Hubo un viernes
lleno de noticias para los venezolanos, pero no nos pudimos
enterar sino en diferido. Una cadena presidencial desde
Argentina, transmitió un acto de la anticumbre organizada por
opositores al encuentro organizado por el presidente Néstor
Kirchner y anuló tres horas de transmisiones de TV. No nos
enteramos de nada de lo que pasaba en nuestro país mientras
tanto, sino de las canciones izquierdistas, los gritos contra
el ALCA y Bush y las palabras de distintos oradores, incluyendo
al presidente Chávez.
Uno de los
oradores mencionó a los cinco presos políticos de Cuba en
Estados Unidos, como objetivo de liberación. No hubo ninguna
mención de las decenas de presos políticos periodistas y
escritores que hay en Cuba. No entiendo porqué estos campeones
de los derechos humanos, no mencionaron a las mujeres vestidas
de blanco, que lloran, al igual que lo hicieron las abuelas de
la Plaza de Mayo, por sus esposos, por sus hijos. Debe ser que
todos los presos no son iguales. Además, quienes están en la
cumbre saben, pero no dicen, que los presos de Cuba, están en la
cárcel por asuntos que en cualquier otro país, de casualidad
llegan a condena pecuniaria por pérdida de demanda civil. No
hablemos de los presos políticos venezolanos que siguen para esa
izquierda en la categoría de fantasmas.
En la cadena,
bastante fastidiosa para mí, cantaron canciones viejas, sin
modificar, rimando dolencias con falencias. Esas canciones
encuentran un ritmo extraño en Venezuela, donde sí pegan, pero
con pobreza, desastre, desatención del mismo partido que las
canta, porque esa izquierda está en el poder. El “campeón de los
pobres” desde hace siete años hace que se nos agraven esas
penas. En Argentina, las mismas canciones que evocan libertad y
reclamo aquí remarcan el descuido y el robo, porque las quejas
y los dolores por la opresión del poder, deberían haber
desaparecido tras siete años de llegar a la tierra prometida de
la revolución.
En Argentina, les
parece graciosa una transmisión que dura tres horas con gente
que les haga el fo a Bush. En Venezuela, quisiéramos que esas
transmisiones se las calaran igualitas todo el tiempo como
nosotros, a ver si gozan.
Mientras se
produjo la transmisión, llegó a Venezuela un beisbolero adorado,
el manager ganador de la Serie Mundial para los Medias Blancas,
Oswaldo Guillén. Las televisoras mostraron lo que no se pudo
ver por la cadena de TV, cuatro horas mas tarde.
Esa es la TV
venezolana. Aquí no hay como elegir. Los pobres tuvieron que
calarse al Presidente Chávez exigiendo que otros hagan lo que
el no hace en su tierra, como también la adulación de sus fans
argentinos, uruguayos y bolivianos. Quiénes tienen cable se
cambiaron a Animal Planet, donde se ven animales más
inteligentes.
lucgomnt@yahoo.es
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