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Los presidentes norteamericanos en la pantalla 
por Roberto Palmitesta
octubre 2005

 

    Para una nación siempre fascinada por la presidencia, es lógico que sus mandatarios sean llevados al cine con cierta frecuencia, especialmente los que tienen más atractivo mediático, como Ronald Reagan, Richard Nixon, John F. Kennedy, Abraham Lincoln, Franklin y Teodoro ‘Teddy’ Roosevelt.  Este último es sin duda el más interesante del grupo, tanto por sus logros como mandatario como por sus variadas actividades cívicas e intelectuales. En efecto, TR fue militar, cazador, diplomático, escritor, conservacionista y, finalmente, político y gobernante, siendo el presidente más joven que ha llegado al cargo, a los 42 años (un año antes de JFK), aunque fuera por accidente, pues era vicepresidente cuando fue asesinado el reelecto presidente William McKinley en 1901 por un anarquista polaco en Buffalo. 

    Un director aficionado a las biografías como Martin Scorsese no podía sino interesarse en ese pintoresco personaje, de ahí que se ha propuesto dirigir una película basada en el libro de Edmund Morris, “El ascenso de Teodoro Roosevelt”, donde se relata la vida del joven Roosevelt hasta su llegada a la Casa Blanca, aunque posiblemente tenga un título más comercial cuando se estrene a mediados de 2006. Scorsese no tuvo que buscar mucho para encontrar al intérprete ideal de Roosevelt, después de que Leonardo di Caprio hiciera una buena caracterización del excéntrico y también polifacético Howard Hughes en “El aviador”.

    Varios presidentes han sido tratados por Hollywood en la pantalla grande. En orden cronológico, recordamos primero a Andrew Jackson en la película “El bucanero” (1958), papel que le fue concedido a Charlton Heston y quien ya lo había interpretado un lustro antes en “La dama del presidente”.

   Abraham Lincoln fue el presidente más llevado al cine, siendo memorables las interpretaciones que hicieran primero Walter Huston  en la costosa cinta homónima de D.W. Griffith de 1930, luego la de Henry Fonda en “El joven Lincoln” (1939), y finalmente la de Raymond Massey en 1940, titulada el “Abe Lincoln en Illinois”. Incluso Gregory Peck lo caracterizó en una mini serie de tv, “Azul y gris”, interpretando a Lincoln durante la guerra civil.

   Con su porte académico, el presidente Woodrow Wilson no era muy fotogénico, pero su papel como vencedor en la I Guerra Mundial y su posterior empeño pacifista al crear la Liga de las Naciones, le merecieron ser llevado al cine, tocándole a Alexander Knox interpretarlo en “Wilson”, la versión fílmica de una exitosa obra teatral.

    La figura de Frankin D. Roosevelt apareció en numerosas películas, pero siempre en secuencias cortas. Sólo en “Amanecer en Campobello”  lo tuvo como protagonista, con la suerte de ser interpretado por un actor excepcional, Ralph Bellamy, con un gran parecido físico, quien luego repitió el mismo papel en la adaptación televisiva de la novela de Herman Wouk, “Vientos de guerra”.

   John F. Kennedy fue sin duda el más apuesto y fotogénico de los presidentes norteamericanos de la era moderna, y su odisea en el Pacífico -cuando comandó una nave torpedera- fue llevada al cine poco antes de su prematura muerte, en la adaptación de su relato biográfico “PT-109”, siendo Cliff Robertson el encargado de interpretarlo. Recientemente, el actor Bruce Greenwood hizo otra excelente caracterización de JFK en “13 días”, un objetivo relato de la crisis de los misiles cubanos en 1962, que fuera la hora estelar de JFK al evitar una guerra nuclear con su paciencia y sensatez.

    Una sorprendente caracterización del impopular Richard Nixon le tocó al actor británico Anthony Hopkins, en la cinta de Oliver Stone “Nixon”, pero el personaje tuvo poca credibilidad precisamente por el acento británico del actor, que delataba su origen, una selección que Stone lamentaría luego a pesar de ser una interpretación de primera categoría. Hopkins ya había interpretado a John Quincy Adams en la cinta de Steven Spielberg “Amistad”, pero en su etapa como ex presidente y abolicionista, no como un mandatario en ejercicio.

    La actuación de un presidente en funciones, George W. Bush, fue llevado a la pantalla dos años después de ocurrir el ataque terrorista del 11-9-2001, en una cinta, titulada “D.C. 9/11: Tiempo de Crisis” que fue transmitida sólo por la televisión. El actor Timothy Bottoms hizo una aceptable caracterización del personaje, pero  la cinta fue hecha por encargo del partido Republicano y no tuvo la debida objetividad. En 2003 James Brolin interpretó con mucho tino a Ronald Reagan en un especial de televisión titulado “Los Reagan”, estrenado poco después de la muerte del ex mandatario, a su vez un consumado actor en la época de oro de Hollywood.

     En películas de ficción hubo una plétora de actores que interpretaron a presidentes de EE.UU., siendo memorables las de Henry Fonda (Fail-Safe), Peter Sellers (Dr. Insólito), Bill Pullman (Día de Independencia), Harrison Ford (Air Force One), Michael Douglas (El presidente norteamericano), John Travolta (Colores primarios), Gene Hackman (Poder absoluto) y Kevin Kline (Presidente por un día). Pero el más popular de todos, aunque en TV, es sin duda el veterano Martin Sheen, siempre convincente como el simpático presidente de la aclamada serie “The West Wing”.

rpalmi@yahoo.com

 
 
 
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