Peligrosamente,
para nuestro interés de ciudadanos comunes, algunos
expertos están tratando de convencernos de la inexistencia
de señales de peligro inmediato en los anuncios y acciones
del Presidente Chávez y las autoridades venezolanas en las
últimas semanas.
Unos, porque están de acuerdo con el régimen y se niegan a
ver otra cosa que no sea un camino acolchado, lleno de
flores perfumadas en nuestra ruta al socialismo del siglo
XXI y otros, porque les molesta toda alarma, justificada o
no y quieren a toda costa convencerse y convencernos que
el mejor camino ante la violencia es el apaciguamiento.
.
El abanico es amplio. Empecemos por las señales de
perversión en el socialismo que se nos promete. En el
sistema que se nos anuncia como benéfico por lo justo e
igualitario, idealmente el interés colectivo está por
encima del individual. Dentro y fuera del socialismo real,
se ha denunciado como una gran perversión el culto a la
personalidad, ya que convierte a los líderes en intocables
y anula el pensamiento individual puesto que toda
divergencia de la palabra del líder es inaceptable y
perseguida.
Esta condición aparta a los líderes y a sus colaboradores
del sistema de igualdad social, además de justificar por
adelantado todas sus decisiones, lo cual los equipara con
los miembros de la aristocracia que manejó el sistema
monárquico absolutista y que tanto costó sustituir en
siglos pasados para dar paso a la modernidad.
Por eso exactamente se me revolvió el estómago en el acto
de celebración de la reelección presidencial. Para más
INRI, en el público de parlamentarios y en el presidium
había periodistas, los mismos que se cansaron de criticar
la "coronación" de Carlos Andrés Pérez.
Esta vez se retorcieron de emoción ante la imagen de ocho
metros de alto del presidente Chávez, que presidía la
ceremonia. Y lo de Pérez es lo de menos. Ese era un niño
de pecho ante los ejemplos socialistas y comunistas
históricos criticados por toda la izquierda venezolana.
Las imágenes de Stalin, Mao y Kim Il Sung forman parte del
imaginario siniestro de todos los que estaban aullando de
emoción ante la enorme cara de Hugo Chávez. ¿Cual es la
diferencia? Para mi, igual que los signos externos de
riqueza que denuncian la corrupción de los funcionarios
públicos los símbolos externos del absolutismo mental son
las imágenes de culto, como esta inmensa fotografía del
“líder del proceso”.
Se produjeron en el momento efectos inmediatos de ese
culto que nos explican como funciona el Estado. Allí
estaban los ministros salientes y entrantes, por ejemplo,
chupándose con exageradas muecas de satisfacción los
calificativos aberrantes de Chávez, sólo porque del
príncipe, como lo dijo una vez la ministra María Cristina
Iglesias, uno se come con satisfacción hasta las heces. Le
devolvió a Aristóbulo Istúriz el delicado epíteto de "ser
como el Guaire" que se llena de mierda pero sale
fortalecido y encima comentó que al dejar el cargo puede
irse a bailar tambor, es decir que no tiene nada más que
hacer en esta vida después de ser su ministro de
Educación. Al ex vicepresidente Rangel, le endilgó aquello
de viejo acabado al que sacó de su miseria. Al nuevo
vicepresidente Rodríguez le dijo mascota. A la exministra
del Ambiente, Farias, le reclamó que no terminó con la
limpieza de El Guaire. Ellos recibieron la embarrada
felices.
¿Si eso es para los ministros, que le podemos discutir
nosotros a Chávez, el nuevo dios?
Luego, se dieron otras señales perversas. El Presidente
insistió en el mismo escenario en la eliminación de la
concesión a Radio Caracas TV. Inmediatamente, sus
partidarios justificaron, ampliaron y abundaron. Uno de
los argumentos usados es aquel que hace equivalente la
quiebra provocada de El Diario de Caracas en los noventa a
que el gobierno cierre al canal en el 2007. Algo así como
"bien hecho". Vale lo mismo las peleas encarnizadas de
esos editores con sus trabajadores en los setenta y
ochenta, que el gobierno cierre medios de comunicación,
casualmente opuestos de manera frontal a su política.
Otros se ponen moralistas y señalan que la causa del
cierre es por la programación de telenovelas y
entretenimiento que "envenena el alma de los venezolanos».
Como antes nadie había protestado esa parte, sospecha uno
inmediatamente que detrás de las justificaciones de la
eliminación de las televisoras de oposición, lo que se
esconde es la fea cabeza de la serpiente del pensamiento
único.
Lamentablemente, los programas de entretenimiento se
diferencian poco en la TV local. Si es por eso, podrían
haber empezado las nacionalizaciones por cualquier otro
medio, que casualidad que sea por el medio de un editor al
que el presidente califica de golpista. Otro cantar es que
ninguna de las televisoras del estado, incluyendo al 8,
Telesur, Vive y Vale TV, pasan de 2 % de rating. Si
piensan que el share del canal 2, les es trasladable con
la nacionalización, están cometiendo un error craso.
Ni una palabra para los trabajadores de Radio Caracas TV
han producido por parte de la aún dirigente del Colegio
Nacional de Periodistas, Desirée Santos, vicepresidenta de
la Asamblea Nacional, sabiendo que la lista maccartista de
Tascón, tiene plena vigencia en Venezuela, sobre todo en
los casos de empleados de empresas que ahora son de
interés estratégico para el estado, como los medios de
comunicación social. Nada. Aquí lo que vale es pensar
todos igual y el que no, que se meta a buhonero o que se
vaya del país. Si hubiera pasado esto en la época en que
ella era reportera, los gritos se hubieran oído en la ONU.
Igual reacción han tenido hasta ahora los parlamentarios
periodistas que hacen vida de militantes de partido
mayoritario en la AN .Cantan a una sola voz.
En fin, la última engañifa que soportamos en estos días,
viene de quiénes piensan que concediendo siempre, se
apacigua al violento. Son quiénes nos dicen que con esto
de las nacionalizaciones no pasará nada en el terreno de
la economía individual, que las alarmas en las bolsas
internacionales, que la caída de las acciones de las
empresas locales, no son para inquietarse. Pero tampoco,
amigos míos, para tranquilizarse. Insisto en que las
soluciones personales bien meditadas son muy importantes.
No sé de donde sacaron, en unas cuentas tramposas, que a
la clase media o a la clase trabajadora de este país no la
afecta la nacionalización de la CANTV, que arrastró el
alza del dólar negro. Ayer pasé por las tiendas de
electrodomésticos del centro de Caracas y al revés de lo
que declaran los dueños de las empresas mas grandes del
ramo a los medios de comunicación, ya todos los precios
estaban borrados. Cualquier suma que nos digan en adelante
que cuesta una nevera, una cocina, un microondas, un
secador de pelo, una radio portátil. Nómbreme algo. Su
precio será calculado de acuerdo al dólar negro. ¿Cuanto
es eso? Hasta el viernes se cotizó en Caracas hasta 5000
bolívares, que es a los que lo consiguen los comerciantes
que no pueden pasar por Cadivi, ya que cualquier solicitud
que no sea "preferencial" dura mas de 20 días. Los demás
comerciantes, aunque vendan papas andinas nos la clavarán
igual. Usted que me lee, sabe que no estoy mintiendo,
porque nos ha pasado mil veces. Eso es una rebaja del
tercio de nuestro salario por lo menos. Y quiénes tienen
acciones de CANTV y de las empresas de Electricidad, "ídem
de ídem". Cualquier persona sensata tomaría precauciones,
evidentemente individuales en un país donde el gobierno
declara que cada vez más tendrá el estado en sus manos la
distribución de todas las riquezas nacionales. En el caso
de Venezuela, para distribuirlas de acuerdo a los
criterios del partido de gobierno, entre los necesitados,
venezolanos y extranjeros. Yo desconfiaría inmediatamente
de todo asesor político o económico, del gobierno o de la
oposición que nos hablara "por nuestro bien". Esos son
casi todos unos estafadores. En este país empezaremos a
andar en terreno firme, cuando nos ocupemos cada uno de
nuestra propia realidad.
lucgomnt@yahoo.es