Me parece divertido
y reconfortante, constatar hasta donde llega la voluntad del
electorado venezolano para mostrar su desafío al poder. Ya pasó
el mar de lágrimas políticas, pero no los ceños fruncidos y la
rabia de los candidatos de la oposición que se frustraron por
perder la oportunidad de ser diputado tras estas elecciones.
También se nota la inseguridad que marca a los nuevos
diputados del gobierno, que se saben en la mira por su absoluta
falta de respaldo popular. Queda pendiente el análisis del 75 %
de abstención que llama la atención a todo el mundo y cuyo
efecto aumenta cuando se le suma otro fenómeno que le da la
mano para mostrar el rechazo activo del votante al sistema
electoral venezolano, el del voto nulo.
Podía creerse de
acuerdo a la propaganda de CNE con respecto a las máquinas
electorales, antes del proceso del 4 de diciembre, que era
dificilísimo votar nulo. Que era casi imposible Pero lo cierto
es que se contabilizó 1 654 797 votos nulos, que pertenecen a
todos los tipos de votos que se emitieron. Ya que cada elector
podía emitir cinco para escoger diputados lista, nominales,
parlamentos de distinta índole, para votar nulo en estas
elecciones, había que ingeniárselas, sobre todo cuando uno es un
empleado del gobierno a quién no le conviene estar en ninguna
lista. Esos votos nulos, según las cuentas, corresponden a 9,
62 por ciento del electorado al hacer las divisiones
correspondientes.
Vayan sumando: tres cuartas partes
de los electores venezolanos no fueron a votar . A esos agrego
quiénes que frente a la máquina pisaron las teclas básicas para
hacer inútil su concurrencia, con toda la intención de hacer
valer su rabia. Alrededor de 84 % de los electores posibles. Son
interesantes números, tales como los que consiguió el gobernador
Diosdado Cabello en Miranda, donde el nivel de abstención en la
escogencia de los parlamentarios a la Asamblea Nacional
superó la media venezolana, llegando a 82% y también el de votos
nulos, 14 %. ¿Ustedes no se han fijado cuando viajan por
Miranda, la cantidad de barrenderos, obreros en las vías
públicas, misioneros de diversa laya, todos con una franela roja
que dice “Diosdado gobernador”?. Bueno, esos obreros se la
cobraron completica. Les voy a decir porqué. Ese día, la mayoría
dio excusas para no ir a votar, pero los que fueron, dejaron
espacios vacíos en la pantalla de las máquinas marcando menos
votos que los que estaban disponibles, inutilizando los votos
siguientes.
El caso clásico de
Miranda, fueron los barrios de Petare, bajo la doble influencia
del alcalde José Vicente Rangel Avalos y de Cabello. Allí las
UVE atormentaron a la gente desde las 8 de la mañana hasta las
11, momento en el cual, en vista de que la marea roja no bajaba,
enviaron Jeeps para que ayudaran a la gente a llegar a las
mesas.
“ Fulano!,.
vente”. “Nooo, yo voy mas tarde...”. “¡Mengano! Vámonos”. “Ya
yo voy, ya yo voy”. ¡Mira Zutana, que tu sabes lo que te va a
pasar si no bajas!”. “No chica, yo si iría, lo que pasa es que
no tengo cédula”. “¡No me vengas con esa, ¿cuando fue que te la
robaron?, porque yo te ví sacándola en el Mercal el otro día...
¿Resultados? 217 416 electores (82%) de los 264 930 inscritos
en el municipio Sucre de Miranda no fueron a votar y 1553 de
los que fueron , votaron nulo, alrededor de tres por ciento...
Ochenta y cinco por ciento de los petareños, puro barrio
beneficiado por las políticas del gobierno ( según el gobierno)
le dieron la espalda al proceso. Y no me vayan a decir que los
que votaron nulo eran los viejitos y los retardados, porque eso
no se lo cree nadie. Ni que hubo lluvias torrenciales ese día,
como dijo el Presidente en Uruguay, para justificar el desaire.
Si hubieran querido bajar, no los hubiese contenido ni una
nevada.
En Caracas, el
alcalde metropolitano, Juan Barreto no obtuvo mejores
resultados. Setenta y seis por ciento de abstención y 6 % de
votos nulos., 20 mil de los chavistas que se presentaron en las
mesas de Libertador, votaron al revés a propósito. En las
tierras de Nicolás Maduro, en el Valle, se produjo setenta y
cinco por ciento de abstención y 6 % de votos nulos. En Catia,
hastiados de las montañas de basura, de los tiroteos entre
bandas y de los empleos del gobierno que solo duran tres meses,
si te pagan, hubo 74 por ciento de abstención y 7080 votos
nulos, once por ciento de los 61615 votantes que asistieron. En
el 23 de Enero, la política chavista de enfrentamiento entre
Tupamaros y otras sectas del proceso, a tiro limpio en medio de
los pasillos de los bloques, dio sus resultados, así como la
acción de las mafias: 70 por ciento de abstención y 4 por
ciento de votos nulos. En la Vega, los Guerreros de la ídem y
las misiones también hicieron su efecto, 76% de abstención y 6 %
de votos nulos. Para no hablar de los vecinos del presidente,
los sacrificados habitantes de Altagracia, que viven detrás del
palacio presidencial, de los cuales 74% se dedicaron en
solidaridad con el proceso a quedarse en casa o a irse a la
playa. Y de los escasos 5983 votantes que fueron a las mesas (es
una parroquia chiquitica) 731 votaron nulo. Hasta en la
rojísima La Pastora, llena de módulos de Barrio Adentro, de 60
779 inscritos, se abstuvieron 45 246, es decir 75 % y se
produjeron 936 votos nulos. Casi mil personas.
Díganme ustedes si
esto no es un poema. En Caracas, donde la política de los
alcaldes es tratar de respaldar en todo momento con el color
rojo y la movilización pagada a los partidarios del Presidente
para que se vea que tienen “capital político”, hubo un fracaso
completo. Me imagino los gritos y las rabietas, porque las
parroquias de las cuales hablé, según el gobierno, son su
territorio, rojos a toda prueba, defensores del proceso.
Entonces ¿que
pasó? Hay quiénes quieren creer que los barrios estaban
comprados por Chávez. Las personas que creen que todo se compra
y se vende, y que uniforman por sectores sociales a los
venezolanos, incluyendo a muchas de las encuestadoras, tuvieron
una muestra de lo que es capaz de hacer un colectivo cuando
encuentra una manera de salirse de las presiones y amenazas. Hay
que tomar en cuenta además, que muchos venezolanos necesitados
creen y con razón, que todo lo que se les da, le corresponde.
Por lo tanto también pueden criticar si lo que le proporcionan
no se presenta en forma constante, si está sucio, viene
defectuoso o para obtenerlo tienes que dejar que te traten como
un perro, o debes pagar con apoyo político indiviso.
Por otro lado, si
las políticas sociales son las correctas y es verdad el amor
del Presidente por los pobres, ¿ que pasó con el inicio de su
gran reafirmación de diez millones de votos, que era el
espaldarazo que pedía para sus ungidos parlamentarios? Esto
era la anticipación de su gran relegitimación del 2006, pero
obtuvo 2 millones de votos apenas, y corriendito. ¿No será que
además de cobrar muy caro los mercales y las misiones, estaba
pidiendo el apoyo para unos aprovechadores que sólo se
aparecen el día de las elecciones y además se dignan amenazar a
todo aquel que no vote por ellos? ¿ Por qué la amenaza, por
qué la persecución? Los pobres solo tienen su trabajo para
sobrevivir. Hace muchos años, en la época en que vivía aquí un
dictador llamado Marcos Pérez Jiménez, había que llevar las
tarjetas de votación sobrantes a los ministerios para
demostrar que se votó por el régimen y hubo quién le consiguió
las tarjetas correctas a la gente, para que no la despidieran.
Otras veces, le manchaban el dedo a los que no habían votado con
tinta indeleble. Las presiones no se inventaron hoy, ni la
salida 2005 de pararse delante de las máquinas y votar nulo,
tampoco.
lucgomnt@yahoo.es
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