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Persecución y resistencia 
por Lucy Gómez
sábado, 15 julio 2006

 

Asistía el entierro de alguien muy querido de la familia. Una de esas integrada por gente de todos los bandos.  

Le pregunté a un tío que estaba haciendo ahora. Me había enterado de que había tenido algunos contraticos pequeños con fundaciones dependientes del gobierno, y que mal que bien estaba viviendo de eso, ya retirado del ejército. Me miró como con pena y me dijo, "ya no, ahora tenemos solamente el dinero de la jubilación de mi mujer, la mía y de vez en cuando encuentro algo más.  

¿Y que pasó?  

"Que cuando se dieron cuenta de que yo estaba entre los dueños de la empresa y como firmé, no nos dieron mas nada .Menos mal que mi socio no aparece en las listas porque no estaba aquí cuando los revocatorios. Pero igual, no podía seguir ahí porque no sólo es no es que no se contrata con el gobierno, sino que nadie que contrate o quiera contratar con el gobierno quiere tener nada con uno. Tienen a todo el mundo chequeado.  

Eso paso hace algo más de un mes.  

Esta semana revivieron el juicio contra Napoleón Bravo, por haber descrito con toda exactitud en su programa radial la actividad del Tribunal Supremo de Justicia en el momento en que Linda Loaiza acampaba en sus afueras, esperando que algún magistrado pusiera fin al calvario que hizo que su causa por violación e intento de asesinato, pasara por mas de cuarenta jueces que no se atrevían a enfrentarse a sus victimarios.  

También hace días algunos diputados de la Asamblea Nacional revivieron otro juicio, esta vez contra los directivos de Súmate, ante la Fiscalía y el CNE. La idea es que el dinero de las primarias de la oposición, que ellos se han ofrecido a hacer proviene del gobierno norteamericano, a través de fundaciones. Más o menos colaboración con el enemigo, que en este caso es George Bush. Pero los detalles son zarandajas. Lo que vale aquí es pintarles la marca de Caín. Pasa igual que con el jurista y profesor Charles Brewer Carías, que acusado de redactar el decreto golpista de Carmona, escogió no entregarse y quedarse en el exterior, a venir a Venezuela a pasar humillaciones. Tuvo que salir corriendo de República Dominicana cuando intentaba dar unas conferencias, porque el gobierno venezolano envió una requisitoria en contra suya por Interpol. 

Todos los casos tienen un denominador común. Que todos se producen en Venezuela, que se trata de persecuciones, es decir, reiteradas y continuas acusaciones y procesos que entabla el gobierno contra ciudadanos, a todo lo largo de su mandato, por hechos que nunca antes hubieran provocado tales consecuencias, pues ni el tío de quién les hablé cometió tantos pecados como los alzados contra el dictador Juan Vicente Gómez, ni Napoleón Bravo escribió , como lo hizo Víctor Hugo, el libro Napoleón El Pequeño, contra Napoleón III, ni los directivos de Súmate son franceses colaboracionistas con los nazis después de la victoria de los aliados. No hablemos de la venganza contra Brewer Carías. Hoy no basta el exilio, como le pareció suficiente a Marcos Pérez Jiménez cuando los adecos, copeyanos y comunistas, se fueron de Venezuela durante su gobierno, también hay que buscar a los opositores donde estén, tal como hoy se hace con los narcotraficantes.  

¿Que busca esta persecución?  

Primero, someter al respeto al proceso revolucionario a los desviados. No se trata de la trasgresión a las leyes vigentes, sino de la trasgresión al respeto que sus partidarios creen que se le debe a Chávez y a su creación, la república Bolivariana de Venezuela.  

Firmar contra la permanencia del Presidente Chávez en su cargo, ofender al tribunal supremo con comentarios denigrantes cuando uno cree que no hace su trabajo, redactar un decreto golpista, organizar unas elecciones internas de la oposición, tienen el único dato en común que atentan contra la supuesta majestad del gobierno, su presidente y sus partidarios. Hayan cometido o no esos supuestos delitos los acusados, el caso es que sus acusadores son miembros del tribunal revolucionario en que se ha convertido la Asamblea Nacional, los ministros y los dirigentes del MVR. 

Y aquí vamos al segundo efecto de la persecución, el efecto demostración. Así se deja claro, que a quien firmó contra Chávez, a quien resista, a quien se relacione, a quien piense independientemente de las directivas del proceso, a quién diga lo que piensa en sus programas, le espera la muerte civil por aplastamiento. Le negarán contratos de trabajo, lo harán ir mil veces a los juzgados para hacerlo esperar largas horas a jueces que ya tienen redactada la sentencia condenatoria ordenada por instancias superiores. No lo dejarán salir del país. Le amenazarán de muerte, le insultarán en las decenas de pasquines pagados por el gobierno, nuestra autóctona prensa "chicha".  

La reacción de los acusados, de los perseguidos venezolanos ha sido distinta y variopinta. Sólo tienen en común la resistencia. Patricia Poleo persiste, erre que erre en escribir desde el exterior contra el gobierno. María Corina Machado y Alejandro Plaz, en asistir a cada una de las citaciones que le han hecho en el proceso que se le ha seguido, y en hacer ver que cada uno de los dineros que recibe Súmate se gastan en educación y organización. Napoleón Bravo en decir lo que piensa en su programa, y en calarse también sus propias citaciones. Brewer Carías en denunciar al gobierno venezolano y en dar sus clases El tío, sigue luchando pedacito a pedacito por seguir viviendo.

lucgomnt@yahoo.es    

 
 
 
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