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Quien me dice negro, me pone corona
por Lucy Gómez  
domingo, 19 julio 2009


Una inmensa tradición musical y política que permanece enroscada en el espinazo de los pueblos negros de Venezuela, nos devuelve una reacción idéntica, históricamente nada sorpresiva frente a la injusticia y la violencia, a través de los siglos. Absolutamente congruente con su vocación conservadora, ha sido el episodio que protagonizó Curiepe, uno de los primeros cumbes del país, fundado por personas que habían pasado por la experiencia de ser cimarrones, es decir, esclavos escapados de sus amos, que decidieron establecerse en lugares de difícil acceso para evitar la recaptura en la Colonia.

Una de sus fechas clave es la fiesta de San Juan Bautista. Ese día, el 24 de junio, fue el escogido en 1749 para iniciar una rebelión que incluía a Guarenas, Guatire y los Valles del Tuy. La rebelión fue detectada y castigada por la Corona española.

Sesenta y cuatro años más tarde, el clima político en la costa de Barlovento no había dejado de recalentarse. Se declaró la Guerra de Independencia y el ejército de Francisco de Miranda defendía Maracay, San Mateo y La Victoria para impedir la entrada a Caracas de Domingo de Monteverde. Miranda dictó la ley marcial e incluyó de un plumazo en su ejército a los negros y mulatos libres, mientras los diputados de Caracas decretaron la conscripción de 1000 esclavos de refuerzo. El mismo 24 de junio de 1812, los mencionados negros y mulatos se negaron a ser alistados e iniciaron lo que se llamó la Insurrección de Barlovento, proclamando a Fernando VII. No dejaron pasar comida a Caracas. Se apoderaron de Caucagua y de Guatire y se aprestaban a marchar a la capital, “ a pasar a cuchillo a todo caraqueño que tuviesen a mano”, según contó el arzobispo Coll y Prat, pero llegó un mediador, Pedro Echezuría, párroco de Antímano y en lugar de ellos fue Monteverde quién entró en la capital el 31 de julio.

El cabildo municipal de Caracas envió un informe comentando que “ la gente de color del pueblo de Curiepe se resistió abiertamente a dar cumplimiento a la ley marcial “ .

Para 1814, había una gran cantidad de barloventeños enrolados en el ejército de Boves, quien ordenó una insurrección en la costa central que le ayudó a ganar a Bolívar y Mariño en La Puerta.

La agitación no cesó con la Independencia. Se produjo otro levantamiento en Curiepe en 1822, el alzamiento de los “perseguidos de Caucagua” en 1835 y el de los”prófugos de Ocumare” en 1845.
El 27 de febrero de 1989, ocurrió uno de los actos de violencia mas recordados de la segunda mitad del siglo XX en Venezuela . Empezó en Guarenas.

Los tambores también fueron parte fundamental de esa tradición levantisca, lenguaje paralelo, del que sabemos poco los citadinos.

En Venezuela, durante la colonia estaba prohibido el uso y la práctica del el idioma y la religión originaria de los esclavos. Como dice Carlos Suárez en su investigación “Los Chimbángueles de San Benito, “los herederos culturales de Africa tuvieron que reformular sus conocimientos ancestrales frente a la intolerancia” .

La sincronización de la semana pasada entre las campanas de la iglesias y los tambores del pueblo, se ha usado durante trescientos años para anunciar a la población, no sólo la salida de la imagen del santo sino cualquier otra cosa que les interese.

Las cofradías son el recuerdo vivo de las sociedades secretas de los cultos africanos, y no son ninguna tontería. Los capitanes tienen que conocer los movimientos del santo durante la procesión, la ceremonias en honor a los fallecidos de la cofradía, como se recibe a los santos visitantes, supervisar el buen estado de los tambores, dominar la música, tener don de mando y solvencia moral. El repertorio de un campanero puede tener no menos de 50 patrones rítmicos. Cuentan que mas de un cura peninsular se puso furioso porque los sones de campanas eran demasiado afro y se combinaban sospechosamente con los tambores del pueblo. Muchos tuvieron que irse a un sitio menos acampanado.

La semana pasada, en Curiepe, un pueblo mirandino que votó dividido en las elecciones regionales venezolanas de 2008, la alcaldesa Liliana González se tiró una medida de fuerza sin piso político, porque ella solamente obtuvo entre 4247 votos válidos, 2059 votos. Hubo 2188 votos en contra entre diferentes candidatos y una abstención de 2729 votos ( que se cuentan aparte legalmente, pero que todos sabemos lo que significan) Los electores “ en actas transmitidas” fueron 7.165.

Por eso es que, ninguna sorpresa, compadre:

“Si San Juan supiera cuando era su día
Malembe, malembe ,malembe, na’ma.
Bajara del cielo con gran alegría
Malembe,malembe,malembe, na’ma
Quien me dice negro me pone corona
Malembe, malembe, malembe,..na ma
De negro se viste el Papa de Roma
Malembe, malembe, malembe…. na’ma.”


Cumbes: poblaciones formadas en Venezuela por esclavos fugitivos, reunidos en chozas alejadas de los caminos, generalmente en cerros y montañas .Con el tiempo dieron origen a pueblos a lo largo y ancho del país. Cuando a esos ex esclavos se les unían grupos de mulatos y negros libres, se llamaban " rochelas". En el diccionario de Historia de Venezuela de la  Fundación Polar, dice que se originó en el nombre de un cierto tipo de baile africano que se llama Cumbé y que Cumbe, Rochela y Palenque denominan a un grupo de negros  o indios alzados en un pueblo fortificado, lejos del control del blanco. El cumbe, formado por negros esclavos y la rochela por negros libres
 

lucgomnt@yahoo.es

 
 

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