Ya es
suficiente para muchos compatriotas tener que adaptarse a
otro país por las razones que sean, por sus estudios o por
diferentes tipos de exilios, para tener además que cargar
con un problema que a veces parece quedarse olvidado en
un país llamado Venezuela, donde para conseguir pasaporte
y cédula de identidad hay que pagar a gestores o esperar
más de un año por una cita que no llega, donde la excusa
constante de los organismos oficiales es que “ no hay
material”, donde muchas veces se ha conseguido un tráfico
ilegal para conceder la visa a extranjeros dirigida
desde los mismos organismos oficiales. Pero ahora
exportamos el problema y se lo endosamos a otros países,
como por ejemplo, España.
La
información que tengo acerca de los venezolanos que
padecen allá la falta de material para pasaportes es la
siguiente:
Hace año y
medio en promedio que no los expiden, porque tampoco hay
material. Se supone que hablamos del pasaporte
electrónico, que lleva un chip, pero la máquina que lo
produce no está operando. El documento se debería expedir
en los consulados de toda España, pero, por ejemplo, el
Consulado General de Barcelona, que agrupa a los
venezolanos que viven tanto en esa provincia como en
Almería, Aragón, Valencia e islas Baleares, admite
tranquilamente en su página web, que el problema persiste
desde el 2006, cuando contesta a un peticionario ( yo
tengo la carta) que “este Consulado General está
trabajando en función de mejorar cada día nuestros
servicios de atención al ciudadano venezolano, es por ese
motivo que estamos actualizando los datos de la lista de
solicitudes de pasaportes hechas desde el año 2006-2008” y
a continuación le endosan un cuestionario, pero no dan
le cita ni le piden recaudos. Es decir, no hay documento
de identidad.
Los
venezolanos no solamente necesitan el pasaporte para
viajar, sino que es el único documento de identificación
que poseen, por lo cual, una de las denunciantes, en la
televisión catalana( http: //www.tv3.cat/videos/1047769 )
contó que debido a que le robaron el pasaporte en
diciembre pasado, no puede realizar su master en
Sociología, no puede tener cuenta bancaria, ni tarjetas de
crédito, ni hacer ningún otro trámite normal y después de
su insistencia, en el consulado sólo le han dado una
carta, “ de constancia consular” en donde solamente
constatan su inscripción en su registro . Cuando lo
presentó en Extranjería española se rieron en su cara y
le dijeron que no le sirve en absoluto, porque no es un
documento oficial de identidad. La solución era para
devolverse a Venezuela, perder el master, abandonar sus
obligaciones familiares en España, donde está casada con
un ciudadano español y esperar por un pasaporte nuevo en
las condiciones que ya hemos narrado, padecemos en el
país. Que no se sabe cuando le llegará la cita.
Ella, en
diciembre era la peticionaria número 784. Hay un grupo de
Facebook, donde se cuentan los pormenores, que se llama
Comunidad Venezolana que Resida en España y Tenga
Problemas con Pasaporte. En una semana, desde su creación
a principios de este mes ya tiene 51 integrantes. La
cónsul Belén Rojas, no ha respondido las peticiones, ni
personal ni públicamente. Hay personas que están en
lista de espera desde hace tres años por la renovación.
Necesitan con urgencia que llegue el material, y además
que Venezuela se comunique con las instituciones españolas
y de cuenta de la situación, porque las autoridades
hispanas no entienden una situación tan irregular.
Y los becados
Y el otro
problema gravísimo es con los becados por el programa de
Misión Ciencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que
es cubierto por el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e
Información. Este fondo, través de la Gerencia de
Financiamiento/ Formación de Talentos del Fonacit es el
encargado de hacer mensualmente la nómina de pagos para
luego ser transmitida al Banco Central de Venezuela, que
hace las transacciones a cada una de las cuentas de los
becarios en el exterior. La beca es de 1400 dólares, 900
euros de manutención, mas gastos de matrícula, gastos del
trabajo de grado, seguro médico. Pero el seguro, al igual
que el pasaje lo costearon los becarios con la promesa que
les sería reembolsado el dinero y aún están esperando.
Solo en especialización en telecomunicaciones hay 1300
venezolanos en el exterior por el ministerio, y si se
suman los que están bajo el esquema de becas nacionales,
llegan a 3000. Los funcionarios responsables son la
presidenta del Fonacit, Marta Rodríguez y la ministra de
Ciencia y Tecnología, María Cándida Texeira. Hay mas de
300 becarios en España que no cobran desde noviembre, en
situación muy difícil, con amenaza de quedar en la calle
por no tener con que pagar la habitación, igual ocurre con
la alimentación y el transporte. Han ido a los consulados
y nada, la respuesta es que la beca no llega porque no
han aprobado los dólares. Hay personas que han tenido que
recurrir a pedir dinero, como es costumbre de ciudadanos
rumanos o gitanos, en la calle. No les aprueban las
remesas de Cadivi para estudiantes o familiares.
Los
estudiantes y los profesionales que están sufriendo esto,
son o deberían ser nuestro orgullo. Y los tratamos a las
patadas. Los venezolanos en el mundo son nuestros
familiares, nuestros amigos, nuestra sangre, tienen el
derecho humano a tener documentos válidos de identidad .
lucgomnt@yahoo.es