Ya
derrotados en sus afanes de propagandistas del
abstencionismo, los que pensaban o piensan como Virginia
Contreras, han dedicado sus últimos esfuerzos
confucionistas, a tratar de lanzar algún grueso pelo que se
haga visible en le sopa, aunque sea a último minuto.
No podían despedir la campaña electoral sin decir algo que
les distinga para cobrar el “yo lo dije” posterior, que
supuestamente les redimirá ante la equivocación colectiva
programada, que mansamente ha sido conducida por gente nada
brillante como ellos. Artículos como el de
Virginia Contreras
solo buscan dejar constancia de que trataron de evitar que
marcháramos, según ellos, ciegos y sordos a inmolarnos en el
altar vudú del fraude electoral chavista.
La pertinaz abstencionista abogada Contreras, llega casi al
borde de la línea de abjurar su cantaleta de letanías
abstencionistas, pero se devuelve arrepentida y prefiere
informarnos novedades sobre lo malo que es Chávez y sobre su
deliberado plan de querer convertirse en déspota sin
taparrabos.
Quizá Virginia no se enteró, dadas muchas circunstancias
atenuantes para sus vivencias, que de esta cuestión
estábamos sobradamente enterados, desde que vimos al felón
en pleno drenaje de efluvios corporales, que incluyeron su
“por ahora” en las pantallas de nuestros TV, en aquella
fatídica madrugada de los magnicidas.
Si, esos mismos
que a sangre y fuego y con sus cómplices respectivos,
querían “amanecernos de golpe”, nuestros destinos y así lo
lograron mas tarde, con otras complicidades y por vía
electoral. Pero no me detendré en ellos porque me harían
perder hoy tener solo el objetivo de arreglar cuentas, una
vez más, con los cultores del
escapismo en vista del 3 de diciembre próximo.
Dice la muy opositora abogada Contreras: "Rosales…
ha logrado animar a un importante número de ciudadanos
respecto a la posibilidad de recuperar al país."
Miren como, aunque desde cualquier
óptica pudiéramos constituir 70% ó 40% de los venezolanos
que votaremos contra Chávez y por Rosales, pero para la
mezquina abogada Contreras, somos apenas “un importante
numero de ciudadanos”. El sectarismo de su visión no la dejó
llamarnos, electores convencidos de ir a votar y cobrar
contra el fraude y menos aun auspiciar que fuéramos mayoría.
Ella nos quiere minoritarios y burlados, para poder tener
razón.
Es la temprana confesión desde las
primeras líneas, del disgusto que conserva intacto la
abogada Contreras, porque no solo no le hicimos caso, sino
que hemos peleado para que no se cumplan sus tórridos
pronósticos, contra el legítimo uso del espacio electoral.
Siempre supimos que era, más que
chucuto, un remedo séptico de lo que se llamaría un sistema
electoral democrático. Pero ese fue el que logró imponer
Chávez, en su camino a la autocracia, que conlleva para
información de Virginia, la eliminación del sufragio
universal, que aún como herencia nuestra podemos ejercer.
Sabemos con Virginia que Chávez se
encargó de darles brochazos gruesos de excremento
“revolucionario” a estos procesos, en los que solo participa
si usurpa ventajismos obscenos. También sabemos que
nosotros, debilitados por nuestros propios genios dirigentes
del pasado, debimos aceptar a regañadientes, o repetir la
desabrida oposición sin consecuencias del abstencionismo
inútil del 4 d, 2005.
Por supuesto el pichón de déspota
esperaba una gran abstención que se le ofrecía desde las
torpezas idílicas de la oposición y nunca contó con verse
desafiado hasta colocarse en alto riesgo, como ahora.
Nuestros abstencionistas, con la
vehemente Virginia entre sus egregias figuras, han querido
que fuese sencillamente abandonado el espacio electoral
contaminado, desde donde el tiranuelo, en nuestra ausencia,
siguiera autoproclamado.
Dice Virginia que Rosales
“deja a un lado peligrosamente el destacar a la ciudadanía
lo que para el presidente totalitario resulta de vital
importancia: mantenerse en el poder a cómo de lugar”.
Que bruto este Rosales ¿no Virginia?
Mira que sapiente sentencia esta tuya, a la que le hace caso
omiso. Definitivamente este maracucho no sabe donde esta
parao. Creo que debes pedirle públicamente a nuestro
candidato Rosales una cita para que le expliques que el
maluco Chávez como que quiere quedarse en el poder, como tu
has descubierto.
Tengo la ligera impresión que
Virginia imagina que Rosales es tan “quedao” que tuvo que
repetirle en su artículo lleno de evasiones, lo que si esta
muy claro para ella y que desea transmitírselo:
Rosales…"deja a un lado
peligrosamente el destacar a la ciudadanía lo que para el
presidente totalitario resulta de vital importancia:
mantenerse en el poder a cómo de lugar."
Imagínense ese crimen de Rosales que
prácticamente lo inhabilita como candidato opositor, ni
siquiera se ha dado cuenta, por ignorar la tutoría de
Virginia, que el Chávez, que ella si conoce, en sus pérfidas
intenciones “quiere mantenerse en el poder a como de
lugar”.
Por eso el eximio estilo virginiano
aconseja volver a los tiempos del duro Manuel del Zulia,
porque el blandito y distraído de ahora que solo ha agrupado
“un importante número de ciudadanos” lo cual resulta casi en
un error estadístico, ha inducido con sus prédicas inútiles
y su falta de coraje, a que según Virginia:
“incluso el que se distraiga la atención de los votantes
para que participen en la defensa del voto de forma
totalmente contraria a la realidad del país”.
Así que amigos, eso de cobrar es
definitivamente tonto. De nada valdrá, dice Virginia, porque
si no hemos comprado el software, que ella no ha conseguido,
que destruye en la mega memoria de las
Smartmatic
el fraude electrónico…según V.C.
“resulta muy
improbable verificar algún tipo de fraude masivo mediante el
conteo de algunas papeletas; el cual dicho sea de paso, ha
sido descartado como prueba, tanto por el mismo CNE como por
el Tribunal Supremo de Justicia y por la propia Organización
de Estados Americanos
…”
No virginia, no sea tramposilla para
defender, in extremis, su derrotada tesis abstencionista.
Usted debería saber que se auditan y se cuentan las
papeletas del 50% o más de las mesas. En la primera hora en
9.000 Centros de Votación donde hay una sola mesa de manera
que podemos obtener, con la auditoria inmediata del 100% de
ellas, la tendencia nacional que será probablemente
irreversible y es a partir de allí que debemos prepararnos
para lo que usted tanto ha insistido en evitar, con su
abstención de pacotilla.
Es cierto que en estricto sentido el
gobierno también estará preparado. Pero usted quería algo
que solo los exquisitos pueden explicar y comprender.
Los
mortales comunes y corrientes como nosotros decidimos
acompañar a Rosales en esa pelea de cobrar el 3 D, y hasta
que usted no se pronuncie al lado de ese “importante
numero de ciudadanos”, lo mejor que usted puede hacer
para ayudarlo y ayudarnos es callar sus doctos análisis, que
estorban como los de los nariceados que llegaron hasta
resignarse al voto por Rosales aunque rezongando. Pero con
usted ni siquiera tuvimos el votico, solo su rezongo.
Cuantas cosas no debemos callar Virginia,
en medio de esta polarización que crearon los que eligieron
este bárbaro y que nos obliga a postergar demasiadas
observaciones que no van a lo estrictamente necesario. Sacar
al orate. Aunque usted ya dictaminó.
Porque ya Virginia sentenció: nos
fregamos. Y para corroborarlo lanza el más agudo de sus
anatemas contra el que pudo reunir a la mayoría nacional
para expresarse en un mismo día contra el régimen, pero que
ni siquiera merece el esfuerzo de Virginia, para por lo
menos cerrar la boca por 15 días.
Ella tenía que morir en la raya con
ese lenguaje melifluo, bueno para todo bueno para nada,
característico de otros, que mas osados fueron mas allá,
apoyando a Manuel, pero exigiendo que le entregara la
gobernación del Zulia al adversario, solo como tributo a la
notoriedad del proponente de tal dislate, sin otra
contraprestación que demostrar la mayor decisión posible,
según ellos, de cobrar la victoria.
Si,… esa misma victoria que han
querido boicotear desde siempre los abstencionistas y que
ahora casi admiten arrepentidos de sus peores pronósticos,
por lo menos resignados ante las avalanchas, aunque aun
exponen sus dudas, condicionando el triunfo a que el
candidato le haga caso a alguna de sus peticiones
extravagantes y así, como no les para, resguardarse, por si
acaso, para sus “yo lo dije” haciéndose notar.
Pero también existen, no lo olvidemos
los que negándose todavía a brindarle apoyo al candidato
opositor, que les deslindaría del campo neutral ante Chávez,
rinden culto a la obviedad, y todavía patalean como la
ausente Virginia,
que despide su artículo con la mas sesuda de sus
imprecaciones.
Porque aunque ustedes no lo crean,
Virginia le da un último chance a Rosales para que enmiende.
V.C.
dice:
“De allí que Rosales, tarde o temprano, y le
queda muy poco tiempo para que sea tarde, tendrá que
reconocer el campo minado por el cual atraviesa, así como la
imposibilidad material de caminarlo con las herramientas de
la democracia.”
¿Cuantas guarniciones están a la orden de Virginia para
evitarnos esos engorrosos caminos de la democracia,
peleándole voto a voto al energúmeno de Miraflores?
Virginia mija, a muchos les gustaría
repetir el
4F 1992, pero
pa`este lao, el problema es que “un número importante de
ciudadanos” prefieren ir a votar, aunque les hayan
dicho, lo dicho desde la oposición, que no es otra cosa que
aquello que el gobierno ha querido que les dijeran… que no
hay ningún chance de sacar al locario por vía electoral, por
lo cual no habría otro recurso que esperar las guarniciones
una madrugada de estas.
Así que mi consejo a Manuel Rosales
es que se gane el votico de Virginia, diciendo, que
efectivamente el camino esta minado, que Chávez es un mal
tipo que quiere quedarse en el coroto, y que tenemos los
mecanismo para evitar un burdo fraude electrónico con una
vieja receta que data de tiempos en que no había ni siquiera
electricidad, ni lámparas de petróleo crudo, ni siquiera
velas de cebo de grasa de cochino, para alumbrar las
tenebrosas noches de la ignorancia. Menos aun hackers para
impedir el fraude electrónico de
Smartmatic.
Manuel puede
decirle a Virginia, a nombre de las luchas de milenios donde
los humanos confiaron en un líder para sacarlos de sus vidas
de pesadillas, que “No estamos blindados contra los
fraudes de Smartmatic”
pero tenemos 7,
8,10, 12, millones de electores dispuestos a hacer una gran
pira con ellas, si los escrutinios fueran fraudulentos,
porque a diferencia del 15 de agosto de sus fantasmas, ya
aprendimos sobre lo que falló y que me imagino se intentará
corregir para el 3 D.
Estamos Virginia, y es lo único que
concedo a cualquier crítico bien intencionado, en manos de
un Comando que puede acertar en grande o hundirnos en
grande. Pero eso es un mal de la historia universal y no de
una rosca maracucha.
Pero dado que, jugamos el bendito
juego de la democracia, si ocurriera que una mayoría, aunque
precaria con voto limpio, le diera el chance al locario de
seguir jodiendo este país, pues tendremos que apretar lo
dientes y esperar al desgaste que nos permita, o reunir las
fuerzas para imponer otro sistema electoral, que le quite a
él todas las ventajas que hoy detenta, o sencillamente
expulsarlo del poder con otro 11 de abril, si pretendiera
salirse, como pretende, desde la cornisa del régimen
democrático donde hace equilibrismo desde hace 8 años.
La hipótesis intermedia que arma
la
sanpablera,
se daría como producto de un fraude masivo. Pero si ese es
el escenario impuesto por Chávez, otro 11 de abril
abreviaría el camino al fin o si fuese él el triunfante en
esa, su noche de cuchillos largos, y este orate intentara
imponerse a sangre y fuego con un feroz fascismo
dictatorial, el paso que sigue lo lleva a corto o mediano
plazo a una guerra regional en el medio del hemisferio y
tener que ganarla para sostenerse. Y para esa vía no creo
que lo acompañen los gordos generales que aplauden como
focas sus peroratas incendiarias.
El
"tipo" ya
ha caminado por años al filo de ese abismo del plan
dictatorial pero si se lanza no duraría ni un mes. Hasta
donde se puede conocer este país, se puede pronosticar que
aquí podría aceptarse, luego del chavismo, y por un tiempo,
una dictadura de derecha, jamás una fascista de izquierda.
Pero podemos evitarnos todos estos
dilemas teñidos de sangre de luchas fraticidas, si logramos
desterrar el abstencionismo cómplice del régimen, por su
abulica prescindencia en esta hora decisiva.
La
"avalancha"
por Rosales es la única manera de derrotar, el fraude y los
planes dictatoriales y guerreristas de Chávez. No hay quien
pueda pelear con dos tercios de un país dispuesto a seguir
siendo libre, el tercio que supuestamente estaría en contra
se desmoralizaría en horas. Por eso le propongo a Virginia
Contreras que si no ayuda, por lo menos no estorbe.
franceschi1947@gmail.com
Lea el artículo: "El fantasma del
revocatorio" por Virginia Contreras