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Sin rosas en el PSUV  
por Lucy Gómez  
sábado, 29 septiembre 2007E


Rosa vivió hace 88 años, cuando el socialismo y el comunismo se estaban inventando y no se conocían bien sus efectos sobre la vida de los ciudadanos. Rosa, una mujer difícil, vivió de cerca la Revolución de Octubre, sufrió cárceles y violencia y fue una pensadora cuyas obras escogidas llenan dos tomos. (1)

Creía que el socialismo tenía que ser democrático y no sólo de nombre. En estos momentos en que el esquema del nuevo Partido Socialista de Venezuela apuesta por un solo pensamiento, un solo jefe y una sola lealtad, la que le deben los miembros de su militancia al presidente Chávez, las palabras de Rosa Luxemburgo, que discutía de tú a tú con Lenin y con Trotsky con respecto a la libertad, son recordadas con toda la vigencia de su pensamiento clarísimo:

«La libertad sólo para los que apoyan al gobierno, sólo para los
miembros de un partido (por numeroso que sea), no es libertad en absoluto.
La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de
manera diferente"

Ella, que nació bajo el imperio zarista, advirtió temprano sobre los riesgos que las políticas del gobierno soviético, después de la toma del poder por los bolcheviques, tenían para la humanidad.
Para empezar, como cuenta Juan Manuel Vera (2), no entendió porqué disolvieron el parlamento y restringieron el derecho a voto. Ya por criticar siendo revolucionaria, una disposición del gobierno ídem, hubiese recibido en Venezuela, por lo menos una excomunión de Chávez en cadena nacional.

Fue terminante frente a Trotsky, quien dijo que como marxistas, los revolucionarios rusos nunca habían sido unos fetichistas de la democracia formal. Le contestó que, aun sabiendo el duro contenido de desigualdad social y falta de libertad que se escondía bajo "la dulce cobertura" de la igualdad y la libertad formales, no habían hecho la revolución para repudiar esa igualdad y esa libertad o para eliminar la democracia, sino para crear una verdadera.

Rosa Luxemburgo entendía que la democracia debía ser socialista, porque así se ampliaba la democracia burguesa y no se limitaban sus conquistas. Mas bien se hacían llegar a las masas que nunca habían participado en política.

Pero no había que ser socialista sólo de palabra. El punto era capital: Si no se permite a todos participar realmente, el socialismo será decretado desde unos cuantos escritorios oficiales por una docena de intelectuales.

Sorprendentemente moderna, enfrenta esa perversión citando al propio Lenin:

"el control público es absolutamente necesario. De otra manera, el intercambio de experiencias no sale del círculo cerrado de los burócratas del régimen. La corrupción se torna inevitable...." Nadie lo sabe mejor que Lenin, insiste Rosa, pero está completamente equivocado en los métodos que utiliza. Los decretos, la fuerza dictatorial del supervisor de fábrica, los castigos draconianos, el dominio por el terror, todas estas cosas son sólo paliativos. El único camino al renacimiento pasa por la escuela de la misma vida pública, por la democracia y opinión pública mas ilimitadas y amplias".

El único elemento activo que queda cuando se muere la vida pública es la burocracia, que de vez en cuando organiza unas reuniones donde las cabezas pensantes invitan a una élite de revolucionarios para que aplaudan a los dirigentes y aprueben por unanimidad sus mociones.
Se llega entonces a una dictadura, pero no del proletariado sino la de esa burocracia partidista, infectada por el hongo de la corrupción.

! como nos repetimos los humanos ¡ Que lástima que en Venezuela haya tantas mujeres obsecuentes en el poder y ni una sola Rosa.


Notas:

1) Rosa Luxemburgo nació en Zamosc, Rutenia, territorio actualmente polaco que en 1870 formaba parte del imperio zarista. Estudió en Varsovia y militó desde muy joven en el Partido Socialista Revolucionario. Huyó a Alemania en la década de 1890 ingresando en el partido Socialdemócrata Alemán. Luego fundó en 1915 la Liga Espartaquista y en 1918 integró el Partido Comunista Alemán, que organizó la insurrección de Berlín. Cuando esta fracasó fue detenida y ejecutada a culatazos en 1919. Mantuvo polémicas públicas con Lenin, quién reconoció su papel en el desarrollo del marxismo. (Gran Enciclopedia Espasa, Wikipedia)

2) Juan Manuel vera. Rosa Luxemburgo y la democracia. Texto publicado en Iniciativa Socialista No.28, febrero 1994. Fundación Andreu Nin. www.fundanin.org.

 

lucgomnt@yahoo.es    

 
 

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