Ciudad
de operativos,
país sin ley -
por Lucy Gómez
sábado,
30 octubre 2004
La
verdad, no tengo ganas de escribir de política. Porque debería
llamarlos al voto, hoy que es día de las elecciones regionales y
no lo haré. Ya he dicho en varias oportunidades, que decisiones
personales basadas en la creencia en Venezuela como una
democracia representativa cuyo voto vale tanto como en las
democracias tradicionales de Europa y Estados Unidos tienen todo
mi respeto, pero para mí dejaron de tener significado. De ahí se
deriva todas los demás consuelos para quién tiene que votar, como
la teoría de los espacios a defender, la de que los políticos
guían en Venezuela hacia la conformación de un país estable, etc.
Yo
creo que es mejor hablar de otros asuntos, como por ejemplo el
crecimiento de los espacios desagradables en Caracas.
Desagradables porque hay acumulación de personas violentas o
desagradables porque hay acumulación de basura y malos olores.
Empecemos por el último.
El
operativo de limpieza de la alcaldía capitalina no ha durado una
semana y después de un mes y medio no están aceptables ni los
alrededores de la Asamblea Nacional, a menos de una cuadra de la
misma alcaldía. Es posible que los niveles de sucio de Libertador,
no sólo permanezcan iguales, es decir asquerosos, como desde hace
seis años en los próximos meses, sino que inclusive se
incrementen en repugnancia tras la victoria del gobierno. Todos
nuestros políticos, una vez que ganan dejan de hacer promesas
nuevas y no cumplen las viejas. ¿no se han dado cuenta?
Es
por eso que me parece necesario que iniciativas individuales para
no caerse cuando llueve - porque uno no cae en agua sino en una
especie de cloaca-, para desinfectar especialmente nuestras
viviendas, tener especiales cuidados con la comida, son
indispensables. Y estoy hablando en serio. Los niveles de
contaminación en Libertador van in crescendo y las epidemias de
gripe, dengue y enfermedades estomacales también.
El
otro operativo, impulsado por el ministro del Interior, Jesse
Chacón, tuvo resultado la primera semana cuando inundó a la ciudad
de guardias nacionales. Después, los ladrones, los asesinos y los
secuestradores le van ganando a la policía y a los guardias 3 a 1.
Recomiendo allí también medidas individuales. Quienes puedan y
tengan físico para eso, deberían tomar clases individuales de
defensa personal. Por lo menos eso lo hace a uno mas confiado y
los demás, por lo menos un paralizer debían tener, como también
hay que concientizarse del peligro que significa vivir en Caracas.
Nunca se detenga si le piden la hora, si le piden dinero, si
quieren enseñarle un negocio fabuloso, ande por ahí con conciencia
de perseguido que eso es lo que uno es. Cuando salga de noche,
trate de no ir a pie ni una cuadra. Revise muchas veces los
vueltos y no compre nada sin chequear si sirve .No se quede a ver
balaceras y salga disparado en sentido contrario cuando vea a
alguien corriendo en la calle o en el metro.
Como usted ya se habrá dado cuenta, en Caracas nadie deja de
robar, porque a nadie se le desalienta en eso. Aquí se roban
apartamentos y edificios enteros en la cara de la fuerza pública,
ponen presos a los denunciantes de los asesinatos y se deja libre
a los asesinos como en el caso de los soldados quemados en el
Zulia. Cuando investigan los secuestros resulta que los
sospechosos son policías, los jueces sueltan a los violadores y
acusan a las golpeadas, lo migran a uno de centro electoral para
un barrio que ni conoce y el CNE sigue gastando en propagandas de
TV donde se promueve como imparcial y transparente. En un país sin
otra ley que la de la fuerza del dinero gubernamental, donde se
persigue por delitos de opinión, se defienden delincuentes,
apalean periodistas, en donde los poderes públicos viven
durmiendo la siesta detrás de una máscara democrática, no se
puede esperar paz, confianza, tranquilidad ni se puede inspirar
sentimientos de seguridad en la población. Uno tiene que
sobrevivir a salto de mata entre los operativos del gobierno y los
propios, únicos indispensables para sacar la cabeza en este mar
revolucionario.
|
|