No
me dan ninguna lástima. Cada vez que les veo la cara de
ponchados, de esos a quien el presidente no les levanta
mas el teléfono y regaña en cadena nacional, de esos de
quiénes todos los chavistas se desmarcan al día siguiente
como si tuvieran el virus del ébola, me parece que se lo
tienen bien merecido por utilizar la violencia de forma
indivisa contra cualquiera que no comulgue con sus ideas.
Así que Lina Ron, no debate con los curas, sino se mete
violentamente en el Palacio Arzobispal, manda a callar al
cura residente, se agarra la escena para ella y se permite
darle lecciones de moralidad revolucionaria al ministro
del Interior, Rodríguez Chacín, No deja hablar a los
tomistas y convierte ante los televidentes que creían que
habían perdido la capacidad de asombro, la hora del
mediodía en una tribuna para amenazar a todo el mundo y
gritar que con Chávez todo y sin Chávez !plomo!. No sólo
regaña , sino que trata de vejar y humillar a los
periodistas que la rodean, cuando ella depende de ellos
para figurar en el imaginario colectivo. Mas bien, lo que
le queda a uno es pensar que fue la publicación de la
encuesta IVAD donde aparece detrás de la ambulancia en
popularidad, la causa de que se agarrara la toma para
ella.
Pero ahora resulta que, Chávez
dixit, es una líder desviada, infiltrada la derecha, ella
que había pedido que allanaran el este de Caracas:
!Allanen Baruta, Allanen Chacao!, gritaba. Pero no, era
para disimular. Qué cosa, Lina duerme con el enemigo.
Tascón, de memoria infame por
su dedo informático que convirtió en parias a decenas de
miles de venezolanos que votaron en contra de Chávez,
denuncia al hermano de Diosdado Cabello e inmediatamente
nos informa el Presidente que tiene malas intenciones, que
quién sabe a que oscuros intereses obedece y tendrá que
responsabilizarse de todo lo que ha dicho. También lo
amenaza claramente el delfín del régimen, Diosdado
Cabello, a quién le molestan los señalamientos de
corrupción y de derechista endógeno que el otro le endilga
cada vez que puede. Para Chávez, es mejor que se vayan de
una vez. Esos pseudo líderes, que terminen de "saltar la
talanquera".
Caimanes del mismo caño, están
en lo suyo, que es sobrevivir a dentellada limpia. No ha
sido la primera revolución, ni el primer régimen que
empieza a morderse a sí cuando uno creería que iban a
disfrutar mas tiempo del poder omnipotente.
Venezuela verá aún más
execrados, más Tupamaros, mas grupos de la Piedrita del 23
de Enero, que empiezan a preguntarse que después de
doblarle la espina al comandante y darle golpes a quiénes
el mande, o a quiénes ellos creen que el quiera que
golpeen, que más habrá que hacer para no caer en
desgracia.
Cuando le toque el turno al
revolucionario líder del proceso de convertirse en traidor
a su propio invento, probablemente estemos viendo los
estertores de una década de apartheid político y los
cadáveres vivientes de una izquierda que traicionó uno de
sus principios fundamentales: la solidaridad, la verdad y
la defensa de los más débiles.
lucgomnt@yahoo.es