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Rectores bajo fuego graneado
por Lucy Gómez
sábado, 3 junio 2006

 

En estos días, pocos venezolanos sufren tantas presiones como los rectores universitarios, especialmente los de las universidades autónomas.

Por un lado experimentan amenazas crecientes a la autonomía de sus casas de estudio,  que  se materializan en cualquier momento mediante  provocaciones  del  gobierno. Se producen mediante decisiones  de los  diferentes poderes en los cuales domina: electoral, moral, judicial, legislativo o ejecutivo. Se trate de universidades privadas o públicas, no importa, porque una decisión judicial o electoral puede afectarles con  mucha facilidad. Véase lo fácil que estalló  el conflicto de la ULA. Bastó con que el Tribunal Supremo concediera un amparo que en la práctica  anuló unas elecciones  estudiantiles universitarias, para hacer estallar un proceso de protestas , incluyendo  descalificaciones al rector de la Universidad de Mérida,  Mario Bonocci,  por parte del ministro de Relaciones Interiores, Jesse Chacón,  acusaciones al dirigente estudiantil universitario Nixon Moreno de violación a una mujer policía  y el uso de tanquetas y armas  en  las calles de la ciudad y,  según denuncian los estudiantes y las autoridades rectorales,  dentro del propio campus.

Una nota especial merece el conflicto dentro de la universidad privada y católica Santa Rosa, donde  el gobierno explotó mediante decisiones judiciales los problemas políticos internos del profesorado,  para presionar a la jerarquía católica. Sin dejar de mencionar el acoso a la rectora de la Universidad de Carabobo,  María Luisa de Maldonado, a quién la Contraloría General de la República intentó sacar del medio  con una suspensión por seis meses violando su derecho a la defensa, que acaba de dejar sin efecto la sala Constitucional del Tribunal Supremo sólo después de meses de maltrato físico y mental, haciéndola trasladarse a Caracas a cada rato, y haciéndola blanco de  todo tipo de empujones académicos y políticos.

Este tipo de provocaciones encuentran un terreno  muy sensible, el juvenil, cultivado por  la inseguridad, el desempleo y  la precariedad  en que vive desde el punto de vista  político y social. Se evidencia en la reacción contundente que tuvieron los muchachos  caraqueños cuando fueron asesinados por  una alcabala de la  Disip tres  estudiantes universitarios en Kennedy,  hace un año  y   sus manifestaciones multitudinarias contra la violencia  luego  del secuestro, pasión y muerte de los hermanos Faddoul hace algunas semanas. La erupción  volcánica juvenil, está pues a punto de producirse  y  su manejo es  explosivo. La responsabilidad de los profesores es mayúscula  y tienen que moverse con extremo cuidado al reaccionar ante  las acciones del gobierno,  porque están entre dos fuegos. 

Auditores o comparsas 

El otro tema que  presiona a  los  rectores y  su acción de gobierno, así como  también verificará su consistencia como dirigentes de la sociedad civil, es su participación en la auditoría del Registro Electoral.

Los escruta una oposición silenciosa que se considera sin dirigentes reales hasta que no haya un proceso confiable, tanto de elección de abanderado presidencial de oposición  como de  elecciones generales presidenciales.

El pueblo venezolano ve con una mezcla de asombro y  con estupor como se multiplican los  aspirantes a la silla de Miraflores,  uno no sabe si por ingenuidad,   irresponsabilidad o verdadera estupidez. 

Mientras los dieciséis aspirantes pugnan por aparecer en TV,  sentarse con la directiva de Súmate o fastidian a los periodistas  para que los entrevisten, parecen ser  los rectores universitarios, quiénes nos pueden decir si    el Registro Electoral es  o no una lista confiable  de  ciudadanos  venezolanos  con derecho al voto. Pugnaron  por  alcanzar  una posición mediadora y hasta  este momento mantienen dificultosamente  una delegación técnica  dentro del CNE , que  intenta devolvernos  la confianza en el sistema electoral venezolano.

A punto sin embargo del retiro, se constata la diferencia entre la sintonía que tienen candidatos y   rectores con la ciudadanía. Mientras los candidatos presidenciales están locos porque se hable “de programas y no de condiciones de participación”, como dijo uno de ellos recientemente,  los rectores mantienen que  el mejor programa de gobierno  del mundo no  tendrá oportunidades de llegar a ser instaurado  por una mayoría votante, si   se acepta  la adulteración del REP.

Las tres condiciones de los rectores  de la UCV, UCAB y USB: el chequeo integral del registro para encontrar zonas críticas a las cuales hacerles una auditoría  aleatoria (¿se acuerdan de los miles de González que  tienen la misma dirección en Maracaibo?), el crecimiento inconsistente  del padrón electoral en comparación con el de la población  venezolana y el chequeo de los datos de estados y municipios de frontera,  no son aceptadas  hasta ahora por los rectores  del CNE. Por eso hicieron un preanuncio de su retirada. 

Por supuesto que en plena campaña electoral, a ninguno de los candidatos "mayoritarios" de la oposición: Teodoro Petkoff, Manuel Rosales y Julio Borges les conviene ese retiro, porque decidiría demasiado temprano a muchos electores a abstenerse de participar. Y a los minoritarios tampoco,  porque les privaría de meses de  exposición mediática. 

Traducido. Los políticos de todas las tendencias no quieren que se repita la abstención de diciembre del 2005, la consideran inútil, ya que no favorece a ninguno de los candidatos en campaña. Lo único que quedó claro de ese proceso de elecciones parlamentarias es que diez millones de votantes se quedaron en su casa, al mismo tiempo que los parlamentarios de la oposición perdieron sus empleos. Y los del gobierno dejaron malparadísimo al comandante que vomitó truenos y centellas sobre los jefes de su comando Maisanta.

A nadie sino a los votantes que se quedaron en diciembre pasado en su casas y a los técnicos universitarios de la UCV, UCAB y USB, parece importarles el pequeño detalle de lo que pasaría si se certifican las irregularidades que estamos cansados de denunciar que se producen. ¿En cuanto tiempo las subsanarían si el RE está realmente tan podrido como dicen? ¿Basta abrir el registro  y  hacer como en algunas operaciones  cuando  tras  empezar la operación el cirujano encuentra un proceso terminal y decide cerrar sin más? No, de eso no hablan nuestros dirigentes políticos, y menos los  dirigentes de los partidos del oficialismo, que viven pensando en como harán para darle a su adorado comandante 10 millones de votos.

¿Vale la pena que los rectores sigan dentro del CNE, a cualquier costo,  para darle oxígeno a los candidatos de oposición, pero no la real posibilidad al pueblo elector de participar en unas elecciones limpias?

No lo creo. Esta vez les ha tocado a ellos la hora de la presión. Veamos el material de que están hechos.

lucgomnt@yahoo.es    

 
 
 
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