La
reciente retrospectiva, con 11 selectas obras de Carlos Saura,
dio una buena oportunidad para re-evaluar su filmografía, no muy
abundante pero sí muy significativa, por haber renovado el
decadente cine español, afectado largamente por las
restricciones de la censura franquista. En efecto Saura se
inicia en el apogeo del neorrealismo italiano y el inicio de la
nueva ola francesa, que tuvieron mucha influencia en su estilo y
la temática que abordaría en su desigual producción, donde trata
con igual talento tanto la obra psicológica inaugurando un cine
musical típicamente español, salpicado del baile flamenco.
Como Fellini, Bergman y su paisano
Buñuel, Carlos Saura no es fácil de catalogar y su cine no gusta
a todo el mundo, pero lo cierto que es que su obra no pasa
desapercibida tanto por su profundidad como por su belleza
plástica. Después de iniciarse con obras menores hace
exactamente medio siglo, Saura se une a la corriente
neorrealista –de boga en la época- con “Los Golfos”- muy
influenciada por ”Il vitelloni” de Fellini. Pocos años después
lograría su primer gran éxito de crítica con “La caza” que
sorprendió a todos ganando el premio a la mejor dirección en el
Festival de Berlín.
Ya consagrado, Saura sigue en la misma
tónica del drama psicológico, logrando una seguidilla de filmes
que asombraron por su originalidad temática y su virtuosismo
cinematográfico, donde podía lucirse igualmente por precisos
encuadres y una depurada fotografía en blanco y negro, que él
mismo cuidaba como buen fotógrafo (de hecho se vio en un dilema
cuando tuvo que escoger entre la fotografía y el cine como
profesión). Así vinieron las obras de su etapa más creativa, por
las que se lo prefiere recordar, como Peppermint frappé, La
madriguera, El jardín de las delicias, Ana y los lobos, La prima
Angélica, Cría cuervos, terminando en forma brillante con la
que se considera su mejor obra de esta etapa, Elisa, vida mía,
que gana aplausos en Cannes y de la que es también autor del
guión, publicado luego en forma de novela.
Con la transición a la democracia, Saura
se desahoga intentaría darle forma visual a la música española,
interpretándola con otra forma artística autóctona, el baile
flamenco, gracias a la colaboración de un famosa bailaor y
coreógrafo, Antonio Gadés. Así hizo primero Bodas de Sangre, con
un guión basado en la obra de García Lorca, para luego
escenificar en flamenco a la Carmen de Bizet, y finalmente el
Amor Brujo de Falla. Una trilogía memorable que da a conocer el
baile flamenco en el mundo, aunque entusiasma mayormente a los
acólitos a ese baile. Siempre en busca de nuevos horizontes,
intentaría luego en Argentina mostrar la belleza del tango con
una obra con ese título, muy apreciado por la crítica local y
hasta representa a Argentina en los Oscares. Poco después, en
tierra gaucha, acometería la difícil tarea de llevar al cine un
famoso cuento de Jorge Luis Borges, El sur, con éxito debatible.
Todavía en Latinoamérica abordó el drama de Lope de Aguirre,
filmando en Costa Rica, y Antonieta, un drama ambientado en la
revolución mexicana.
Un realizador incansable, sigue
cosechando honores filmando en su tierra y lleva a la pantalla
el drama de una masacre en Extremadura, El Séptimo día, y Goya
en Burdeos, que fueron vistas y aplaudidas en el reciente
Festival de Cine Español. En preparación está Iberia,
con la música de Albéniz, con la que retoma el tema musical,
después de haber realizado el documental definitivo sobre el
baile que tanto lo apasiona, Flamenco. A sus 74 años,
Saura es una referencia obligada del cine español de la
posguerra, y un digno heredero de Buñuel, así como un inspirador
de los dramas psicológicos de Almodóvar, que tanto han puesto en
alto el arte fílmico ibérico. Junto con Garci, Trueba,
Armendáriz, Amenábar y Berlanga, Saura se considera en el grupo
de renovadores del cine español. Muchas de las primeras obras de
Saura han sido hechas en colaboración con la famosa actriz
Geraldine Chaplin, hija del gran Charlot, quien protagonizó
algunas de ellas y con quien ha estado ligado sentimentalmente
durante décadas.
• CRÍA CUERVOS
• ELISA, VIDA MÍA
• LA PRIMA ANGÉLICA
• LA CAZA
• LOS OJOS VENDADOS
• AY CARMELA
• EL AMOR BRUJO
• CARMEN
• LA NOCHE OSCURA
• TANGO
• GOYA EN BURDEOS
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Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA |