La
periodista Judith Miller, del NY times, ha pasado de “heroína
del periodismo” a "mujer de destrucción masiva”, ya que su
ambicioso trabajo periodístico, tiene al borde de un descalabro
a la Casa Blanca y al poderoso periódico para el cual todavía
trabaja.
Desde que la
periodista Judith Miller escribió en 1992 su libro sobre el
terrorismo árabe y sus vínculos con factores de poder del
Oriente Medio, percibí que allí había gato encerrado y que ella
se estaba prestando para algo muy grave.
Después nos
enteraríamos: se fabricaba el pretexto para lanzar la guerra
contra Irak. Y así se engaño al mundo y sobre todo, al pueblo
norteamericano que está pagando, con su dinero y su sangre, por
este vengativo capricho de la familia Bush y su entorno en el
poder.
Parecía que
ella estaba siendo utilizada por algún organismo de inteligencia
o grupo de interés político norteamericano, o ella los usaba a
ellos con el fin de lograr fama periodística.
Ahora resulta
que yo no estaba equivocado, a pesar de haber creído en algún
momento que ella era una especie de “heroína del periodismo”,
por haber aceptado ir a prisión antes que revelar su fuente de
información, recurso sagrado en el periodismo de EE.UU.
Lo que está
pasando ahora es una intriga que está haciendo tambalear a
poderes como la Casa Blanca o el sacrosanto New York Times.
Y eso es muy propio de la atmósfera plagada de mentiras que ha
creado el insólito presidente Bush y su entorno, ahora
investigado y criticado públicamente por esta situación.
EL 23 de
octubre el Times publicó una autocrítica editorial,
señalando que, lo que había hecho la periodista Miller no era
correcto. El Times está actualmente encarando tres
preocupaciones sobre el incidente: primero, los editores del mas
alto nivel debieron haber sido mas cautos sobre las coberturas
previas a la guerra. Segundo: debieron haber controlado los
caminos utilizados por Miller y tercero: Hubo un trato deferente
de los editores con la reportera Miller porque no escarbaron su
investigación antes de que se convirtiera en tamaño problema.
Es obvio que
por una desmedida ambición femenina de triunfar en una profesión
donde predomina el sexo masculino, Judy manipuló sus
posibilidades con el resultado de que ahora tiene cuestionados a
sus informantes y al Times, mientras la verdadera
historia, hace tiempo va por otros rumbos.
La columnista
del Times Maureen Dowd, una de las mas leídas del
periodismo norteamericano, escribió; “Judy le dijo al Times
que proyecta escribir un libro y después volver a la redacción
del periódico y espero cubrir lo que siempre hice: "las amenazas
a nuestra nación”. Si ello llegara a ocurrir, concluye Dowd, la
institución mas en peligro será el periódico que usted tiene
ahora en sus manos”.
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