No
hay nada mejor que el paso del tiempo para reafirmar el
prestigio de un actor de cine, pero sólo algunos siguen
trabajando después de haber sido una estrella durante 8 décadas.
Empezó desde una tierna edad, convertido ahora en una verdadera
leyenda viviente y merecedor del título de “estrella más vieja y
activa” de Hollywood. El actor en cuestión fue un famoso actor
juvenil en el cine mudo y todavía aparece en películas modernas,
pues está trabajando este año en cuatro filmes y tiene dos
proyectos para 2007.
Se trata
del polifacético Mickey Rooney,
quien a sus 86 años todavía sigue trabajando incansablemente,
después de una carrera en la que participo como actor principal
o secundario en nada menos que 305 filmes, aunque muchos eran
cortometrajes cómicos y silentes de 20 minutos. Con ese caudal
de experiencia a cuestas, Rooney entra fácilmente en el libro de
récords de Guinness, aunque compite –segùn la Wikipedia- con un
tal Charles Lane,
de 101 años, quien trabajó también en el cine mudo y luego en
películas del legendario Frank Capra
en los años 30. Pero Lane siempre hizo papeles secundarios, a
diferencia de Rooney, quien fue una verdadera estrella y
durante 3 años consecutivos –de 1939 a 1941- fue reconocido como
el actor más taquillero del cine, pues sus películas eran
sumamente populares.
En efecto,
Rooney, después de debutar en 1927 --a los 6 años-- en comedias
como el niño travieso Mickey McGuire, siguió trabajando como un
adolescente voluntarioso en la serie fílmica de Andy Hardy, y
luego como un huérfano rebelde en la célebre trilogía de la
Ciudad
de los muchachos,
junto al veterano Spencer Tracy.
Pero su mejor època fue cuando hizo pareja con la actriz
Judy Garland,
en musicales que hicieron historia, desde Babes in arms,
Babes in Broadway y Girl crazy, cintas que lo
llevaron al estrellato mientras alcanzaba la mayoría de
edad.
En la
posguerra siguió arrasando comoun entrenador hípico en la cinta
National Velvet ( que lanzó a la fama a
Elizabeth Taylor),
papel que repitió en una versión moderna del mismo filme y luego
en la serie sobre el Corcel Negro. En su mejor época de
actor dramático, lo recordamos como el gangster Baby Face
Nelson, un militar en Los puentes de Toko-Ri, un
casero japonés en Desayuno en Tiffany’s, un entrenador de
boxeo en Réquiem por un peso pesado, y un codicioso
oportunista en Es un mundo loco, loco, loco. Pero quizás
su papel más exigente fue en 1981, cuando caracterizó
admirablemente a una persona madura con retardo mental, en “Bill”,
que le valió un Globo de Oro. Sin embargo, a pesar de su
indudable talento, nunca ganó un Oscar, aunque la Academia lo
postuló en cuatro ocasiones (1939-43-56-79).
Actualmente
todavía se le puede ver en papeles secundarios en películas como
El primero de mayo (1999), donde encarna a un simpático
gerente de circo, y como el padre Flanagan en la nueva versión
de La ciudad de los muchachos (1995). Ha aparecido en
papeles cortos en incontables episodios televisivos, y es
imbatible como anfitrión en programas navideños. Su
inconfundible silueta, de viejo canoso y rechoncho de baja
estatura (mide 1,50 metros) será echada de menos cuando
finalmente nos deje, aunque piensa llegar trabajando a ser un
viejo centenario. Entre los logros triviales de que alardea son
el haber sugerido a Walt Disney
el nombre de su famoso ratón, y haber propuesto a Norma Jean
Baker que adoptara el nombre artístico de
Marilyn Monroe.
Su vida
privada es interesante y turbulenta. Como adolescente tuvo un
romance con Norma Sheareer,
luego una famosa estrella de Hollywood. Se casó la bicoca de
ocho veces -un récord en Hollywood que comparte con
Liz Taylor-
, siendo la más famosa de sus consortes la legendaria
Ava Gardner,
apodada por los publicistas como “el animal más bello del
mundo”, en una unión que duró apenas dos años -en plena guerra
mundial- cuando ella todavía era una estrellita de la MGM. En
sus matrimonios Rooney tuvo nueve hijos, y de ellos tres
siguieron la profesión paterna. Su última esposa y la más
duradera –desde 1978- es Jan Chamberlain, y juntos juegan
felices con dos nietos, dos biznietos y dos tataranietos, un
lujo que pocas personas se pueden dar. ¡Suerte, la de este
Mickey!
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Talentos precoces,
estrellas prematuras
Aunque
Mickey Rooney,
a sus seis años, es uno de los actores que empezaron más
temprano en el cine (al igual que la inmortal
Shirley Temple)
fueron Margaret O’Brien
(la de El mago de Oz), LorettaYoung
y
Drew Barrymore
las más precoces al debutar a los 4 años. La bella
Natalie Wood
también empezó, como Rooney, a los seis años, animada por una
ambiciosa madre rusa, al igual que la laureada
Jodie Foster,
que comenzó en la televisión a tan tierna edad, hasta destacarse
en Taxi Driver rcomo una joven prostituta, la misma
profesión llevó a la fama a Brooke
Shields
a los 13 años en Pretty Baby. No se puede olvidar que
otra leyenda viviente, Elizabeth
Taylor,
comenzó en la serie de Lassie a los 11 años en
Inglaterra.
Otras
luminarias que empezaron temprano a ganar premios fueron
Anna Paquin,
que dio a los 11 años una memorable actuación en El Piano
–ganando un Oscar de paso--, lo mismo que la hija del actor Ryan
O’Neal, Tatum O’Neal,
quien impresionó a los críticos como la hija de un estafador en
Luna de papel, a los 10 años. Alrededor de esa edad
rondaba Hayley Mills
–hija del gran John Mills- en el clásico británico Bahía del
Tigre, aunque ella ya había trabajado antes.
Lindsay Lohan,
ahora una luminaria juvenil, empezó a los 12 años en Parent
Trap, rol que hizo famosa a la misma Hayley cuatro décadas
atrás, mientras la hoy popular
Natalie Portman
se consagró un poco más tarde, a los 13 años, en Leon, y
Dakota Fanning,
es actualmente una de las más solicitadas, empezando a
destacarse los 7 años en I am Sam, junto alSean Penn.
Del lado
masculino, nadie es más famoso y ha ganado más dinero que
Daniel Radcliffe,
el de la serie de Harry Potter, empezando a los 12 años.
Su colega Macaulay Culkin
también es uno de los más conocidos, por su inolvidable rol –a
los 10 años- de niño acosado por ladrones en Mi pobre
angelito, aunque su carrera declinó después de esa exitosa
serie por sus problemas de droga. Otro que ha hecho fortuna y es
ahora toda una estrella –después de Piratas del Caribe-
es Elijah Wood,
que debutó a los 16 en Ice Storm, antes de consagrarse
como Frodo en la trilogía de El Señor de los Anillos.
Leonardo Di Caprio,
ahora una estrella de primera magnitud, empezó también temprano,
a los 17 años, en Growing pains, lo mismo que
Matt Dillon,
en Litttle Darlings.
((Otras
estrellas juveniles famosas en su época, aunque ahora algo
olvidades, fueron Jackie Coogan
(empezó a los 7 años en El chico, de Chaplin),
Judy Garland
(Broadway Melody- 15 años),
Roddy McDowell
( Que verde era mi valle- 13 años),
Ricky
‘Campeón’
Shroeder
( 9 años), Sue
‘Lolita’
Lyon (16
años), Mark
‘Oliver’
Lester
(10 años). ))
rpalmi@yahoo.com
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Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA |