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Todo sobre el misterioso Uranio 
por Roberto Palmitesta
viernes, 08 julio 2005

 

Mucho se ha hablado aquí últimamente del elemento Uranio, destacando su potencial para alimentar reactores atómicos… y para fabricar bombas atómicas. Se comentó que Venezuela tiene inmensos depósitos de Uranio en el macizo guayanés, en los Andes y en ciertos estados como Cojedes, todavía no evaluados. Pero poco se conoce sobre las propiedades de este elemento radioactivo y de su difícil  extracción del subsuelo para convertirlo en un producto utilizable en la generación de energía eléctrica, para armas nucleares o –en menor escala- para usos médicos e industriales.

¿Qué es el Uranio?

El Uranio (símbolo: U) es el elemento más pesado (peso atómico 238) que existe en forma natural -siendo 19 veces más denso que el agua- y un metal 1,6 veces más pesado que el plomo y 40 veces más abundante que la plata. Se encuentra en el último tramo de la tabla periódica, en el grupo de las “tierras raras”, siendo los 15 elementos siguientes considerados como sintéticos. Uno de estos últimos es el Plutonio (Pu), un poco más pesado (p.a. 242) que el Uranio y producido de éste esencialmente para fines bélicos. De hecho, las únicas dos bombas atómicas usadas contra Japón en agosto de 1945, fueron una de uranio y otra de plutonio, obtenido éste en los laboratorios de EE.UU.

Sin embargo, en los minerales extraíbles del subsuelo –generalmente en forma de óxidos- la forma predominante de Uranio es muy poco radioactiva y se denomina Uranio-238. Por esto se necesita otra forma –o isótopo- más inestable para que pueda servir para fines energéticos o bélicos, el U-235, que forma menos del 0,7% del Uranio del mineral. Para que tenga un mayor  contenido del isótopo U-235, hay que “enriquecer” el U-238, utilizando centrífugas especiales después de convertirlo a fluoruros líquidos, obteniendo un Uranio muy radioactivo con 3 - 5% en U-235. Canadá y Australia producen conjuntamente más de la mitad del Uranio natural que se usa actualmente, proviniendo el resto de países como Kazajstán, Rusia, Estados Unidos, Brasil, Sudáfrica, Namibia, Gabón y Níger. El precio del mineral depende de su pureza y contenido de U-235, y ahora puede llegar a unos $100 el kilo según la demanda. La producción actual de uranio es de unas 35.000 toneladas al año, pero los requerimientos para plantas eléctricas van en franco aumento por la actual situación energética y ambiental, que ha causado un repunte de la energía. Sin embargo, la extracción de Uranio no es nada sencilla, siendo uno de los minerales más difíciles y peligrosos para minar, refinar y concentrar, por la toxicidad química y radioactiva del mineral resultante, que luego debe enriquecerse para que tenga el suficiente contenido de Uranio fisionable.

Potencia energética o destructiva 

          Cuando el Uranio enriquecido es bombardeado con neutrones se inicia la fisión del núcleo en una reacción en cadena, con una altísima liberación de energía, un hecho descubierto hace más de un siglo y regulado por las relaciones entre la masa y la energía formuladas por Albert Einstein en 1905 (E=mxc2). Teóricamente, una tonelada de Uranio-235 usado en un reactor de agua ligera produce la misma energía que unas 3.000.000 toneladas de combustible de petróleo, pero quedan barras de uranio agotado de difícil desecho. El calor generado por la fisión se usa para calentar agua para mover turbinas a vapor, que a su vez mueven generadores eléctricos.

Varias naciones tienen hoy día la tecnología nuclear en diversos grados de adelanto. Además de las cinco grandes potencias (EE.UU., Rusia, Reino Unido, Francia y China) con arsenales atómicos y muchas centrales nucleares, se sabe que Israel, India, Pakistán y Corea del Norte dominan esa tecnología y poseen pequeños arsenales de bombas atómicas. Sudáfrica, Brasil y Argentina estuvieron a punto de desarrollar armas nucleares pero abandonaron sus planes al adherirse al Tratado de No Proliferación de 1972, pero Japón, Corea del Sur, Taiwán, Ucrania y Alemania pudieran tener una tecnología y producción bélica si se lo propusieran, teniendo ya varios reactores de potencia en su territorio.

En el área civil, existen en el mundo unos 438 reactores nucleares que generan un 16% de la energía eléctrica del planeta, pero se espera que este porcentaje aumente pronto con los altos precios del crudo -hoy tres veces más altos que hace cinco años-, además del temor al creciente calentamiento global, producido mayormente por la quema de combustibles fósiles. Venezuela manejó en los años 60 y 70 un pequeño reactor nuclear con Uranio en el IVIC para fines experimentales y médicos, pero luego lo desmanteló, regresando el Uranio gastado a EE.UU. para su disposición segura. El reactor fue convertido en un centro de irradiación de productos médicos, farmacéuticos y alimenticios y se sigue usando con Cobalto radioactivo dentro del proyecto “Pegamma”, con asesoría canadiense.

rpalmi@yahoo.com

 
 
 
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