La periodista italiana Giuliana
Sgrena, rechazó la versión oficial de Washington de que se trató
de un “horrible accidente" y escribió en Il Manifesto de
este lunes 7 de marzo que ella había sido un blanco elegido para
que los soldados norteamericanos le disparen.
En el incidente
murió heroicamente uno de los jefes del servicio de
contraespionaje italiano, Nicola Callipari, quien se abalanzó
sobre ella para protegerla y recibió balazos mortales disparados
por los soldados norteamericanos. Toda una tragedia verdiana.
El gobierno
italiano encabezado por el hasta ahora obsecuente primer
ministro Silvio Berlusconi ha exigido que se investigue y aclare
el sangriento episodio.
Tiene razón la periodista italiana,
ella estaba señalada como blanco para que le dispararan, aunque
no por la explicación que da actualmente. Sgrena, que resultó
herida en el episodio dice que es conocida la política
norteamericana de no negociar con terroristas secuestradores.
"No saldrás viva. Los norteamericanos te matarán”, escribió
Sgrena, que le dijeron sus captores de la insurgencia iraquí
recordando la política de Washington de no negociar en casos de
secuestros y dice que en su lógica tenían que sentar un
precedente y por eso, el objetivo final era yo, escribió la
periodista.
No existe una versión oficial
italiana sobre que tipo de negociaciones hizo el servicio
secreto italiano. Pero la agencia italiana ANSA citó a fuentes
del gobierno afirmando que los 3 mil soldados italianos que
integran la coalición militar encabezada por USA, permanecerán
en Irak. El retiro de esas tropas era una de las demandas de los
secuestradores, que retuvieron a la periodista durante un mes.
Pero, en una
investigación que hice sobre los artículos de Sgrena desde Irak,
encontré que ella había hecho, en Il Manifesto,
revelaciones sobre los crímenes de guerra en Irak que tocaban a
personajes tan altos como el vicepresidente Cheney y el
secretario de defensa Donald Rumsfeld. Eran opiniones de
militares que iban a ser juzgados por las torturas y maltratos a
iraquíes. Varios de ellos, según Sgrena, exigían que si se los
juzgaba, también deberían ser llamados a declarar altos
personajes como el vicepresidente Cheney o el secretario
Rumsfeld.
Varios soldados
norteamericanos ya han sido juzgados y condenados a penas de
prisión. Pero - que se sepa -, no han sido llamados a declarar
altos funcionarios civiles.
En todo caso, en
su conjunto, los escritos de la periodista italiana, constituyen
el primer expediente en la indagación de quien dio las ordenes
sobre lo que constituyen crímenes de Guerra. Sería el primer
escalón hacia el equivalente de un juicio de Nuremberg en el
siglo 21, algo que la globalidad, para vivir en paz y libertad,
eventualmente demandará.

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