Esta
semana oí las declaraciones de una dirigente de una
asociación de colegios privados, sobre la anunciada
bolivarianización de esas instituciones. Ella mantenía la
posición de negociar con el gobierno la designación de los
planteles donde estudian sus hijos como escuelas
bolivarianas, delimitando claramente las fronteras de lo
admisible y lo inadmisible. No negocia, por ejemplo dejar
a un lado la familia como principal responsable de la
educación de sus hijos. No dejo de preguntarme por el
silencio de los padres del otro grupo, los de los niños
que ya están en liceos públicos llamados bolivarianos, a
quiénes se les está imponiendo un techo de instrucción
preocupante.
No estoy hablando ahora de ideologización, ni de clases de
instrucción política. Tampoco de las cajitas felices roja
rojitas o de las galletas de pira rellenas de papelitos
con lemas chavistas, que regalan en las escuelas de la
alcaldía de Caracas. Hablo de la propuesta de regalar
títulos y multiplicar exámenes para que nunca haya
muchachos que pierdan un año, de la disposición de
suprimir gradualmente todo lo que sea laboratorios y
trabajos de campo, de igualar con un rasero bajo a todos
los alumnos, porque, si todo el mundo va a pasar, estudie
o no, ustedes me dirán para que quiere alguien estudiar,
en principio. Se necesita de un hogar muy fuerte en cuanto
a valores y metas, para que se insista en que hay que
obtener buenas notas por el placer del conocimiento, por
la competencia y el orgullo de saber.
Vengo oyendo muchos comentarios y pocas denuncias firmes
de los profesores y maestros en este caso. Menos de los
padres. Hay mucho miedo, es verdad. Porque ahora los
profesores son los denunciados, se multiplican los padres
que quieren que su hijo pase a como de lugar en los liceos
donde todavía el cognomento de “bolivariano” no se ha
impuesto, donde aun el sistema de notas y el de evaluación
a través de exámenes, continua siendo el mismo. Y las
amenazas de despido y de instrucción de expedientes
sobran.
Uno de estos casos es el de
una señora en un liceo público caraqueño, que insistía en
un examen más para su hija, a quién le habían dado las 8
oportunidades de ley para que aprobara el curso, sin pasar
de un modesto 05. De lío en lío y de amenaza en amenaza,
logró que le hicieran otro examen más y la pasaran a como
diera lugar, haciendo ondear el bolivarianismo familiar.
Recibo quejas de profesores de liceos bolivarianos que
comentan la gravedad de la situación. La instrucción de la
dirección del plantel es que pase todo el mundo. "Yo ya he
propuesto- me dijo uno de ellos que lo mejor es, que
cuando ingresen los muchachos, simplemente se les dé el
certificado de una vez y se les mande para su casa, con la
recomendación de venir si quiere alguna vez a alguna clase
para socializar y mientras, nosotros podemos dedicarnos a
tomar café y a chismear, sin el fastidio de pasar
exámenes, notas y convocatorias, que al final se
convierten en papel mojado".
También me parece criminal como se están borrando las
fronteras entre las materias y por ejemplo, química,
física y biología se convierten en una sola asignatura,
con una nota que vendría siendo una especie de promedio.
En estos momentos, egresados de algunos liceos que usan
este tipo de evaluación tienen dificultades para ingresar
en los planteles que aún no son bolivarianos, porque se
necesita una nota en cada una de estas tres materias para
poder evaluar al joven. Pero, ¿ y cuando todos los liceos
sean bolivarianos? ¿Uno puede ser una nulidad en física y
pasar con las notas de biología o viceversa?. ¿Que tipo de
educación es esa que quiere la medianía, que pretende la
uniformidad por debajo?
¿Porqué en la Universidad
Bolivariana las materias de la carrera que especializan al
egresado son apenas diez por ciento del pensum total y la
tercera parte de las que se ven en otras universidades
criollas? .
La preocupación de algunos profesores va en aumento, en
otros simplemente hay una mezcla de miedo y resignación.
Los gremios, bien gracias. Reaccionan los afectados del
sector privado, de nuevo y no los públicos. Los gremios
educativos del sector público tienen una larga historia de
lucha, especialmente recordada por las metas remunerativas
que usan. Siempre me acordaré de la homologación y de los
contratos colectivos, cuyos incumplimientos se acumulan
uno sobre otro a lo largo de 20 años.
Pero vuelvo a mi primera preocupación, los padres. ¿A
quién beneficia una nota regalada? ¿Porqué hay padres que
lo que quieren es una graduación y no un hijo que pueda
enfrentarse a la vida con un bagaje educativo propio y
sólido?. Hasta dónde nos va a llevar esa mentalidad del
vivo pendejo venezolano, de los que se colean en todas
partes, de los que prefieren defender a un hijo tramposo
que hacerle repetir el año, o fajarse para que estudie en
algún momento (1). ¿Que es eso de “aprovecharse” de las
disposiciones de un gobierno, oportunista en materia
política, para que el hijo de uno sea doctor, cuando todos
sabemos que lo que se desea tener es una serie de
profesionales que tienen de eso solamente el nombre, para
inflar las estadísticas, dependientes en todo de un líder
fundamental, miembros de un ejército no deliberante que le
debe al comandante hasta las notas de la primaria?
No entiendo la sorpresa de algunos porque en el PSUV, el
partido de los comeclavos del chavismo cuente con 4% de
analfabetos. Habrá más. Analfabetos funcionales y por lo
tanto ex ciudadanos. No favorecemos a nadie bajando
nosotros mismos las exigencias de la educación que le dan
a nuestros hijos. Lo más fácil no es lo mejor y contra lo
que muchos creen, estudiar no es una tortura, es el camino
para otros universos donde se piensa con cabeza propia y
la existencia y el porvenir dependen de la propia
voluntad, esfuerzo, perseverancia e inteligencia.
Nota:
1. Todos sabemos que los verdaderos vivos son los
japoneses, le venden relojes a los suizos (CASIO, SEIKO,
etc.), motocicletas a los italianos (YAMAHA, ZUZUKI,
etc.), carros a los gringos (TOYOTA, HONDA, NISSAN, etc.),
cámaras fotográficas a los alemanes (CANON, NIKON, etc.) y
electrodomésticos a todo el mundo (HITACHI, SONY,
PANASONIC, etc.)
lucgomnt@yahoo.es