En esta
apuesta, de saber si las marchas sirven para algo en este
similicuire de régimen democrático que existe en
Venezuela, se me ha ocurrido la notable tarea de evaluar
nada menos que una de mi gremio, del Colegio Nacional de
Periodistas sacrosanto. Las marchas desde el 2002 están
vistas con recelo en mi país porque mucha gente marchó y
bailó (en Venezuela se bailaba en las marchas de protesta
con alegría, es decir, con bailoterapia: merengue, salsa y
reguetón). Pero al aplicar un inmediatismo
político-lógico en el trópico, como no se fue el
protestado (Hugo Chávez), las marchas “no sirvieron para
nada”, etc., etc. y a mí que las veía con sospecha, me
pareció una justificación tremenda para no ir a ninguna
mas (antes no había ido tampoco)
Con esto no
digo exactamente que esté de acuerdo con los críticos. La
bailoterapia política venezolana ha sido suficientemente
juzgada por sicólogos, policías y políticos como inútil,
para yo seguir insistiendo en su idiotez
Me parece que
es evidente .que se logra con ellas algo menos que un
calentamiento de aerobics, porque en este caso, reducir
la protesta ante la Vicepresidencia (que ya era un sitio
menosvenido dado la escasa ingerencia de Ramón Carrizales,
actual vicepresidente en las decisiones finales del
presidente Chávez) a hablar de los problemas de los
periodistas un sábado por la tarde en una zona residencial
y de trabajo lunes-a -viernes, no tiene mucho sentido con
tambor y samba.
Los
opositores, (que INRI) nuestros compañeros de otrora, hoy
partidarios de la Revolución Bolivariana, galoparon sin
problemas policiales ni de los otros, Su único rollo fue
el de verle la cara de limón y de chayota a aquellos
obligados a ponerse la franela roja en el momento en que
le hicieron la reverencia a los jefes del chavismo
(incluyendo a varios de ellos) que siempre han presumido
de libres, revolucionarios y contestatarios.
Que lástima
que ahora, el pensamiento único los lleve en góndola de
la Roca Tarpeya al Silencio, a hacerle fiesta al nuevo
premio nacional de periodismo, nuestro Presidente, y no se
les revuelva el estómago, ustedes siempre tan
contestatarios.
Si, nosotros,
los de la oposición no la tenemos todas con nosotros.
Esto es simplemente un ejercicio de arrechera en medio de
una olla de presión envenenada. Pero no les arriendo la
ganancia. Malo es saber que estás encima de un caballo
alborotado por el miedo y la rabia, del cual no te puedes
bajar. No es nuestro caso. Lo siento tanto, por ustedes,
porque algunos han sido mis amigos.
No siento ni
siquiera asco por lo que hacen, sino una inmensa tristeza
por aquellos sueños muertos.
Hoy,
enfrentada a las carencias de quiénes no se atreven a
desafiarlos y se dicen nuestros dirigentes, llevando esta
marcha como sea y adonde sea, dentro y fuera del corazón,
por nuestras inmensas heridas, no tengo menos que dolerme
mas por ustedes, los muertos de las ideas y del periodismo
que una vez encarnaron y que con ustedes apoyé.
Que lástima
que las cadenas, que los susurros, que los inventos de su
líder militar les alejen de nosotros. Que lástima que
los caminos sigan divididos. Me parece terrible la falta
de ideas de la dirigencia de la oposición, pero me parece
peor la jaladera, la inconsciencia y la ceguera. Este
juego de espejos tiene por norte una sola verdad y allí no
habrá consultas Ni con ustedes, ni con nosotros.
lucgomnt@yahoo.es