Este
balance de elecciones, incluye apreciaciones que algunos
pueden considerar poco halagadoras. Pero estoy convencida de
que el pueblo venezolano que votó por el continuismo de
Chávez, procedió de acuerdo a su costumbre en los últimos
años. Votó consecuentemente entonces. No hay que sorprenderse
de los resultados abstencionistas que le acomodaron mejor los
resultados al chavismo, de la votación altísima de Chávez en
zonas depauperadas como Vargas, de que Libertador que es una
de las zonas más sucias y olvidadas del país, que en Caracas,
la capital internacional del crimen, se haya reforzado la
unión del pueblo y el comandante.
Se trata de decisiones de un colectivo que decidió votar de
acuerdo a sus intereses específicos, de acuerdo a sus
problemas inmediatos, mal resueltos para el 80 por ciento de
los electores que siguen pobres y desesperados, pero al fin y
al cabo, que siguen siendo beneficiarios de un subsidio, de
aquellas burusas de las que tanto hablaba el candidato de la
oposición, Rosales. Y prefieren las burusas de hoy a un quizás
democrático donde haya que construir trabajando y educándose
duramente. La libertad de expresión, la defensa de la
democracia son para ellos además, palabras vacías.
Estamos en una situación, en la que tanto los pobres de
solemnidad como una parte de la clase media consideró en
primer lugar cuidar sus lazos con el gobierno, temió lanzarse
a votar y a sacar de la primera magistratura a un hombre que
les ha asegurado su amor. Y que les ha prometido que alguna
vez cumplirá sus promesas de vivienda, seguridad y crecimiento
económico. Es exigente, gritón, demandante e incumplido, pero
algo tira detrás suyo. Para que lleguemos al nivel de
subsistencia, eso sí, recordando siempre a quién se le debe el
pan.
La clase media que se abstuvo o que votó por el candidato,
defendió también sus intereses inmediatos, muy pero que muy
respetables. Las relaciones con el estado, los contratos con
el gobierno, la supervivencia de sus empresas y de sus
empleados, que dependen de esos acuerdos, también valen en
este contexto.
Los venezolanos quieren que les den para seguir viviendo de la
teta del estado aunque no produzcan, chupando su pobreza rala
y roja, de esas que le gusta al presidente observar, esas
pobrezas dependientes a las que puede recoger y colocar como
joyas que brillen en su manto real ..
No descarto, por otra parte, la existencia de miles de
irregularidades que construyeron una trampa estructural para
la oposición en el sistema electoral. Nunca me han aclarado
como votante, que ha pasado con las migraciones electorales,
en cuanto inciden los votantes extranjeros nacionalizados a la
carrera ni porqué nunca se tomaron en cuenta ni se
investigaron las presiones que se ejercieron sobre los
funcionarios públicos para que votasen con el gobierno..
Recuerdo muy bien que cuando los rectores de varias
universidades decidieron participar en la revisión del
registro electoral y se compuso finalmente un escenario donde
todos ellos quedaron fuera y dominaron la revisión los
universitarios de todas las universidades dependientes del
estado.
¿Ventajas del proceso para mí? Si las tiene y muchas. La
primera de todas, reconocer quiénes somos. Unos electores que
tienen el estómago como prioridad. Gente a la que le importan
mucho menos que su subsistencia inmediata, si Venezuela se
vuelve socialista al estilo marxista cubano o no, si los niños
van a ser educados para hacer de ellos sujetos políticos desde
pequeños, si la propiedad privada deja de ser un derecho tal y
como lo conocemos. Si la fuerza armada está o no al servicio
del partido del jefe del estado. Si a los presos políticos los
parte un rayo. Todo eso no estuvo en discusión para muchos
votantes. Solamente el apoyo a un hombre, independientemente
de las consecuencias de su proyecto. Así, ya nos damos cuenta
de que vivimos en una nación sin grandes motivaciones
políticas, con cuatro millones de personas que son un capital
de arranque. Para sacar a la mayoría del voto rojo, habrá que
medir de nuevo cuando se vacían los estómagos, ponerse a salvo
de los estallidos y construir a partir de lo que quede con
aquellos, en minoría hoy, dispuestos a construir, a trabajar y
a aprender de la modernidad.
lucgomnt@yahoo.es