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El voto y la supervivencia
por Lucy Gómez
sábado, 9 diciembre 2006

 

Este balance de elecciones, incluye apreciaciones que algunos pueden considerar poco halagadoras. Pero estoy convencida de que el pueblo venezolano que votó por el continuismo de Chávez, procedió de acuerdo a su costumbre en los últimos años. Votó consecuentemente entonces. No hay que sorprenderse de los resultados abstencionistas que le acomodaron mejor los resultados al chavismo, de la votación altísima de Chávez en zonas depauperadas como Vargas, de que Libertador que es una de las zonas más sucias y olvidadas del país, que en Caracas, la capital internacional del crimen, se haya reforzado la unión del pueblo y el comandante.

Se trata de decisiones de un colectivo que decidió votar de acuerdo a sus intereses específicos, de acuerdo a sus problemas inmediatos, mal resueltos para el 80 por ciento de los electores que siguen pobres y desesperados, pero al fin y al cabo, que siguen siendo beneficiarios de un subsidio, de aquellas burusas de las que tanto hablaba el candidato de la oposición, Rosales. Y prefieren las burusas de hoy a un quizás democrático donde haya que construir trabajando y educándose duramente. La libertad de expresión, la defensa de la democracia son para ellos además, palabras vacías.

Estamos en una situación, en la que tanto los pobres de solemnidad como una parte de la clase media consideró en primer lugar cuidar sus lazos con el gobierno, temió lanzarse a votar y a sacar de la primera magistratura a un hombre que les ha asegurado su amor. Y que les ha prometido que alguna vez cumplirá sus promesas de vivienda, seguridad y crecimiento económico. Es exigente, gritón, demandante e incumplido, pero algo tira detrás suyo. Para que lleguemos al nivel de subsistencia, eso sí, recordando siempre a quién se le debe el pan.

La clase media que se abstuvo o que votó por el candidato, defendió también sus intereses inmediatos, muy pero que muy respetables. Las relaciones con el estado, los contratos con el gobierno, la supervivencia de sus empresas y de sus empleados, que dependen de esos acuerdos, también valen en este contexto.

Los venezolanos quieren que les den para seguir viviendo de la teta del estado aunque no produzcan, chupando su pobreza rala y roja, de esas que le gusta al presidente observar, esas pobrezas dependientes a las que puede recoger y colocar como joyas que brillen en su manto real ..

No descarto, por otra parte, la existencia de miles de irregularidades que construyeron una trampa estructural para la oposición en el sistema electoral. Nunca me han aclarado como votante, que ha pasado con las migraciones electorales, en cuanto inciden los votantes extranjeros nacionalizados a la carrera ni porqué nunca se tomaron en cuenta ni se investigaron las presiones que se ejercieron sobre los funcionarios públicos para que votasen con el gobierno.. Recuerdo muy bien que cuando los rectores de varias universidades decidieron participar en la revisión del registro electoral y se compuso finalmente un escenario donde todos ellos quedaron fuera y dominaron la revisión los universitarios de todas las universidades dependientes del estado.

¿Ventajas del proceso para mí? Si las tiene y muchas. La primera de todas, reconocer quiénes somos. Unos electores que tienen el estómago como prioridad. Gente a la que le importan mucho menos que su subsistencia inmediata, si Venezuela se vuelve socialista al estilo marxista cubano o no, si los niños van a ser educados para hacer de ellos sujetos políticos desde pequeños, si la propiedad privada deja de ser un derecho tal y como lo conocemos. Si la fuerza armada está o no al servicio del partido del jefe del estado. Si a los presos políticos los parte un rayo. Todo eso no estuvo en discusión para muchos votantes. Solamente el apoyo a un hombre, independientemente de las consecuencias de su proyecto. Así, ya nos damos cuenta de que vivimos en una nación sin grandes motivaciones políticas, con cuatro millones de personas que son un capital de arranque. Para sacar a la mayoría del voto rojo, habrá que medir de nuevo cuando se vacían los estómagos, ponerse a salvo de los estallidos y construir a partir de lo que quede con aquellos, en minoría hoy, dispuestos a construir, a trabajar y a aprender de la modernidad.

lucgomnt@yahoo.es    

 
 
 
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