Ella,
el y yo pertenecemos a la misma red. Lo mejor de todo, es
que los miembros no se conocen, pero trabajan mejor que
las antiguas células del PCV. Mas bien, sus miembros se
reconocen aunque no se hayan visto nunca y se tienen una
confianza sin límites. Pueden no volverse a ver, pero
guardan en su memoria la información que les dan como si
fuesen diamantes. La transmiten instantáneamente
utilizando todos los medios de comunicación a su alcance :
boca a boca, correo, e-mails, celulares, walkie-talkies,
radio, cine, libros, revistas, periódicos y TV.
Ibamos casi corriendo a la
hora del almuerzo hacia mi casa, cuando una de nuestras
militantes nos interceptó con toda confianza en el
pasillo, después de reconocernos de una sola una mirada.
El y yo la oímos y le respondimos sin vacilar. Cada vez
que me acuerdo del episodio, me convenzo que nuestra
organización es una de las más importantes y de enorme
capacidad de penetración ideológica en Venezuela.
“¿ Encontraste huevos en El
Dorado?”, preguntó. Le contesté que no había ido todavía
para allá , aprovechando que un viernes de no-quincena, al
mediodía, no había casi gente en el CADA. Le informé que
sí había encontrado latas de leche evaporada. Entonces, el
chamo que llevaba el carrito con las bolsas, nos
interrumpió para decirnos, que a lo mejor ahorita no había
huevos, pero que ya los “estaban sacando”.
Ella no dijo ni adiós, salió
disparada, mientras el chamo me aconsejó que volviera a la
tarde para llevarme los huevos.
Uno de los empleados de
seguridad del otro supermercado, cada vez que me ve, me da
un informe pormenorizado y hasta me aconseja en que
pasillo debo ponerme, a ver si agarro unas bolsas de
azúcar, de café, de harina de trigo o de leche descremada,
sobre todo si ve que ando despistada, viendo para el lado
que no es.
Fue el mismo que me avisó que
el azúcar a veces lo tienen las cajeras y no los estantes.
Funciona también para el
whisky, que a veces viene en paquetes de a dos botellas,
mas baratos por parejas, pero se desaparece en media hora
si no estás "pilas".
Mis vecinas usan mucho el
celular y el boca a boca. Nos repartimos las cargas.
“Cómprame harina si vas al mercado, que yo aquí te la
pago”. O,” ¿que viste en Guaicaipuro?” Y vuelvo a contar
mi impresión del sábado pasado: que no vayas, que daban
lástima esos pobres hombres, a quiénes les quitaron la
concesión de los huevos, sentados al lado de un montón de
cartones, con caras de ponchados, mientras en los puestos
cercanos, los carniceros sólo vendían panza, como que si
toda Caracas fuera a hacer un único e inmenso mondongo.
Otras tradicionales vendedoras de huevos no habían
cerrado, sino que dedicaban sus esfuerzos a la venta de
los huevos de codorniz, mientras la señora que muele café
de aroma delicioso había cerrado desde temprano. Pollo, ni
de casualidad, algunas tristes muestras de alas y patas,
rodeadas de alguno que otro rollo prefabricado . Pescado
sí y vegetales también.
El taxista que me llevó a la
casa, que también pertenece a la red, empezó el
interrogatorio en lo que me monté en su carro. Me oyó con
atención y me dio el informe de la señora que había ido al
SuperMercal a buscar leche y después de tres horas de
cola, las bolsas se acabaron en sua narices. Conclusión:
no es seguro que si te pones en un cola del gobierno, te
den lo que han ofrecido. Después de asegurarle que estas
desapariciones forzosas, estos daños colaterales no eran
sino una campaña del gobierno para volvernos vegetarianos
a juro, porque esa conversión era parte de las bases de
autosuficiencia alimentaria del Socialismo del siglol XXI,
me miró para saber si le estaba hablando en joda o en
serio y ante mi cara de vieja jugadora de poker, concluyó
sentenciosamente “ Hasta ahí llegamos, porque a mí me
gusta mi parrillita”
En fin, para darles una idea
de de la profundidad logística de nuestra red, les cuento
que tenemos nuestros planificadores de abastecimiento,
cuyos consejos invaluables hacen que con meses de
anticipación, muchos de nuestros miembros sepan cuando y
porqué escasearán las cosas, mucho mejor que el ministro
de Alimentación y el jefe de Mercal, para no hablar del
Pdvso que le hace mercado al Presidente en el sur de la
Florida. Son los miembros mas antiguos y sabios de la
organización. Usted les ve los estantes de la cocina y
están llenos de leche, huevos, café, azúcar y de repente,
sal. Y uno le pregunta ¿Y tanta sal para qué? Y le dicen a
uno como con lástima. ¡¡Mija ¡¡ ¿y tu no sabes que en
abril no va a haber sal?. Ve comprando”. Y así.
Bueno, para finalizar. Les
cuento que cada día se van afiliando más personas a la
Red, en vista de la situación neocubana en términos de
comida y medicinas que nos agobia. No se preocupen, no es
necesario firmar nada ni llenar planillas, con la
intención basta. Sólo piénselo y usted ya es miembro pleno
de la RIA (Red de Inteligencia Alimentaria por sus siglas
en criollo). Un saludo cordial a los nuevos integrantes.
lucgomnt@yahoo.es