La
aplicación del socialismo del siglo XXI en Venezuela sigue
causando erupciones y por lo tanto comezón social e
institucional. En la Fuerza Armada Nacional el Presidente
se raspó a todo el Alto Mando, incluyendo al comandante de
la Armada, el vicealmirante Benigno Calvo Díaz que tenía
apenas seis meses en el cargo. No se podía ser mas
socialista que esos altos oficiales, que aceptaron e
impusieron al resto de la Fuerza Armada la consigna
política "Patria Socialismo o Muerte", pero lo que
obtuvieron fue su muerte civil, que es lo que le pasa a
los militares criollos cuando se retiran. Ahora va a estar
de moda el ejército de la Reserva y el patanelsuelismo
recalcado por el nuevo ministro de la Defensa, general
Gustavo Rangel Briceño en su discurso, no el bushido y
menos el socialismo democrático en el que insistió el
ministro saliente, el general Raúl Baduel. ¡Que peligro!,
tan democrático y tan al ladito del Presidente, que lo que
quiere es la reelección continua.
En Pdvsa, los obreros rojo rojitos se jactan de haber sido
los esquiroles del paro pe-trolero de 2002 pero hoy son lo
suficientemente incómodos para amenazar a la alta gerencia
y cometer el mismo pecado de la oposición, hacerle un paro
al gobierno. Ya la cosa va por una toma de Caracas la
semana que viene. Los obreros de Sincor se cansa-ron de
viajar de Maracaibo a la capital para pedirle citas a su
gerencia socialista de re-cursos inhumanos y el resultado
ha sido cero. Por eso, las abuelas maracuchas madres de
los despedidos, amenazaron con amarrarse en plena vía para
protestar. Los petroleros del bajo perraje saben que si
pelan este empleo, entran en otro cementerio civil: el de
los ex pedevesos que nadie quiere ni puede recontratar.
Una Organización Civil de Vivienda, creada por el gobierno
para que la gente se autoconstruya su casa, ya que ningún
ministro ha logrado levantar 200.000 casas anuales - que
es el déficit multiplicado por 8 años que tiene el
gobierno- manifiesta en las calles de Maracay porque de
los 5, 5 billones de bolívares que les han asignado solo
llegó la mitad. Las obras que permitirían que levantaran
sus casas en Guasimal, no comenzarán nunca a ese ritmo.
Quieren que los parlamentarios locales los ayuden y hablen
con el gobierno para que les den la plata prometida. Pero
no se han dado cuenta de que el gobierno no quiere oír
hablar de los males que se lo están comiendo; la
imposición del pensamiento único, el apartheid y la
corrupción. Para no hablar del fascismo, que con su cara
más fea e inhumana despide de sus trabajos a los
familiares de quiénes protestan abiertamente, amenaza de
muerte publicando una foto con un tiro en la frente en La
Hojilla de quiénes considera sus enemigos, detiene a
quiénes piden libertad en los estadios de fútbol con las
manos pintadas de blanco, o viola los derechos humanos de
los hijos de los periodistas opositores como en el caso
del de Roger Santodomingo. Creo que serían felices
cosiéndonos un letrero que diga "Escuálidos" en la ropa,
como los nazis hicieron con los judíos, obligándolos a
llevar estrellas de David en los brazos y en el pecho.
Todos estos métodos, que no
sólo caracterizan al socialismo propuesto por el Presidente
de la República en Venezuela, sino a prácticamente a todos
los gobiernos que han protagonizado el socialismo real,
como el de Fidel Castro, Robert Mugabe, Ceaucescu, los
regímenes soviéticos pre muro, etc, están produciendo
reacciones, algunas inesperadamente largas y fuertes como
la que se produjo con el cierre de Radio Caracas TV o como
la que empieza a brotar con la defensa de la autonomía
universitaria. Otras más pequeñas pero igualmente
virulentas, con la cantidad de periodistas, militares,
curas, estudiantes, empleados petroleros y otra gente del
común que han optado por la resistencia personal. Por eso
es que el gobierno busca a toda prisa un antialérgico que
permita al país soportar la reacción. ¿Lo encontrará o no
lo encontrará? Lea el próximo capítulo.
lucgomnt@yahoo.es