Desde
la acera, que es donde generalmente se localiza al público
lector y a muchos de los periodistas que escriben en Venezuela,
vemos surgir llamaradas verbales, mediáticas o físicas, que nos
deslumbran, porqué no decirlo. Generalmente los periodistas
corremos a contarlas y a comentarlas, maravillados por la
calidad del fuego, por la intensidad del ruido, por la belleza
que tienen o porque nos deslumbra la viveza de los colores. Y
nos empatamos a comentar el asunto, extasiados y en coro.
Uno
de los espectáculos de fuegos artificiales que dura aún es el de
la extradición de Luis Posada Carriles.
Las
páginas de los periódicos y la TV sufren la inundación de
declaraciones afiebradas y avisos del gobierno a todo color,
sobre la necesidad de extraditar a ese antiguo hombre de la CIA.
Por las razones que sea, su devolución a
Venezuela se ha convertido en algo urgentísimo, pero no dejo
de pensar en cual película de espías habrá visto el
Presidente en la que el servicio secreto entregue uno de los
suyos a ningún gobierno. Que yo sepa, si el tipo es un
desastre, o un traidor, o lo que sea, sus jefes se lo quedan,
porque tradicionalmente se ocupan de sus propios “hijos de
puta”. Lo interesante del caso en Venezuela es que hemos visto
ondear las banderas de la dignidad nacional, del patriotismo, de
la lucha contra el terrorismo, no sólo por parte del Presidente,
que total, ya sabemos como es defendiendo un caso que parece
habérselo inventado completico, sino por parte de todos los
hombres del gobierno y aquellos, que no siendo del “Ejecutivo”,
quieren de alguna manera congraciarse con Chávez.
Ese
es un caso donde Cuba convino con Venezuela no pelear. Tanto
Carlos Andrés Pérez, como Hugo Chávez, que ironía, en años
distintos, pactaron con Fidel Castro “ocuparse” del problema.
Sus
razones tendrán, pero no me vengan ahora con querer inculcarme
ese patriotismo trasnochado que años después puede ser usado
como pretexto para terminar de espesar las relaciones con los
Estados Unidos.
Allá
los chavistas y otros mafiosos con sus cuentas en los bancos
norteamericanos y sus asuntos “personales” en New York y
Orlando, Mickey Mouse incluido. En cuanto a la lucha contra el
terrorismo, en realidad veo más urgente ocuparse de los
terroristas menores de 45 años que tenemos secuestrando y
matando en nuestro país, tanto venezolanos como extranjeros.
Posada Carriles ya tiene 77 y la ley venezolana, si llega a
traerlo, lo único que puede hacer es darle casa por cárcel.
Magistrados mayestáticos
Otra
de las dignidades pisoteadas recientemente ha sido la del mas
alto tribunal de la república y no una, sino dos veces. Es el
caso de su presidente, enmorecido porque le cancelaron la visa
gringa. Típico de los imperios, sus funcionarios han empezado a
mordisquear los talones a los altos empleados del proceso
revolucionario venezolano, por las incomodidades causadas por el
máximo líder. A uno le cierran las cuentas, a otro le niegan las
visas. A un tercero que tenga un hijo descarriado en EEUU le
aplicarán el ácido, etc. Saldrán listas de chavistas corruptos,
etc. Lo que da risa es que en respuesta, un alto funcionario
de un gobierno que se supone que por lo menos es socialista,
invoca la asquerosa “majestad“ de algo, esta vez, del Tribunal
Supremo de Justicia de Venezuela, aceptando de hecho que el es
un hombre mayestático. Bueno, ¿y no y que cuando uno es de
izquierda le saben malísimo todas las majestades, todas las
dignidades falsas inventadas por los estados corruptos, que el
trato es de ciudadano y usted, que tener un cargo alto da mas
responsabilidades que honores, que esas dignidades solo son la
forma en que se esconden los títulos y las condiciones
nobiliarias en las decadentes democracias occidentales? ¿De
cuando acá a un hombre como Mora Díaz, un comeclavo catiense de
la revolución necesita una visa del imperio terrorista que ha
repartido la guerra y el dolor en el mundo? ¿Ah?
Y
eso no es nada, como será que los jueces de este país están
convencidos de la susodicha majestad, que la magistrada Carmen
Elvigia Porras, presidenta de la Escuela de la Magistratura, le
pidió la renuncia a la ahora ex jefa de prensa del TSJ, Luisana
Colomine, porque no fue reseñado con el despliegue que a ella le
parecía correcto, el acto inaugural de la escuela. Como la
periodista le salió respondona y le contestó el memo, le dijo
que o renunciaba o le metía quince días presa, ya que lo
consideró una falta de respeto a su investidura. Ahora sí que
la pusimos. Igualita a la majestad de la Reina de Corazones,
¡que le corten la cabeza!
(1)
Entre el olvido y el activismo
El
otro gran show es el protagonizado por los partidos de oposición
en las elecciones. Están preocupadísimos por la campaña
electoral , mientras que la mayoría de las ONG supervivientes
lo están por los daños colaterales de la revolución: por sus
presos, por sus botados, por sus hijos exiliados. AD y Primero
Justicia están decididos a pasar la página. Julio Borges irá
casa por casa a convencer a los venezolanos que voten por él,
para “rescatar a la política” y a la Venezuela “rota”,
lanzándose a competir con Chávez en el 2006, sin darse cuenta
que su partido y cualquier partido político venezolano, para que
no lo confundan con un club de politólogos con sede en la AN,
debe ocuparse de sus clientes y no olvidarse, como
efectivamente lo han hecho, de los desaparecidos de Guárico,
del destino de los presos políticos del Táchira y de la Plaza
Altamira, de los damnificados de los deslaves, de los botados
de PDVSA y de los hambrientos, de los desempleados y de porqué
no hay cuentas claras en PDVSA, cosa de la que si se ocupan
muchas ONG, que precisamente surgieron ante la inmensa
vocación de nuestros líderes de mirarse el ombligo con
constancia.
Adecos y justicieros están dispuestos a participar en el
brillante y emocionante acto de las elecciones de agosto, con
sus pancartas, sus candidatos, sus marchas, sus desfiles, sus
banderas hermosas y sus “A ganar y a triunfar”. Y los veremos
por las calles, mientras otra parte de los estropeados por la
carreta del régimen, consolidan su resistencia. Uno no sabe
adonde mirar, si a los besos y risas, los abrazos del
lanzamiento de Borges, como no dudo que será el acto hermosísimo
de los adecos y de los chavistas cuando lancen sus candidatos,
contentos todos de abrazarse en su vistosa comparsa democrática,
dando fe de las libertades ídem de este país, o a las
concentraciones, marchas y huelgas de hambre de las víctimas,
de los golpeados, de los miles de despedidos, de las hijas y
esposas de los presos y los desaparecidos, de los hambrientos y
los desempleados, de los humillados, de aquellos que sí están
amargados, deprimidos, rabiosos y que no tienen ganas de pasar
ninguna página de nada, esas personas que reconocen de una
ojeada en el cielo, por su calculado brillo y su sonido de
triquitraques magnificados, a los fuegos de artificio.
Nota:
1) “Magistrada Porras planteó arrestar a periodista Colomine”.
Ultimas Noticias El País p. 25. 24/05/05.
lucgomnt@yahoo.es
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