En
menos de una semana, hemos asistido a unos cuantos episodios que
parecen capítulos de series de TV y que seguramente continuarán
como programas de alto rating de la temporada política
venezolana.
En horario estelar, hay una saga cuyos protagonistas son grupos
de fuerzas especiales, que llegan de Colombia, sin el
conocimiento de nuestros ministros de policía, a secuestrar a
directivos de la FARC.
En
uno de los primeros capítulos, el ministro del Interior confiesa
que los miembros de la dirección de los movimientos
guerrilleros colombianos, catalogados de terroristas por la
Unión Europea y los Estados Unidos, tienen que pasearse con una
etiqueta en la frente para que él los pueda reconocer. La
bandana que casi pide el ministro venezolano que los
guerrilleros se coloquen en la cabeza, debe decir clarito
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. En otro capítulo
se ve como la parlamentaria del MVR Marelys Pérez Marcano no
tiene el mismo impedimento, puesto que reconoció inmediatamente
al encargado de las relaciones diplomáticas de ese
importantísimo movimiento insurreccional suramericano, Rodrigo
Granda, al pedirle que no interviniera oficialmente en el
Congreso de intelectuales que ella organizaba, sino como parte
del público.
En
otro capítulo, se ve al mismo ministro enterándose al leer El
Nacional que Granda vivía en un terreno de Aragua, Las Mercedes
de Tasajera, municipio Revenga y que es vecino del ex
presidente de la Asamblea Nacional, Francisco Ameliach. Yo ya
le habría reclamado a Ameliach que no me hubiera comentado el
asunto, aunque es capaz, de que como no iba nunca a la AN
tampoco se apareciera mucho por aquel terreno.
Otra escena muy importante es aquella en que el jefe del
Estado, cual Júpiter, lleno de justificada y sabia cólera, rompe
relaciones comerciales con los agresores vecinos para
demostrar con un golpe de efecto, que de verdad su gobierno no
sabía que el canciller de las FARC estaba aquí, que no es
cierto que el secuestro se produjo con la anuencia de su
gobierno, que tampoco es verdad que , como dice Pompeyo Márquez,
la captura se produce después de un impasse Chávez- Granda por
la muerte de trabajadores petroleros a manos de la guerrilla en
la frontera, ya que le habían prometido no trasladarnos su
mortandad para acá. Y por supuesto que tampoco sabía nada de
las vinculaciones que según el fiscal general de Colombia,
tenían Granda y Montesinos (se acuerdan de su secuestro en
Caracas, que casualidad), con la compra de AK-47 para la
guerrilla colombiana.
Me
imagino que en algún momento de este mes o del otro, veremos el
capitulo final de otra serie sobre un intento de magnicidio
también producido en tierras colombianas, que según nuestro
gobierno se produjo el año pasado. Casi un centenar de
mercenarios fueron capturados en el pueblo de El Hatillo, tras
un mes y medio de adoctrinamiento y entrenamientos casi
públicos, que al igual que los retiros espirituales de los curas
nuestros incluían una apetitosa ración de cachitos. Entonces
produjeron el estúpido robo, no de una aeronave, ni de misiles
tierra aire, sino de un autobusete. Hay que ver como se pusieron
en manos del diablo esos magnicidas, al no contar con la
capacidad de intriga de la novia de uno de los conductores, una
chama de armas tomar, que fue a contárselo todo a la policía
hatillana. Sus efectivos se llevaron los lauros de la captura y
humillaron con su competencia a la DIM y a la CICPC. Esos eran
los paramilitares, que según el gobierno iban a conquistar
Miraflores cruzando la autopista del este, expuestos a una
reverenda cola a hora pico caraqueña, montados en su autobús.
Según sus madres, eran unos buhoneros, zapateros y buenos para
nada de Cúcuta, que se llevaron engañados. El desenlace
mostrará, si en realidad son unos émulos de la Legión Extranjera
o unos crédulos campesinitos engañados por unos venezolanos
desgraciados.
Tercer best seller
La
unidad de las fuerzas revolucionarias o como deshacerse de los
compañeros de viaje es otra de las series de la productora
gubernamental de entretenimiento. Todo lo que huela a PPT, Vamos
o Podemos, para afuera. A Vladimir Villegas, que señala muy
cuidadosamente que sigue siendo amigo del PPT, pero no se cuenta
hoy entre sus filas, salió del canal 8 por siaca, manchado por
supuestos hechos de corrupción.
Alí Rodríguez Araque, ex presidente de PDVSA ahora es canciller,
supuestamente porque se iba a llevar mejor con Condoleeza Rice
que los demás. Condoleeza sigue sin aparecer en pantalla, Colin
Powell sigue al bate y Rafael Ramírez concentra ahora en sus
manos el ministerio de Energía y la presidencia de PDVSA,
porque es hombre de toda confianza. No fue al revés.
Me
han contado que Rodríguez Araque en la cancillería, ni corta ni
pincha porque tiene por encima al vicepresidente José Vicente
Rangel y por debajo a cinco vicecancilleres, cuyos respectivos
serruchos se oyen en Los Teques, desde Maripili Hernández,
encargada de las relaciones con Estados Unidos hasta William
Izarra, gran jefe de las relaciones con Oriente . Ahora está
vigilado por arriba, por debajo y por los lados. Hay que ver,
que cuando estaba en PDVSA hasta se le ocurría contradecir al
Presidente en público, en ocasiones en que acusó de corrupción a
alguno de los funcionarios petroleros.
Luego, la parlamentaria Iris Varela, se convierte en la cabeza
de una comisión que investiga las policías de Guárico por
asesinar a 198 personas. El gobernador Manuitt responde que sus
policías son unos santos y que lo que pasa es que hay una
campaña contra el PPT, de quién forma parte.
¿ A quién le creemos, a Varela o a Manuitt?
¿Quién mas es del PPT? Ah Aristóbulo Istúriz, ministro de
Educación. Y María Cristina Iglesias, a quién se le nombran
varios sustitutos desde diciembre.
La
película del siglo XIX
Las invasiones de haciendas, de terrenos de emisoras de radio y
de reservorios de fauna, ocupará por supuesto nuestra atención
como a finales del año pasado lo hacían las invasiones de
edificios en Caracas, sobre todo si estaban en el este y cerca
del Metro. Hoy se trata de las invasiones de haciendas, sobre
todo si el nombre del dueño huele a familia bien y están al lado
de la autopista con muchas vacas apetitosas y sembrados bien
cuidados.
No
es difícil el asunto. Es simplemente otra cara del ejercicio "
ponte en la buena con el Presidente". Agarras a unos tipos de
unos barrios, te los llevas para el primer terreno que veas o
que creas que esta descuidado y te proclamas adalid de la guerra
contra el latifundio. No es relevante que la serie se vea como
película mexicana de los años cuarenta.
No
se trata de trabajar la tierra, sino de conseguir vivienda, de
cobrarse unas cuantas facturas y de ganar fama de
revolucionario. Aconsejo informarse bien antes de meterse en
las haciendas de los militares del régimen.
La
última serie que preveo que veremos desarrollarse en nuestras
pantallas, no la menos importante es la persecución de la
disidencia o como imponer la ley del silencio y la del machete.
Los actores principales serán los acusados, presos y
demandados: los tenientes que fueron a parar a los Estados
Unidos porque se les ocurrió manifestarse en la Plaza Altamira
y ahora están acusados de conspiración y golpismo, asunto que
pone en peligro la concesión de su asilo, los periodistas
señalados por sus escritos, o mas bien por sus actitudes, a
quiénes ya se les empieza a negar la salida del país como a
Ibéyise Pacheco, los abogados que inician juicios contra los
jerarcas del régimen, como en el caso Tulio Alvarez y jubilados
de la asamblea Nacional vs William Lara, ex presidente de la
misma Asamblea, los editores a quién constantemente se les
muestra el tramojo con requisitorias a toda página publicadas en
sus mismos periódicos. Cualquiera puede tener sus 15 minutos de
fama. Para participar basta escribir algo que le parezca
injurioso a un funcionario público, bastará con un ejemplar de
tu artículo o de tu caricatura para iniciar un juicio. Se
corren apuestas sobre quiénes serán los primeros en ser citados
y apresados por jueces cuya lealtad revolucionaria nadie pone
en duda.
¿Que les parece la programación?
lucgomnt@yahoo.es

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