Raúl Castro, en el vórtice del huracán
por
Alberto Müller
- Diario Las
Américas
febrero 14, 2005
Todo parece indicar que Raúl Castro está sumergido en el
vórtice de un huracán político, que es posible que en el
momento que publiquemos esta viñeta periodística, ni él
mismo se haya percatado claramente de su intensidad
intrínseca.
Raúl Castro será uno de esos raros casos de la historia
contemporánea que posiblemente llegue al poder político más
alto de su país por el nepotismo insaciable de su hermano
mayor y no por las cualidades de su liderazgo político.
Algo similar al caso reciente en Korea del Norte.
Por supuesto para que ese
ascenso largamente anunciado se realice, deben darse dos
condiciones "sine qua non" o indispensables:
1ero.- Que la sirrosis hepática y el acoholismo que dicen
sus más cercanos colaboradores que lo aquejan no lo saquen
del escenario existencial antes de tiempo, y...
2do.- que muera su hermano Fidel antes que él, a
consecuencia del mal de Parkinson que padece.
Sin embargo, en cualquiera de las dos variantes, los
politólogos y analistas de todas las latitudes mantienen una
observación permanente sobre la figura, el carácter y la
trayectoria de Raúl Castro, intentando descifrar el
rompecabezas que se cierne sobre la maltratada Cuba, una vez
que Fidel desaparezca de la escena nacional cubana.
Por eso si se anunciara que
Fidel Castro falleció en la tarde de ayer, estaríamos a la
espera de las palabras de Raúl Castro ante las cámaras de la
televisión, para anunciar:
"Pueblo de Cuba a las 18 horas del lunes 13 de febrero
falleció el compañero y camarada Fidel, padre de todos
nosotros y lider indiscutible de la Revolución cubana...
Les pedimos a todos calma y confianza en el Partido
Comunista de Cuba en estas horas dolorosas por la muerte del
compañero Fidel.
Dentro de unas horas anunciaremos el programa de las honras
fúnebres para que el pueblo se sume a tan magna despedida.
Patria y Muerte...Venceremos"
Estamos especulando que estas podrían ser las palabras a
pronunciar. Inmediatamente Raúl citaría a todos los Jefes
Regionales de las Fuerzas Armadas para evaluar la situación
general y emitiría un comunicado a todas las cancillerías
del mundo con la misma información tranquilizante
pronunciada al pueblo de Cuba.
Su tercera acción sería comunicarse con el enlace permanente
entre los Estados Unidos y Cuba, un general del Pentágono
destacado en la Base Naval de Guantánamo para garantizarle
que el país estaba tranquilo, bajo absoluto control y que
las Fuerzas Armadas no permitirían una ola masiva de
inmigrantes tratando de abandonar el país rumbo a Cayo Hueso
o las costas de La Florida.
La cuarta acción de Raúl Castro
podría ser una reunión urgente con Carlos Lage, Vice-Presidente
cubano, para reiterarle su absoluta confianza, en virtud de
las discrepancias surgidas en los últimos tiempos entre Lage
y Fidel Castro por la corrupción imperante en el país, ya
que Fidel siempre ha sido el padrino de los corruptos por el
monto de dólares que estas corruptelas le representa para
engrosar sus arcas en el exterior.
Después de esa tensa reunión con
Lage y de las decisiones anteriores, Raúl pidió a su
secretaria un trago de whiskey a la roca, pues necesitaba
relajarse y bajar un poco el ritmo de su presión arterial.
A pesar de que la situación
económica parecía encaminada a ciertas mejoras en las áreas
relacionada por la ayuda en intercambios que se había
establecido con China y con Venezuela, tanto la merma en
dólares que venían de la comunidad exiliada de Miami por las
presiones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos,
como la crisis energética producto de la escasa capacidad
generadora de las viejas plantas existentes para dotar de
energía al país, hundían a Cuba en una crisis sin fin
predecible.
Otros sectores preocupantes que
abrumaron la mente de Raúl Castro fue la contracción del
sector manufacturero cubano, producto de la quiebra del
sector azucarero y de la carencia energética.
También la crisis de la vivienda
trajo una honda preocupación en la mente de Raúl Castro,
pues un déficit de más de dos millones de residencias en
todos el país faltando para cubrir las necesidades básicas
del "habitat" ciudadano, era suficiente para preocupar al
"más pinto de la paloma".
Y finalmente qué hacer con los
disidentes y los activistas de los derechos humanos,
movimiento cívico oposicionsta que crece por días, a pesar
de la represión aplicada a sus demandas de libertad de
expresión y respeto por los derechos humanos de la
ciudadanía.
En pocas horas llegaron los
oficiales de todas las regiones del país para la reunión con
Raúl Castro y cual no sería la sorpresa una vez comenzada la
reunión, que dentro de la alta oficialidad había una queja
callada pero coordinada y sensata, en cuanto a que Cuba
tenía que dejar atrás las improvisaciones administrativas y
opresivas de Fidel, por una política más serena, justa y
conciliativa.
Queda por ver la capacidad de
Raúl Castro para enfrentar el vórtice del huracán que le
viene encima. No hay porque dudar de su capacidad, pero lo
que sí es evidente que carece del liderazgo y del carisma de
su hermano dictador.
Algunas pronostican que Raúl
Castro podría ser el Gorbachev cubano. Entonces para Cuba
podrían venir horas de apertura y cierta tranquilidad
ciudadana.
Pero de lo que si no tenemos duda, es que si imita los pasos
de su hermano Fidel, Cuba seguirá hundida en su lodazal de
represiones, encarcelamientos y locuras administrativas.
El tiempo dirá, pero el vórtice
del huracán que se cierne sobre Raúl Castro, ya está
rondando la historia.