|
|
Teodoro: sus
ventajas competitivas
por Trino Márquez
jueves, 27 abril
2006
|
|
Teodoro
Petkoff, a pesar de la campaña emprendida por el grupo de
biliosos que desde la “oposición” lo atacan sin piedad, exhibe
numerosas credenciales que le permitirían enfrentar con éxito a
Hugo Chávez. Sin embargo, antes de llegar a esa gran contienda
está obligado a convertirse en el candidato unitario de la
oposición, tarea nada sencilla pues, en el caso de haber
elecciones primarias, tendría que ganarle a las maquinarias que
han ido aceitando Julio Borges y Manuel Rosales. El primero en
todo el país; el segundo en el estado Zulia, la entidad federal
más importante de la nación, desde la cual partiría,
teóricamente, con una base que anda alrededor de los 600.000
votos, cifra que para el Catire significa un inmenso reto.
Su larga experiencia de más de cinco décadas en la política
venezolana, la visión global que posee de los problemas
nacionales e internacionales y el equipo de mujeres y hombres
curtidos en numerosas batallas electorales que lo acompañan,
representan un valor agregado que no se percibe en los otros
dirigentes que aspiran a disputarle el poder al comandante. Si
la política obrara según los criterios de justicia, Teodoro
debería ganar el apoyo de los electores para ser él quien encare
al díscolo gobernante que despacha desde Miraflores. Pero ya se
sabe que la dinámica electoral no responde a los principios
abstractos de justicia, sino a realidades muy traviesas e
impredecibles. ¿Cómo explicar que en Venezuela haya ganado, y
después de siete años de desastres aún mantenga alta su
popularidad, una criatura como el hombre de la guayabera roja?
¿Cómo entender que en Perú el nuevo dilema de los electores sea
escoger entre un nacionalista delirante como Oyanta Humala y un
personaje como Alan García que hundió a esa nación andina en la
peor de sus tragedias hace sólo 20 años? Estas preguntas carecen
de respuestas racionales. Perú ha crecido económicamente y
ordenado sus finanzas públicas como nunca antes. Ha reducido en
términos porcentuales la pobreza. Ha mantenido a raya a los
grupos violentos. Sin embargo, a pesar de estos y muchos otros
logros, el pueblo peruano desechó la opción de Lourdes Flores,
la candidata más cercana al pensamiento del actual presidente,
Alejandro Toledo, y optó por elevar a la cumbre a Humala y a
García. Terrible escogencia.
Teodoro tendría que ser el candidato unitario de la oposición.
Además de su experiencia y equipo, es un hombre de palabra fácil
y talento agudo, que no se arredraría frente a esa turbina
impulsada por petrodólares que es el jefe del bolivarianismo.
Teodoro posee las condiciones para darle un parao a las
insolencias del caudillo. Su solvencia moral y su enorme
autoridad adquirida en escenarios tan diversos como la
clandestinidad, la cárcel, la dirección de un partido y el
Gobierno, lo califican para colocarse por encima de un montonero
que disfruta agrediendo y descalificando a sus adversarios. Para
Chávez podría ser mortal utilizar con Teodoro el estilacho
pendenciero y sobraote al que recurre usualmente cuando se
refiere a sus contrincantes. El país esperaría con expectación
un careo televisivo entre los dos abanderados. Chávez tratando
de explicar por qué siete años de bonanza petrolera no se han
traducido más que en pobreza, exclusión y ayuda al extranjero,
especialmente a Cuba, mientras Teodoro le propina certeros
ganchos de izquierda sobre la mandíbula de mantequilla del
presidente en trance de reelección. Con Teodoro, ¿aceptaría
Chávez ir a uno o más debates televisados? Podría suceder lo que
ocurre con los guapos de barrio: que huyen despavoridos cuando
les sale un macho que los encara.
Su tránsito por el periodismo y su trabajo como comentarista en
la televisión le ha permitido a Teodoro perfeccionar su visión
global de los problemas nacionales e internacionales. A lo largo
de estos últimos años ha adquirido destrezas y habilidades que
antes no poseía o, al menos, no se le conocían. Como
editorialista y conductor de un programa para la televisión, se
ha visto obligado a monitorear la realidad venezolana y mundial.
Puede opinar con propiedad, aunque no compartamos sus criterios,
sobre los más diversos temas de la actualidad. No hay materia
relevante en torno de la cual no se haya formado un juicio
consistente: puede pasar con pasmosa facilidad de la guerra en
Irak o Mercosur al tema de la inseguridad o al de las
condiciones del sistema carcelario venezolano. Moverse con
fluidez en estos distintos tableros es esencial, pues en ellos
se desplaza con una buena dosis de irresponsabilidad el
comandante. Este entrenamiento de estadista enciclopédico es
vital en un país donde los medios radio eléctricos poseen una
importancia tan decisiva en la formación de la opinión pública
nacional, y frente a un adversario como Chávez, que no
desperdicia un micrófono, ni una cámara de televisión (ni de
fotografía), para ametrallar al país con declaraciones
impertinentes sobre lo que ocurre en el globo terráqueo.
Teodoro, por supuesto, está obligado a vencer las resistencias
que ofrece un electorado escéptico, que no cree en el CNE, ni en
el conjunto de reglas leoninas impuestas por el gamonal de
Barinas. Ahora bien, éste es el reto de cualquiera que pretenda
disputarle a Chávez la presidencia. Es probable, incluso, que el
comandante opte por estimular la abstención (nombrando un CNE
parecido al actual, impidiendo depurar el REP, imponiendo las
caza huellas, etc.) si sus consejeros cubanos le recomiendan que
esa es la mejor alternativa para mantenerse como jefe de Estado.
Si las tendencias totalitarias del régimen ceden y se logra
realizar unos comicios suficientemente confiables y
transparentes, alrededor de Teodoro es posible constituir una
fuerza con la energía indispensable para obligar a Chávez a
reconocer su derrota, en el caso de que esta en efecto se
produzca. Petkoff cuenta con un reconocimiento nacional e
internacional que el caudillo no podría ignorar ni pisotear a la
hora de que el pueblo de forma masiva decida salir de la
pesadilla chavista. Además, a lo largo de su vida Teodoro ha
dado muestras de valentía y arrojo, atributos indispensables
para inspirarle confianza a un electorado tan desconfiado como
el venezolano, y ante un proceso tan complejo como será el que
culmine en las elecciones del próximo 3 de diciembre.
tmarquez@cantv.net
|
|
|
|
|
|
© Copyright 2006 - WebArticulista.net -
Todos los Derechos Reservados. |
|
|
|
|
|
|