Inicio

Política

Internacionales

Cine

Fórmula 1

Camino al Mundial

¿Quiénes Somos?

Contáctenos

 

 

 

 

 
 

Venezuela - Cuba:
¿Paralelismos Posibles?
 - por Elizabeth Burgos


Primera parte       
 

          Cuando en Venezuela se percataron del poco interés del presidente que habían elegido por el respeto de las normas democráticas, y para más pruebas, la fascinación que ejercía sobre el aprendiz venezolano el caudillo cubano, algunos actores de la opinión pública comenzaron a preocuparse y a emitir regularmente comentarios en el sentido de que en Venezuela no sucedería lo mismo que en Cuba ya que  los cubanos en lugar de luchar huyeron a Miami. Otros, más recientes, a raíz de los resultados del RR, declaraban con énfasis, su firme rechazo a la probabilidad de emigrar a Miami y tajantemente declaraban la intención de permanecer en su puesto de combate defendiendo la democracia. Actitud ética que llama al respeto y a aplaudir su valentía. Sabemos ya que es una tradición de la historia venezolana que el poder social y económico termine pactando con las dictaduras mientras que las minorías letradas, los sindicalistas, y otras mentes esclarecidas se oponen, luchan y se sacrifican.

         Pero en la medida en que se recurre al caso cubano como un contra ejemplo de lo que puede ocurrir en Venezuela, vale la pena recordar el contexto en que se generó el exilio masivo de cubanos a Miami para que se puedan evaluar, de manera más precisa lo que realmente ocurrió en Cuba, pues como bien saben los historiadores, la reescritura de la historia es el recurso más exitoso de los regimenes totalitarios y el cubano ha usado y abusado que da gusto.

         Vale la pena entonces recordar algunos datos que sitúen el contexto en el que ocurrió la huida de los cubanos a Miami en el primer periodo, durante la fase de implantación del castrismo, pues es útil estar atento al giro que vayan tomando los acontecimientos, en particular, en lo relativo a las medidas de orden jurídico proyectadas por el actual gobierno de Venezuela, pues no es un misterio que en materia institucional, su fuente de inspiración está en La Habana

         Tras el pacto llamado de Caracas,  (20 de julio 1958) suscrito entre todos los grupos de oposición a excepción de los comunistas, el Frente Cívico Revolucionario Democrático, designó a Manuel Urrutia Presidente de Cuba en Armas y a Fidel Castro, comandante en jefe de las fuerzas armadas, y se decidió que a la caída del dictador Batista, se realizaría el deseo más ferviente de los cubanos que luchaban por la democracia que era reponer la constitución de 1940, considerada como la más progresista del continente, (por cierto, promulgada bajo el primer gobierno de Batista en 1940 cuyo gabinete estuvo integrado por dos dirigentes del Partido socialista popular (PSP) nombre que llevaba entonces el Partido comunista.)          Sin embargo, el 10 de agosto de ese mismo año, a espaldas del resto de la oposición, dos altos dirigentes comunistas suscribían un pacto con Fidel Castro en la Sierra Maestra. Igualmente, el 10 de octubre se promulgaba en la Sierra Maestra la Ley de la Reforma Agraria. Se debe subrayar que la primera ley promulgada en la Sierra Maestra (11 de febrero 1958) instauraba la pena de muerte por los delitos de asesinato, rapiña o tortura. (Cabe recordar también que la pena de muerte no existía en Cuba .) Las leyes suscritas en la Sierra Maestra, a espalda de los otros grupos que integraban la resistencia, anticipaban las premisas de lo que iba a ser el talante del futuro régimen.
         No bien llegados al poder los Rebeldes, el 5 de enero de 1959 se modifica la Constitución de 1940 y se delegan todos los poderes en el Consejo de Ministros y el 10 de enero se establecía la pena de muerte y se autorizaba la confiscación de la propiedad privada por “delitos políticos”. El 30 de enero se suspende el derecho de habeas corpus y las garantías constitucionales a quienes están sometidos a juicio. Los Tribunales Revolucionarios dictan 500 condenas a muerte por fusilamiento. El 7 de febrero se promulga la Ley Fundamental que abroga la constitución de 1940. El 5 de abril la Confederación de Trabajadores Cubanos abroga el derecho de huelga por innecesario.   
         El 13 de junio en una alocución pública Fidel Castro califica de traidores a quienes critiquen la Reforma Agraria. El 7 de julio el Consejo de Ministros aprueba la ley 425 que define los delitos considerados contrarrevolucionarios a todo aquel que se pronuncie como anticomunista o se pronuncie contra las medidas tomadas por el gobierno. 26 de octubre, se restablecen los tribunales revolucionarios, destinados a conocer los delitos contra la seguridad del Estado y la pena de muerte para delitos contrarrevolucionarios.
        A principios de 1960 se nacionaliza la prensa independiente, y las estaciones de radio y televisión. Ese es el contexto que se genera, en las filas mismas del movimiento que luchó contra Batista, una inmediata y fuerte oposición contra el régimen de Castro.
 

                                                                       >>Lea la segunda parte
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imprima el artículo Subir Página