Confiado
en un gobierno que se proclama bolivariano y amigo de los
movimientos de liberación de los pueblos, con pruebas abundantes
de esa inclinación en su bolsillo, puesto que aquí le dieron
techo y carta de nacionalidad venezolana, un doble cedulado
fue capturado en Caracas, trasladado a Colombia y seguramente
en breve despachado a los tribunales de los Estados Unidos.
Es
uno mas de los centenares de secuestrados que se traga la
guerra dirigida por los equivalentes a los despóticos reyes de
otrora. A nadie le importa después que desaparecen, adonde
están, como viven hoy. Sólo a sus familiares . Granda, Ingrid
Betancourt, Richard Boulton, Simón Trinidad. Son algunos de los
más conocidos ¿ Que los diferencia?
Sólo
que Rodrigo Granda y Simón Trinidad han jugado los dos papeles,
el de víctima y el de victimario. Su situación es consecuencia
de su propia política, soldados que se arriesgan a la
captura. Ingrid Betancourt, Richard Boulton o cualquiera de
los secuestrados venezolanos, no han jugado sino uno solo de
los roles. De resto caracteriza al procedimiento la misma
injusticia: la misma manera de obviar el cumplimiento de la ley,
la misma extraterritorialidad abusiva de organizaciones y
naciones en guerra, el mismo desprecio por la persona humana.
Me
dirán que Granda no tiene derecho a que su abogado proteste.
El mismo presidente Uribe hace la comparación. Yo creo que sí
tiene derecho a denunciar y a pelear contra un procedimiento
ilegal, lo que pasa es que su protesta se le vuelve un
sarcasmo. Porque el movimiento del cual ha sido jefe, justificó
siempre el uso del secuestro y la petición de dinero, así como
las ejecuciones extrajudiciales y la vacuna como elementos
válidos para el ataque en una guerra en la que el otro , aunque
sea civil es simplemente un objetivo militar o una ficha y todo
se permite al combatiente en nombre de alcanzar la victoria.
En este caso, recurrir a la misma legalidad que se condena para
defenderse es lógico, pero suena postizo .
Cuando al comienzo del gobierno de Chávez nos asombrábamos de la
proclamada neutralidad del gobierno con los movimientos
guerrilleros vecinos, era previendo que aquellos polvos
trajeran estos lodos. Poco a poco, la guerra colombiana creció
en nuestra casa . No se trata solamente que cada vez haya mas
secuestrados, hacendados o no, sino que toda una mafia vende y
compra venezolanos en el centro del país como le hicieron a
Richard Boulton, o se esconden en Caracas secuestradores de
aviones colombianos como en el caso de José María Ballestas, o
le dan ciudadanía a un político prominente, nada menos que un
diplomático de alto nivel de las FARC
Si
se la dieron sin saber quién era, se une la ineficiencia a la
bolsería de nuestros funcionarios públicos . Y si se la dieron
sabiéndolo - no puedo pensar menos de la inteligencia de
nuestros ministros - el tema es parte central de una política
que se nos ha vuelto tan peligrosa como se le volvió a los
argentinos el esconder a los nazis de la post guerra o a los
países centroamericanos y a México dejar operar a los
representantes de la guerrilla de Nicaragua y El Salvador en sus
países. Se pasa rápidamente de aliviadero a campo de
batalla. No nos extrañemos pues, no solo de los secuestros,
como los israelíes hicieron con Adolf Eichmann, sino de los
bombazos o de los asesinatos políticos que puedan ocurrir en
adelante en nuestras calles.
Para
que vean que no estoy hablando tonterías, este viernes fue
trasladado a Caracas un hombre acusado de ser paramilitar y
operar junto a otras 20 personas en el estado Bolívar
(1)
La Disip investiga el asunto en Upata. Pues bien, al momento de
ser capturado llevaba un carnet que lo identifica como miembro
del MVR del Táchira, un pasaporte colombiano y una cédula
venezolana a nombre de José Manuel Echeverría Morales. Lo que
pasa es que no ha habido más alboroto porque el hombre no es la
eminencia gris del ex presidente peruano Alberto Fujimori, ni
uno de los jefes máximos de algún movimiento guerrillero
colombiano.
Nuestros vecinos viven en los últimos veinte años las
consecuencias de varias guerras horribles: el exterminio de
su izquierda legal, el recrudecimiento de la actividad
guerrillera , con su largo cortejo de atentados y secuestros
masivos, la guerra de exterminio de los carteles de la droga y
la toma de territorios por los paramilitares a sangre y
fuego. Se trata de un país en donde inclusive se pensó que
llegaría a un proceso de balcanización. Hoy, la posición de
nuestro gobierno frente a la internacionalización de esas
guerras nos perjudica.
La
verdadera neutralidad del gobierno venezolano no está en
permitir las operaciones de uno y otro bando dentro de nuestras
fronteras. Tan malo es que permita la nacionalización de un
jerarca de la guerrilla colombiana como que se haga la vista
gorda con su secuestro como lo hizo con el de Vladimiro
Montesinos. Para colmo, deja también actuar a su antojo a
esos comandos particulares semi mafiosos, mezcla de fuerzas
especiales con abogados, que bailan al son de las recompensas
internacionales. No otra cosa se deduce de las lastimosas
explicaciones, cada vez mas enredadas de nuestro ministro del
Interior y Justicia, Jesse Chacón, que hasta ayer no sabía o no
quería decir que sabía que Granda tiene la nacionalidad
venezolana desde hace 7 meses
(2).
Si no lo sabía, se lo han debido decir desde el principio para
que no hiciera un ridículo internacional. Como la balbuceante
parlamentaria del MVR, Marelys Pérez Marcano, que luce por lo
menos boba diciendo que cuando se le presentó Rodrigo Granda en
Maturín, no sabía si vivía aquí o no y otras zarandajas,
cuando admite ante las cámaras de TV, que lo reconoció
inmediatamente y por eso no le permitió hablar en el Congreso
que ella estaba organizando. Contraste total con el laconismo
del vicepresidente Rangel, quién rápidamente le tiró la carga
al ministro de policía y al canciller. Para complicar la cosa,
entonces no sólo tenemos una política permisiva hacia la
conversión de Venezuela en uno de los escenarios de batalla
del Plan Colombia, sino que aprovechan el caso para su guerra
personal los validos del chavismo, los superministros Rangel y
Chacón.
No
digan que no se los dije: aléjense de esos foros de
intelectuales , escritores, periodistas, campesinos o lo que sea
que patrocina el gobierno, no sea que anden como unos pánfilos
en el medio cuando se les ocurra caerse a tiros policías del
DAS con guerrilleros del ELN, en plena sala Plenaria del
Parque Central.
Notas:
(1)
“Apresado presunto paramilitar”. Con información de Javier
Moreno. El Universal p 1-4. 7 de enero de 2005
(2)
Gaceta Oficial N 5722 extraordinaria 9 de junio de 2004. P 18
. Nacionalización de Rodrigo Granda Escobar. Según el artículo
33 de la Constitución Nacional, son venezolanos y venezolanas
por naturalización aquellos que obtengan carta de
naturalización y a tal fin deberán tener domicilio en
Venezuela con residencia ininterrumpida de 10 años, pero según
el parágrafo 2, el tiempo de residencia “ se reducirá a cinco
años en el caso de aquellos y aquellas que tuvieren la
nacionalidad originaria de España, Portugal, Italia, países
latinoamericanos y del Caribe”.
lucgomnt@yahoo.es

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