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Las marcas de la derrota 
por Lucy Gómez

lunes, 12 julio 2004


En fuentes chavistas dignas de todo crédito están algo molestos  por los últimos reconocimientos hechos por el jefe máximo a la oposición. Después de meses de  hacerles creer que no habría revocatorio, y mandarlos a  patalear con todas sus fuerzas, no sólo admitió que  se lo convocaran, sino que  contra todas las predicciones,  los escuálidos se presentaron  a los reparos, firmaron y  le  ganaron.   

Otro día, no se  sabe porqué, el Presidente apareció dando explicaciones sobre su reunión con el diablo, léase Gustavo Cisneros, bajo los auspicios de  uno de los invitados consuetudinarios de este millonario golpista y terrorista, el ex presidente norteamericano Carter. Hay que ver lo que costó explicarle bien eso a la gente. Sobre todo, después de los exabruptos del Centro Carter, en complicidad con  la misión de la OEA en Venezuela, lo que denotaba que  esa reunión era sólo  parte de un juego macabro para   trampear al chavismo. Pero no, el Presidente  dale y dale con que él había sido quién había buscado la reunión. Peor.   Como el que quiere besar busca la boca, todo el mundo lo que cree es que anda pidiendo cacao. En esas cosas, es mejor no dar explicaciones. 

Una de las oportunidades buenas para demostrar que esa reunión no quería decir nada, era pegarle duro a la misión de la OEA, logrando la destitución de  sus jefes aquí. Pero cuando llega el ex secretario general  César Gaviria  y  todo el mundo cree que  va a salir con las orejas gachas por los desbarajustes  de Fernando Jaramillo ,   no solamente el hombre se queda como jefe de misión, sino que  su sucesor en la Secretaría  General, el tico Miguel Angel Rodríguez,  se lanza un discurso al sábado siguiente  apoyando toda la gestión gaviriana  en Venezuela, lo que  ha molestado profundamente "a nuestros rectores Carrasquero y  Battaglini". A ellos  les revienta el hígado los moditos del  hombre, que se lo mete dobladito a todo el mundo,  para no hablar de Jorge Rodríguez que le tiene un contencioso particular a los jefes de misiones  por metiches, hablachentos y  parciales. "Es evidente que son escuálidos. Basta verlos". 

Pero  lo que  los tiene verdaderamente enfermos es que el Presidente  se va para Argentina y allá dice que si le ganan el referendo revocatorio, vuelve a presentarse en campaña al mes siguiente ¿Cómo es eso de si le ganan? Ah no, esto es ¡fin de mundo!   Imprima el artículo Subir Página