En
estos días empezó a circular la nueva moneda de 1000
bolívares, emblema de la profunda devaluación de nuestro
signo monetario y de nuestra alta e incorregible inflación
real, así como de la persistencia en la memoria del
caballo que miraba hacia atrás en el escudo de armas de
Venezuela que tuvimos hasta el 2005 y los primeros meses
del 2006.
El
caballo de esta moneda es un emblema de la desobediencia.
No le hizo caso a las órdenes presidenciales y mira hacia
donde no debe, en vez de dirigirse por completo hacia la
izquierda del observador, como el caballo del escudo de la
Federación de 1863, que es el dispuesto en la nueva ley
sancionada el 7 de marzo de 2006.
Tal vez su
imagen sea una de los últimos y tozudos restos de la
adecuación tardía de los burócratas venezolanos a las
exigencias de los nuevos tiempos, porque así como
corrieron los parlamentarios a cambiar el escudo y la
bandera en enero y aprobaron la ley en marzo, pasando por
alto discusiones otrora fundamentales, así en el futuro,
el Banco Central de Venezuela va a tener que
acostumbrarse a producir instrumentos acordes a la
simbología prometedoramente cambiante de la Venezuela
socialista.
En este
momento, la moneda es en sí misma una especie de eslabón,
un enlace transitorio entre dos sistemas políticos y
económicos. De acuerdo a la ley, el escudo, donde quiera
que esté, incluyendo el bolívar, tendrá un cuartel, que
ocupará la parte inferior del escudo de armas y en el
figurará un caballo "blanco indómito", galopando hacia la
izquierda de quién observa y mirando hacia delante", de
acuerdo a las instrucciones del Presidente. En algún
momento las monedas que vengan cambiarán hasta adecuarse
en género, número y caso a esas órdenes.
La segunda
disposición transitoria de la ley de reforma parcial de la
Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacional, dice que
mantendrán plena validez y vigencia las monedas, sellos,
membretes y especies fiscales que se encuentren en
circulación al momento de entrada de la ley. Pero la
moneda de 1000 entró en circulación siete meses después.
Con la fecha de 2005, para cubrir las apariencias.
Hay otra
disposición transitoria , la tercera, que le da oxígeno
al BCV para que pueda correr y adaptarse a las "nuevas
especies monetarias", es decir, a las inventadas por el
presidente Chávez a principios de este año y a las
próximas que se le ocurran.. Le da un periodo de gracia de
cinco años para "efectuar las adecuaciones necesarias a
sus sistemas técnicos de producción".
Me parece muy
bien, porque no se crean que las últimas modificaciones
serán éstas. Ya por ahí anda corriendo una moneda de
trueque que se llama "el mirandino" y seguramente, cuando
nombremos presidente vitalicio al comandante, a finales
del año que viene, después que nos hagan una república
socialista autoritaria light, lo más lógico sería que le
quitaran ese rango que tiene, le pongan el de generalísimo
y le impriman su moneda revolucionaria y su nueva bandera,
de acuerdo a la nueva situación política que oficialmente
tendremos. No es el único que lo ha hecho. Aún recuerdo
las pesetas y las estampillas españolas impresas con la
efigie del generalísimo Francisco Franco. Como dice la
disposición sexta, de las disposiciones transitorias, se
mantendrán los escudos de armas viejos en aquellos
monumentos históricos artísticos y en aquellos monumentos,
edificios o construcciones de cuya ornamentación formen
parte o cuya estructura pudiera quedar dañada si se la
retiran.
Caballo único,
pensamiento único, asamblea de un solo color, televisión
revolucionaria. Ese es el futuro del próximo y feliz año.
lucgomnt@yahoo.es