La
propuesta de un partido único, piso político oficial del
Presidente Chávez, que borre las siglas del MVR, PPT, Podemos
, UPV, Tupamaros y al mismo tiempo difumine todo liderazgo que
no sea el suyo, se suma a otros intentos de reescribir la
historia política venezolana y centralizar alrededor del
Presidente las instituciones nacionales. Recuérdese cuando
intentó borrar las gobernaciones, designando a los comandantes
de guarniciones militares gobernadores militares de los
estados, por la vía de la asignación de enormes sumas dinero
en efectivo, al inventar el plan Bolívar 2000 y retardar muy
malintencionadamente los recursos que les correspondían por
situado constitucional.
El rol de los partidos, como intermediarios entre el líder y
el pueblo, no parece servirle sino para atender a aspectos
estéticos de su régimen, puesto que a cualquier estado
moderno, si quiere participar de beneficios de asociaciones
comerciales o políticas de nivel mundial, como las Naciones
Unidas o la Organización Mundial de Comercio, le conviene
mantener un modelo de gobierno que por lo menos parezca
permitir la participación en igualdad de condiciones, de la
mayoría de sus ciudadanos. Para no hablar de las bellezas
mediáticas globalizadas que también lo conmueven y ante las
cuales debe aparecer muy democrático, por ejemplo, CNN.
La historia venezolana del voto grande entre 1958 y 2000
registra por lo menos treinta y dos partidos, que obtuvieron
mas de 1 % del electorado, duraron mas de dos elecciones o
fueron la base de apoyo de líderes que representaron una
tendencia históricamente reconocible. Hoy ha desaparecido 71,
8% de ellos. Pero lo que no desaparece es la tendencia
venezolana a formar un tenderete propio para atender los
intereses personales hasta en la gran política. La tendencia,
quiéralo o no el actual presidente, sigue siendo la división,
la división y la división.
El MVR no se está uniendo precisamente a otros, sino que está
dividido, prácticamente desde su fundación entre una tendencia
militar y una civil, entre otras manifestaciones
fraccionalistas en Táchira, Trujillo, Anzoátegui, Barinas y
Guárico. Sus partidos aliados, como el PPT y Podemos, se
resisten a desaparecer con declaraciones y acciones que
denotan su deseo de supervivencia, como por ejemplo el manejo
de cuatro candidatos presidenciales que se inscribieron en el
CNE y fueron retirados por José Albornoz, secretario general
del PPT, quién trató en todo momento de dar importancia a sus
maniobras, queriendo hacer el indispensable.
Hay que sumar las declaraciones de independencia del comando
Miranda por parte de Ismael García, de Podemos y las
declaraciones de Lina Ron, de UPV sobre la necesidad de que
mas de 10 % de los miembros de mesas sean chavistas, en las
elecciones del tres de diciembre, ofreciéndose por supuesto a
vigilar el asunto. También hay que anotar por ahí la guerra a
muerte que tienen los Tupamaros con sus hijos desviados en el
23 de enero. Habría que ver si el PCV, que se ha presentado en
todas las elecciones desde 1947 para acá, menos cuando estaba
inhabilitado, aprobará desaparecer sumiéndose en el partido
único, al igual que el MEP que ha repetido la misma conducta
desde que apareció en pantalla.
Por cierto, por si acaso el argumento es la poca votación que
han obtenido los partidos que apoyan a Chávez, al PCV no le ha
importado para nada que en todo ese tiempo no haya llegado a
ganar ni al uno por ciento de electores a no ser en las
elecciones de 1958, cuando sacó su votación máxima 3,23% de
votos.
Así pues pareciera que el comandante, a quién le gusta ser
como el sol, alrededor del cual giran los planetas, se las va
a ver negras, empezando por el manejo de su propia gente,
cuando quiera convertirnos en un solo grupo chavezpendiente.
Tiene además una tendencia a la mimetización con el proceso
cubano, que se expresa en temas como la aspiración a un puesto
en el consejo de Seguridad de la ONU, donde intenta repetir
los esfuerzos “por la dignidad” de Cuba , enfrentada a
Colombia en 1979. El caso del partido único es similar.
Hubo un proceso unificador de los partidos políticos
partidarios de la revolución en Cuba, cuando se formaron las
Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), con el
Movimiento Revolucionario 26 de Julio, liderado por Fidel
Castro, “fundador del Ejército Rebelde e iniciador de la
última etapa de la lucha revolucionaria”; el Partido
Socialista Popular (PSP) (Comunista) cuyo secretario general
era Blas Roca y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo,
dirigido por el comandante Faure Chomón Mediavilla.
“Después de unos meses de vida” se inició una nueva etapa en
1962 donde se superaron “los errores de sectarismo” por parte
de miembros de la dirección de las ORI con la construcción de
un partido, que se denominó Partido Unido de la Revolución
Socialista de Cuba (PURSC). El 3 de octubre de 1965, quedó por
fin constituido el primer Comité Central del Partido Comunista
de Cuba (PCC).
Venezuela apuesto que seguirá igual. Murieron la Cruzada
Cívica, Irene, Morena, Convergencia, AD no aparece registrado
para las elecciones que vienen, Copei quedó reducido a 2,15%
del electorado en las elecciones de 1998, pero aparecieron
Proyecto Venezuela, Primero Justicia y Nuevo Tiempo. El MAN
murió con Germán Borregales y URD pasó de 30 % en las
elecciones del 58 a 0,08 % en las elecciones del 98, pero hoy
están registrados decenas de partidos regionales y nacionales,
¿Sabe uno cuántos prevalecerán en veinte años más?
Unico, no creo.
Notas:
1) www.pcc.cu/pccweb/pcc/historia
2) En 1938, el Partido Comunista Cubano había integrado el
primer gabinete del gobierno de Fulgencio Batista. Y le costó
mucho aceptar como jefe supremo de la revolución a lo que
parecía, salvando las distancias, otro revisionista disfrazado
de revolucionario, Fidel Castro. En Venezuela lo habríamos
llamado, otro adeco.
lucgomnt@yahoo.es