cuentas a la asamblea Nacional del 15 de enero
pasado en su mas puro estilo coloquial: “Resulta que ahora en
PDVSA tenemos una muchísima mayor
capacidad para evaluar los negocios, los costos, los gastos. La
llamada internacionalización de Pdvsa, nefasta ha sido para la
República. Así que a pesar de las alteraciones económicas, sin
embargo, el 2003 nos dejó nada más ni nada menos que la
recuperación de Petróleos de Venezuela y sus operaciones y el
manejo de sus finanzas. Yo puedo decirles que ahora sí tengo
capacidad de mando en Pdvsa, pero antes no tenía absolutamente
nada, ¿y saben cómo me sentía?, un verdadero miserable.
Bolivariano como soy, recordaba siempre aquello de Bolívar;
“llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria”, el colmo
de la miseria. Esa empresa ahora es y será siempre verdaderamente
de los venezolanos.
Muy bien, ahora otro
elemento que surgió el 2003 y también producto de la crisis: la
crisis en el idioma chino creo que se escribe guei-hi y significa
crisis o riesgo, peligro y oportunidad. Toda crisis trae eso, por
eso es que las crisis muchas veces son necesarias, incluso a veces
hay que generarlas, midiéndolas, por supuesto. Lo de Pdvsa era
necesario aun cuando nosotros, bueno, no es que no la generamos,
sí la generamos, porque cuando yo agarré el pito aquel en un "Aló,
Presidente" y empecé a botar
gente,
yo estaba provocando la crisis; cuando nombré a Gastón Parra
Luzardo y aquella nueva junta directiva, pues estábamos provocando
la crisis. Ellos respondieron y se presentó el conflicto y aquí
estamos hoy. Era necesaria la crisis.”
Chávez en su programa
Aló Presidente 136, del 18 de enero, anunció la rescisión del
contrato con Intesa, diciendo: “Hemos ordenado tomar los centros
servidores de La Campiña y los centros de cómputo en Chuao; el 80
% de los sistemas están bajo nuestro control. Estamos eliminando
usuarios despedidos e incorporando a la gente nueva a los sistemas
informáticos."
Según el artículo “PDVSA
rescindirá contrato con Intesa tras liderar sabotaje electrónico”,
publicado por LB en aporrea.org el 19 de enero, al día siguiente
del Aló en cuestión, “estas medidas están siendo reforzadas luego
que hace dos días, en un programa transmitido por Vanessa Davies,
varios empleados de la empresa reiteraron las denuncias que han
circulado desde hace semanas por Internet y que han sido
profundizadas por periodistas como Walter Martínez: remotamente,
exempleados golpistas de Pdvsa han estado ingresando a los
sistemas informáticos de la petrolera, saboteando así las labores
de rearranque de la compañía”
Intesa se defendió de los
ataques argumentando que su contrato de servicios le daba acceso
sólo a los sistemas de información de tecnología, no a los
sistemas de automatización, instrumentación y telecomunicaciones
en la petroleras, que son las que afectan
las operaciones de la empresa. Inclusive, ya para entonces, Alí
Rodríguez Araque había ordenado eliminarle el acceso remoto para
que tampoco se pudieran comunicar con los sistemas de información
de otras áreas de PDVSA, cancelando inclusive mediante una orden
a CANTV el número 800 que poseían para esos fines. Es decir que
la acusación del 15 de enero, llegaba un mes y unos días después
que se ordenó cegar a Intesa.
El ojo o el brazo
Si Intesa estaba
imposibilitada de accionar en el paro petrolero, ¿por qué llevar
la acusación hasta el punto de exponer al país al fallo
desfavorable de instancias internacionales, no solamente en
EE.UU. sino en la Organización Mundial de Comercio, que es el
próximo paso de la empresa demandante después de este fallo en
los Estados Unidos? Inclusive si no convenía la asociación, se
hubiese podido llegar un arreglo antes del juicio, como es
costumbre para no perjudicar las inversiones.
Hay varias versiones de
por qué Chávez pintó de colores intensos este affaire.
Una de ellas está reseñada en una nota del 23 de mayo de José
Suárez Núñez, periodista experto en informaciones petroleras. En
Washington al parecer circulaba para ese entonces la versión de
que la "agresiva acusación de Chávez al calificar de sabotaje el
no arranque de los programas
informáticos,
fue un embuste del directorio de Pdvsa que el Ejecutivo Nacional
creyó. A su vez, los asesores informáticos, para justificar su
incapacidad en levantar los sistemas, le mintieron al presidente
de Pdvsa, con el mismo adjetivo de sabotaje y tanto Chávez como
Alí Rodríguez Araque lo creyeron de buena fe, pues ninguno sabe ni
tiene porque saber de informática”.
En ese mes la disputa por
el caso Intesa había cerrado los créditos del Eximbank para
Venezuela. La empresa norteamericana insistía en que le había
cerrado el negocio en Venezuela por causas políticas. Y al parecer
sí son causas políticas, pero no las que se gritan, las verdaderas
razones por las cuales el gobierno venezolano no quiere saber
nada de la asociación con SAIC.
Alergia a la CIA y al
FBI
SAIC es una empresa que lo
que menos hizo fue meterse en problemas en el paro petrolero. Su
principal cliente es el Departamento de Seguridad estadounidense y
los organismos que lo conforman, entre ellos la CIA y el FBI. Y
desde el
principio, este ojo avizor del gran hermano, no le gustó a los
militares del entorno presidencial, que pensaban que las
operaciones petroleras estaban siendo supervisadas en todo momento
por los norteamericanos. Es más, ya desde el año 98, en el libro
"El informe Poseidón", de Claudio Turchetti
(3) el autor cuenta que tuvo en su poder un informe
constituido por un chequeo de los antecedentes corporativos de
Intesa, un análisis de esa información y la descripción
cualitativa de la compañía, sus directores y oficiales: “es una
firma multinacional con fuertes vínculos directos con la
inteligencia norteamericana y actividades políticas”. “La compañía
tiene o ha tenido muchos directores con cargos relevantes en el
gobierno de los Estados Unidos, entre ellos, Melvin Laird, quién
fue secretario de Estado durante la gestión de Richard Nixon y el
almirante Bobby Inman, ex director de Inteligencia Naval,
director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y Director
Asistente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). De igual
manera, la investigación realizada a muchos de los actuales
empleados, estableció que tienen o han tenido conexiones con la
comunidad de inteligencia, basado en los análisis de los récords
obtenidos que indican que sus anteriores residencias se encuentran
en o los alrededores de Washington D.C. y Langley, Virginia”
“La CIA, con SAIC o sin
ella podía obtener las informaciones que quisiera, dada su
capacidad técnica para introducirse en los sistemas informáticos.
Tenía información que en las últimas concesiones dadas por PDVSA
se había filtrado información privilegiada sobre los yacimientos
vinculados a la apertura Petrolera”.
Ojos, no brazos.
Evidentemente, desde el principio, Chávez quiso deshacerse de los
ojos de Intesa. Por eso buscó la primera acusación a mano,
grosera, verosímil o no, para cortar toda asociación de raíz. Las
consecuencias evidentemente le importan un rábano.
El
presidente de Pdvsa, Alí Rodríguez Araque dice que el fallo
norteamericano, preludio de otras acciones de la comunidad de
inversionistas contra nuestro país, es parcial porque no se
escucharon otras voces. ¿Cuáles voces? No es necesario ser un
experto petrolero en Venezuela para darse cuenta que la única voz
que cuenta en este asunto por Venezuela, es la de Chávez. Su
testimonio irá también, no lo dudo, con pitos y todo, ante la
Organización Mundial de Comercio, próxima instancia en el
proceso que sufre Venezuela por las denuncias de la filial de
Intesa.
Chávez vs. Intesa
pareciera otro episodio de la guerra “revolucionaria” del
presidente contra todo lo que huela de lejos al gobierno de
Estados Unidos, tenga las consecuencias que tenga, compruébese o
no.
Notas:
1) SAIC,
Science Applications International Corporation.
2) Intesa:
Informática, Negocios y Tecnología S. A. Fue fundada en
1996 a raíz de una alianza entre PDVSA y SAIC. Tenía 1600
empleados directos y 2400 indirectos.
3) El Informe
Poseidón. Claudio Turchetti. Págs. 225-226. Editorial Bonfanti.
Caracas, Venezuela. Claudio Turchetti pasó a retiro como coronel
del ejército. Había sido asignado como consultor jurídico de la
dirección general sectorial de Inteligencia Militar en Pdvsa. Le
fue solicitada una investigación en 1998 cuando la DIM es llamada
para investigar la existencia de petroespías por el ex ministro
de Minas, Erwin Arrieta. Al entregar su informe que implicaba a un
grupo de ejecutivos petroleros, fue despedido y perseguido hasta
Estados Unidos, donde se trató de impedir la publicación de su
libro. Poseidón es el nombre clave de un espía internacional, cuya
entrega de información a agentes secretos venezolanos permitió
descubrir lo que Turchetti describe como “ la mayor intriga en el
mundo del oro negro”