Entre los
largometrajes más interesantes que compitieron por el premio
mayor en el Festival de Cannes, se destacó la latinoamericana
Babel, que, como lo sugiere su título, se refiere a la torre
bíblica que condenó la humanidad a la incomprensión, enfatizando
el papel de la incomunicación en las relaciones humanas y
culturales en tiempos modernos.
El filme
completa la trilogía del laureado director mexicano, Alejandro
González Iñárritu y su guionista consuetudinario Guillermo
Arriaga. iniciada por Amores perros y seguida por 21 gramos,
ambas también con historias entrelazadas que se combinan en un
dramático desenlace. No extraña entonces que Iñárritu haya sido
calificado como “el Antonioni mexicano”, en referencia a la
famosa trilogía del director italiano, iniciada con La aventura,
continuada con La noche y finalizada con El desierto Rojo, pues
ambos cineastas tratan con maestría el tema del azar y la
incomunicación, fenómenos que –sostienen- influyen fuertemente
en el destino de todo el mundo.
Aplausos
en Cannes
Así,
mientras El Código Da Vinci de Ron Howard dejó indiferente a la
gran mayoría de los críticos, a pesar de sus fabulosas
recaudaciones en la taquilla, y Maria Antonieta de Sofia Coppola
fue incluso abucheadas por tener una visión muy “hollywoodense”
de la historia francesa, Babel fue calurosamente aplaudida al
término de la proyección en Cannes, donde asistieron cuatro de
las responsables de la obra, desde el director Iñárritu hasta
los actores Gael García Bernal, Cate Blanchett y Rinko Kikuchi.
La estrella principal, Brad Pitt, no asistió al evento por estar
su compañera Angelina Jolie a punto de dar a luz.
La
producción tiene un equipo realizador y artístico realmente
internacional, pues estuvo producida por norteamericanos, luego
artistas aztecas se encargaron de la dirección y el guión,
mientras el argentino Gustavo Santaolalla compuso la música
(viene de un Oscar por Brokeback Mountain), y tiene actores
norteamericanos, mexicanos y japoneses. Encima, cada
protagonista habla en su propia lengua, y así oímos diálogos en
inglés, español, árabe y japonés, siendo la cinta filmada en
Marruecos, California y Tokio, obviamente todo con subtítulos en
el idioma donde se exhibe, una modalidad que ha sido
popularizada por Mel Gibson tanto.en La pasión de Cristo (arameo
y latín) como en su reciente Apocalypto (maya y español).
La
incomunicación : tema de actualidad
La trama
relata las desventuras de una pareja de turistas estadounidenses
en Marruecos (Pitt y Blanchett), donde ella es alcanzada en un
autobús turístico por una bala furtiva disparada en juego por
jóvenes pastores locales. Así, se inicia una serie de
acontecimientos inesperados, mientras reina el miedo y la
sospecha entre el grupo de turistas involucrados al azar en el
incidente. Al mismo tiempo, los hijos de la pareja son llevados
desde San Diego a la frontera con México, donde se pierden en el
desierto junto a un joven mexicano (Bernal), buscado por
sospecharse un secuestro, aunque él sólo llevaba a su tía a una
boda en Tijuana. Aparte de esos dramáticos episodios, una
adolescente sordomuda japonesa busca llamar la atención de la
gente mostrando sus atributos físicos en sitios concurridos, al
ser incomprendida por su padre, todo para enfatizar los
conflictos generacionales de hoy día.
No hay
duda que se trata de una película con una temática muy actual,
-muy distinta a lo que acostumbra mostrarnos Hollywood- mientras
asistimos a los conflictos entre las culturas anglosajona,
mexicana e islámica, junto con el acoso policial que sufren los
inmigrantes ilegales en la frontera con México. Entrevistado
sobre el particular, Iñárritu dijo en una entrevista: “Yo creo
que el problema son las ideas y los prejuicios que tenemos y que
separan una cultura de otra. Quería que esta película fuera algo
no sobre lo que nos separa, sino lo que nos une".
Aunque era
el tipo de película que gusta a los críticos, Babel no se llevó
Palma de Oro en Cannes, pero González Iñárritu fue premiado como
el mejor director del festival. Con esto se premió también el
esfuerzo de sus colaboradores de varios países, enfatizando así
la cooperación internacional que se necesita para desactivar
tantas crisis internacionales, por lo que la película luce como
un oportuno llamado a la comprensión y la tolerancia.
Aunque
muchos esperaba que ganara la cinta “Babel” de Alejandro
González Iñárritu, la Palma de Oro se otorgó sorpresivamente a
la película del veterano inglés Ken Loach titulada “El viendo
que meció la cebada”, que relata el esfuerzo de los irlandeses
para lograr la independencia en 1920. El segundo premio,
conocido como Grand Prix del jurado, le tocó a “Flanders” una
obra del francés Bruno Dumont. En compensación, Iñárritu fue
reconocido como el mejor director del certamen, añadiendo así
otra aureola a su brillante carrera.
Esta vez
no se premió sólo a una actriz sino a un reparto femenino, el de
“Volver” de Pedro Almodóvar, que incluye a Penélope Cruz, Carmen
Maura, Lola Dueñas, Yohana Coba y Blanca Portillo. Lo mismo se
hizo con el premio al mejor actor, otorgado al reparto masculino
de “Indígenas” (o “Dias de gloria”), integrado por actores de
nacionalidad marroquí y argelina.
rpalmi@yahoo.com
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Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA |