Fidel
Castro presidió la ceremonia de graduación de una promoción de
militares venezolanos de la Escuela Superior del Ejército
"Libertador Simón Bolívar", que lo habían elegido como padrino
de graduación.
"Para Cuba es un gran honor, un verdadero privilegio, la
decisión de ustedes de realizar este acto en nuestro país",
afirmó durante la ceremonia, celebrada a principios de agosto en
la sede del Consejo de Estado, en La Habana, según informó el
diario oficial Granma.
Luego le entregó la Medalla Fraternidad Combativa y el título
que los acredita como oficiales a los 74 militares. Además,
obsequió al general Eduardo Antonio Centeno Mena, director de la
institución castrense, una réplica del "Granma", gesto
retribuido con un submarino en miniatura de la Armada venezolana
y dos bastones de mando.
Hace unos tres años me atreví a describir en "Como te paga un
dictador" (www.cubafar.com) la probable conducta inicial a
adoptar por el gobierno de Hugo Chávez. No fue un ejercicio en
vano. Desgraciadamente compruebo ahora que mis vaticinios, como
producto de mi experiencia en una situación semejante, se han
cumplido.
Todo este trajín de la oficialidad venezolana visitando Cuba,
los buques de guerra en visitas amistosas, los grupos de pilotos
"intercambiando experiencias" y lo que falta por ver es solo una
repetición de una vieja película de los años 70, un re-run como
le dirían en Hollywood. Cambian sólo nombres de Generales y de
navíos. En aquella oportunidad fue el Buque Escuela de la Armada
chilena "Esmeralda" en esta oportunidad es el "Goajira" T-63.
Probablemente los guiones del
show cambien poco. Micrófonos por doquier en las
habitaciones que se hospedan para saber que hablan entre sí,
visitas a instituciones militares vitrina, pioneritos dándoles
vivas y poniéndole pañueletas, cantándole himnos de seremos como
el Che y por supuesto no faltaran las noches de Tropicana con
sus mulatas de fuego y los ríos de ron para que suelten las
lenguas.
¿Exagero?
Bueno, déjenme comenzar con el grupo que visitó Cuba encabezado
por el General chileno Anaya Castro en 1972. Mas de cuarenta
altos oficiales enviados por Salvador Allende para poder
nosotros lavarles el cerebro en Cuba. La flor y nata del
anticomunismo de las
Fuerzas Armadas chilenas llegó en aquel avión. Entre ellos
nada menos que el Coronel Roberto Souper el famoso jefe del
regimiento de tanques de Santiago de Chile que se lanzó contra
La Moneda el 29 de junio de 1973 protagonizando lo que se
conoció como "El Tancazo" tres meses antes de que Pinochet se
decidiera cortar por lo sano.
¿No dicen que una imagen vale mil palabras?. Pues veamos esta
interesante foto.
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De
izquierda a derecha el General Arnaldo Ochoa, el General
Senén Casas, Fidel Castro, el autor de este artículo General
Rafael del Pino, el General Chileno Anaya Castro y Victor
Drake el jefe de la Dirección Política del MINFAR en aquella
época. El oficial entre Fidel Castro y el Gral del Pino es
el Coronel chileno Roberto Souper, quien posteriormente
desempeñara un papel importante en la toma del Palacio de la
Moneda. |
De izquierda a derecha de
cuerpo completo el General Arnaldo Ochoa que todos conocemos
como terminó fusilado por Castro, el también difunto General
Senen Casas, Fidel Castro, el autor de este articulo General
Rafael del Pino, el General Chileno Anaya Castro y Victor Drake
el jefe de la Dirección Política del MINFAR en aquella época.
Ahora fíjense bien en el rostro de otro oficial entre Castro y
yo. Ese, es el famoso Coronel Roberto Souper, el hombre del "Tancazo"
Pero, ¿qué hacia este alto oficial chileno en medio de estas
importantes maniobras del ejercito cubano en el extremo
occidental de la isla de Cuba?
Simplemente, enviado por Allende para ser "salvado" por
nosotros. Habíamos preparado unas maniobras sin precedentes al
costo de varios millones de dólares para impresionar a los
militares chilenos. Solo la perdida del MIG-21PFM tripulado por
el Capitán Evelio Bravo Martín se llevó un millón y medio de
billetes verdes.
¿Valía la pena el desbordante derroche de estas maniobras y la
presencia constante de Fidel como anfitrion en una delegación
militar que no tenia ningún nivel de visita de Estado? ¿Sirvió
de algo la conversación de mas de cuatro horas que Roberto
Souper tuvo que aguantarle al máximo líder toda una madrugada
destapando ni se sabe cuantas botellas de vino?
Quedó claro después que el Coronel Souper fue quien trajinó al
comandante en aquella ocasión prometiéndole apoyar a Allende
para después hacer todo lo contrario lanzándose a los pocos
meses con su regimiento de tanques sobre el Palacio de la
Moneda.
Recuerdo que el corretaje fue tremendo en Cuba. A revisar las
grabaciones ocultas que se hicieron de todos estos oficiales en
sus habitaciones del antiguo
hotel Habana Hilton, a llamar a las mulatas de Tropicana que
tiraron sus bailecitos con los agraciados, a revisar los
informes rendidos por los oficiales cubanos encargados de
adoctrinar a la oficialidad chilena. Y por último la
inquisición: ¡Que me los traigan que quiero hablar con todos
ellos!
Pobre general López Cuba encargado de atender directamente a
Roberto Souper. Le cayó arriba un bombardeo más grande que el
que le cayó en los combates de Bahía de Cochinos
¡Comemierda, como no te diste cuenta lo que tenia en mente ese
hijo de puta! Tronó la voz de Fidel en el salón de reuniones del
cuarto piso del MINFAR.
Los adoctrinadores estábamos todos con el rabo entre las patas.
Por suerte para mí los Coroneles Jaime Stay y Jorge Vargas que
me tocó atender aquellos días no participaron en el Tancazo.
Meses después cuando le entraron a bombazos a La Moneda ya se
sabia que todo estaba perdido en Chile y la reacción fue menos
violenta contra nosotros.
Los primeros años de esa década del 70 fueron de una febril
actividad por parte de Castro en su propósito de penetrar
ideológicamente al estamento militar latinoamericano.
Con los militares peruanos se siguió un patrón similar que con
los chilenos. A los que nos toco tomar parte en la ejecución de
sus planes lo mismo se nos veía llevando en un vuelo especial al
General Leonidas Rodríguez a Panamá para entrevistarse con
Torrijos, que acompañando al Primer Ministro General Mercado
Jarrín a una velada en Tropicana o montándome en un avión MIG-21
de dos plazas para llevar de paseo al Coronel Cesar Enrico
Praeli posible candidato a General y Jefe de la Fuerza Aérea
Peruana según los propios cálculos de Castro. Para los que a
veces menosprecian la intuición del gobernante cubano valga
decir que 10 años después de su predicción el Coronel Cesar
Enrico Praeli no era solamente General del Aire sino Jefe del
Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas Peruanas.
Después del revés sufrido en Chile y mas tarde el golpe de
perder sus esperanzas con Perú al verse traicionado por el
General Morales Bermúdez quien entrega el poder a los civiles en
contra de sus consejos, Castro continua su febril actividad de
levantar un bastión en tierra firme del continente. Los
Sandinistas le dan esa oportunidad y Nicaragua se convierte en
punto central de la guerra fría en el continente hasta que el
rechazo del pueblo nicaragüense a la desastrosa política
colectivista de los Sandinistas dio al traste con el régimen de
los hermanos Ortega.
He tratado de sintetizar lo mayor posible para no hacer este
trabajo tan extenso que los haga perder el interés de una
cuestión tan sensible e importante como los sueños napoleónicos
de Fidel Castro. Voy a excluir por lo tanto el conocido papelazo
que sufrió el dictador caribeño en Granada con la rendición a
las tropas norteamericanas de cientos de combatientes cubanos y
otras aventurillas locas que condujo en la región como la que
ocasionó la muerte del aguerrido combatiente dominicano Coronel
Francisco Caamaño Deñó en febrero de 1973. Lo hago en aras de
dedicar el centro del análisis a la obsesión casi enfermiza que
desde el propio año 1959 desarrolló el comandante cubano por
Venezuela. ¿Casualidad? En la mente de Castro no hay espacio a
la casualidad. La casualidad es un lujo que no es aceptable para
el gobernante cubano. Solo la planificación meticulosa, fría y
calculadora puede dar la victoria y hay de quien ose salirse de
ella.
En los casos de Chile, Perú, Panamá, Nicaragua o Granada existía
el precedente de consenso por parte de los gobernantes de esos
países para la intervención y presencia cubana en sus asuntos
internos pero las invasiones llevadas a cabo contra Venezuela
por parte de los mas aguerridos e importantes Generales cubanos
como Arnaldo Ochoa, Raúl Menéndez Tomasevich, Ulises Rosales del
Toro y hasta el guardaespaldas personal de Fidel Castro Antonio
Briones Montoto muerto en combate en el desembarco por
Machurucuto el 8 de Mayo de 1967 apuntaban a que Venezuela era
la plaza por excelencia para llevar a cabo el plan continental
de conquista.
Ni siguiera la aventura del Che en Bolivia pudo contar con
ningún general cubano del calibre y la talla de los Ochoa,
Tomasevich o Rosales. ¿Razones? Múltiples. El episodio de
Bolivia fue una de esas oportunidades que le encantan al
Comandante para matar dos pájaros de un tiro. Su primer
propósito crear un objetivo diversionista. Esta es una
estrategia muy usada en el arte militar donde se trata de
confundir al enemigo haciéndole creer que esa es la dirección
principal por donde vienen los tiros. En la primera guerra del
golfo el jefe de la coalición de tropas aliadas general Norman
Schwarzkopf simuló todo un desembarco anfibio por las costas de
Kuwait para confundir a las tropas de Saddan Hussein mientras el
grueso de las fuerzas irrumpían desde la frontera de Arabia
Saudita y cortaban al ejercito Iraquí en dos desguasándolos mas
tarde.
El segundo objetivo del episodio de Bolivia fue por supuesto
deshacerse del otro caudillo iluminado. No hay cabida bajo un
mismo techo para dos caudillos iluminados. Mucho menos en un
proyecto continental tan bien planeado por Fidel Castro. Por lo
tanto el caudillo que pretendió convertir a cada cubano en un
hombre nuevo, en una especie de
San Francisco de Asís de la Revolución debía ser
sacrificado. Alfil por peón para allanar el camino al jaque.
Pero volvamos a Venezuela. ¿Por qué precisamente Venezuela?
¿Porque no, digamos Brasil donde existían selvas majestuosas
excelentes para desarrollar las teorías del foco guerrillero?
¿Porque no Guyana? ¿Por qué no
Costa Rica, Guatemala, Belice o hasta el propio México que
están tan cerca de las costas cubanas? Estoy hablando de
invasión de la flor y nata de generales cubanos no de los focos
guerrilleros que proliferaron en otros países como Colombia
donde solo se apoyó con entrenamiento y armas.
Sencillamente por la misma razón que fue Angola el único país
africano que tuvo que soportar un ejército de ocupación de mas
de 50,000 cubanos durante 15 años. Las aventurillas del Congo,
de Guinea, de Argelia, de Yemen eran como Bolivia, simplemente
acciones diversioncitas. A mi me llamó mucho la atención una
reunión que sostuvimos el General Colome Ibarra y yo con Samora
Machel en Maputo a solicitud del presidente Mozambiqueño a
principios de 1978.
Samora Machel había solicitado a Fidel Castro la presencia de
tropas cubanas en su territorio para defenderse de una posible
agresión de África del Sur. Por aquellos días el gobierno
racista de Rodesia, hoy Zimbabwe, había ejecutado innumerables
acciones de ataque a campamentos del ZANU en territorio de
Mozambique y Samora pedía a gritos ayuda incluyendo pilotos para
que le volaran varios escuadrones de MIG que los soviéticos le
habían suministrado.
Hasta que despegamos de la Habana en el vuelo de Aeroflot yo
pensé que se trataba de una visita seria, pero ya en el propio
vuelo Colomé se encargó de hacerme comprender que era una visita
para cubrir las formas. Que Samora viera que el Comandante
atendía sus preocupaciones, pero que en realidad no se
concretaría nada.
Dije inicialmente que me llamó la atención esta reunión con el
presidente de Mozambique y su Estado Mayor porque en realidad si
la misión nuestra en África según Fidel Castro era proteger a
los africanos de las agresiones de los racistas surafricanos.
Mozambique estaba siendo atacado constantemente por los
rodesianos, poseía una frontera totalmente vulnerable con
Sudáfrica e indudablemente estaban mucho mas indefensos que
Angola.
¿Porque Angola sí y Mozambique no? Por lo mismo que Venezuela sí
y Brasil no. Por un solo denominador común que lleva el nombre
de Petróleo.
Quizás alguien pueda preguntar, bueno, ¿y Etiopía que?
Etiopía fue una de las grandes palas de la guerra en África.
Digo pala porque hasta unos meses antes del enfrentamiento las
tropas somalíes eran asesoradas por los cubanos. Sabíamos
perfectamente la composición de sus unidades, las posibilidades
combativas, sus puntos débiles, sus reservas de proyectiles, los
defectos de sus jefes, en fin no tenían la mas remota
posibilidad de aguantar nuestro arrolladora maquinaria militar
suministrada por los soviéticos y nos daban en bandeja de plata
la oportunidad de dejar boquiabiertos a todo el tercer mundo.
El conflicto Etiope-Somalí era una bronca ancestral entre ambos
países que no tenía nada que ver con nosotros. Pero nos hacía
falta un gran
show. Un espectáculo que al mismo tiempo que embarcara a los
soviéticos en la aventura africana le demostrara a ese complejo
mundo africano la invencibilidad de la maquinaria bélica cubana.
Todo se preparó tras bambalinas y el
show se dio de acuerdo al guión. Hasta los soviéticos se
tragaron la píldora y como siempre la prensa sensacionalista
occidental sacó de proporciones la breve campaña del Ogaden. Al
igual que Herbert Mattews en la
Sierra Maestra 20 años antes esa prensa servía nuevamente
para allanar el camino a la idea estratégica de Castro.
Necesariamente tenemos que referirnos a varios de estos
episodios paralelos porque ellos nos ayudan a atar cabos que de
alguna manera se nos pueden quedar sueltos.
Ya sabemos que los objetivos de Venezuela y Angola tienen un
denominador común que es el petróleo. Pero, ¿no tenía Castro
todo el petróleo que quisiera por parte de los soviéticos?
No exactamente. A partir de la Crisis de los Mísiles Nucleares
de 1962 en que Krushov pacta con Kennedy ignorando totalmente a
Castro las relaciones con el gobierno soviético comenzaron a
deteriorarse a un ritmo muy rápido llegando a su punto mas bajo
precisamente cuando Castro traza su estrategia de invadir
Venezuela y apoyar a todos los movimientos guerrilleros que allí
luchaban por el poder.
¿Coincidencia? Hemos visto que la coincidencia y la casualidad
no existen en el diccionario de Fidel Castro. Para esa fecha las
presiones de los soviéticos por controlar todo en Cuba llegaron
al punto que la aviación completa de combate tuvo que ser
paralizada con una medida muy simple. Los neumáticos de repuesto
de los MIG dejaron de entrar y los aviones sin neumáticos no
vuelan. Por su parte el Che en su función también de caudillo
iluminado lanza en Argelia la teoría de los dos imperialismos
echándole mas leña al fuego a las ya deterioradas relaciones con
el Kremlin, los embarques de petróleo comenzaron a atrasarse,
las piezas de repuesto para la tecnología soviética también
empezaron a escasear. Y para mayor desgracia los reveses
sufridos por los cubanos que invadieron Venezuela eran cada vez
mayores. Las rencillas y antagonismos con los nacionales
venezolanos que mostraban independencia de criterios se hicieron
más agudos y todo parecía que se hundía hasta que una coyuntura
mundial le proporciona a Fidel Castro la toalla salvadora. Las
tropas soviéticas invaden Checoslovaquia en 1968 y el apoyo
irrestricto de Fidel Castro a aquel crimen tan horrendo le
volvió a ganar la confianza del Kremlin.
El apoyo a la invasión de Checoslovaquia proporciona un breve
respiro para poder cicatrizar las heridas de la derrota en
Venezuela. No hubo que esperar mucho, los militares portugueses
de la Revolución de los claveles en 1974 abren nuevamente la
oportunidad dorada. Al año siguiente nuestras tropas estaban
protegiendo los yacimientos de petróleo de Cabinda e
irónicamente nuestro ejercito "comunista" garantizando la
seguridad de todas las compañías "imperialistas" y sus empleados
radicados en el enclave. No fue ninguna casualidad que los
primeros y más aguerridos contingentes de militares cubanos
llegaran a Cabinda a través de Punta Negra en el Congo antes de
los contingentes que rechazaron los ataques de Luanda. La
capital podía perderse. Lo que no podía perderse era Cabinda.
Durante la invasión y ocupación de Angola por mas de 14 años no
fue necesario el empleo abierto de ese petróleo. El suministro
soviético estaba garantizado y Angola quedaba como un "sidepocketing"
como le dicen algunos gringos a cualquier reserva de emergencia.
Los cubanos le llamamos "por si las moscas".
Castro desde muy temprano aprendió algo muy importante y es que
sólo con la subvención total de un proyecto social ya sea por
una potencia mundial que asuma esa responsabilidad como ocurrió
con la extinta URSS o por los recursos financieros que emanan de
la riqueza natural mas importante del planeta es posible quebrar
la voluntad de las personas y convertir a pueblos enteros en
parásitos del Estado.
No fue sólo la famosa frase de "Condenadme no importa la
Historia me absolverá", la otra lección aprendida por Castro
copiando la frase de Adolfo Hitler en el proceso de Munich en
Noviembre de 192: "Los jueces de este Estado pueden
tranquilamente condenarnos por nuestro proceder. La historia,
como diosa de una verdad superior y de un derecho mejor, ella,
sin embargo, alguna vez, sonriente, romperá en pedazos esta
sentencia para absolvernos a todos de culpa y expiación".
Y no es tampoco extraña coincidencia que el Putsh de Munich en
1923, el Moncada de 1953 y el de Venezuela el 4 de febrero de
1992 sean tan similares.
Por el Mein Kampf Castro aprendió también que el fascismo puede
llegar al poder por las urnas y mantenerse a base de chovinismo.
Todo lo que se necesita es suficientes recursos para apretar la
tuerca de forma tal que la rosca no violente los niveles de
supervivencia ni proporcione demasiado espacio para que se
acumulen pensamientos empresariales malsanos que puedan dar
cabida a ideas independientes del poder totalitario.
Venezuela es el terreno perfecto para el experimento. Por una
parte 90,000 barriles de petróleo diarios a 62 dólares el barril
como cerró en el mercado en el día de hoy representan cinco
millones y medio de dólares que cada mañana entran a las arcas
de Fidel Castro para sostener la madriguera del proyecto. Eso es
suficiente para darle un poco de energía eléctrica a la
población, venderles algunas ollas de presión y de paso
permitirles comprar un poco de chocolate en polvo.
Garantizado el puesto de mando y control en la mayor de las
antillas se puede entonces continuar por el camino de la
"Liberación" del continente.
Pero, ¿No se decía que no pueden haber dos caudillos iluminados
bajo un mismo techo?
Y ¿quien ha dicho que aquí hay dos caudillos iluminados? Hay
solo uno. El señor presidente de Venezuela es un aprendiz que
hace todo lo que puede por parecerse a su maestro. Ojalá pueda
dedicar unos minutos a leer estas cortas memorias y a
reflexionar hasta que abismo puede conducir a su país.
Pero continuemos con la estrategia de "Liberación" del
continente. Por lo pronto ya se tienen los petrodólares que
garantizan prescindir de esa clase empresarial que tiende a ser
tan "atravesada" de los grandes proyectos. Ya se puede ir
equiparando a todos los venezolanos a un nivel aceptable de
miseria donde puedan comer, vestirse, curarlos y por supuesto
muy pronto brindarles también gratis el entierro como en Cuba.
Ah, pero nada de esto se puede hacer sin disponer de una buena
cantidad de esos petrodólares para crear un estamento militar y
burocrático que aplaste cualquier incomprensible inconformidad
con tan altruista idea.
Aquí entra a jugar su importante papel el verdadero caudillo
iluminado.
-Hugo, mándamelos por grupos de las diferentes ramas de la FAN,
yo me encargo de pasarlos por el filtro y después decirte quien
es buen candidato y quien no. Quien se merece tu beneplácito y a
quien tienes que darle una patada por el trasero. Yo tengo buena
experiencia en estos trajines y puedes tener la completa
seguridad que esta vez no me va a ocurrir lo que me pasó con el
Coronel Roberto Souper.
Ah y de paso ve desapareciendo todos esos archivos con los
nombres de los militares venezolanos que cayeron por enfrentarse
a nuestros heroicos internacionalistas. Con Ochoa y Tomasevich
no hay que preocuparse pues los tengo tres varas bajo tierra
pero el diablo son las cosas y no vaya a ser que mi ministro del
azúcar el General Ulises Rosales del Toro tenga que hacerles una
visita de ayuda a la industria azucarera y algunos de los
familiares de esos muertos se pongan pesados. No te confíes que
la lista no es corta. Desde los primeros caídos como el Sub Tte.
Abelardo Estrada Vale hasta los Capitanes Ernesto Báez Gonzáles
y Jesús Eduardo Ávila Paoli hay unas cuantas docenas de
oficiales sin contar los soldados que cayeron frente a nuestros
gloriosos internacionalistas.
Pero para ir al seguro manda a alguna de mi gente que te cuida
para que desaparezca el Cuadro de Honor levantado entre un roble
y un samán en el patio de ejercicios de la Academia Militar de
Venezuela donde aparece los nombres de toda esa gente. Apúrate
Hugo que cambiar la historia no es fácil y toma tiempo.
Señor presidente de Venezuela tire una mirada a esos cerros que
rodean a Caracas y piense por un momento lo que usted podría
hacer por esos infelices con los cinco millones y medio de
dólares que usted pone diariamente en las arcas de Fidel Castro.
Aunque ya no pueda recuperar jamás esas exorbitantes cifras,
rectificar es de sabio, y el pueblo de Venezuela se merece un
destino mejor.
Señor Presidente de Venezuela le recomiendo también cuando tenga
una oportunidad que le pregunte al Presidente de Angola José
Eduardo Dos Santos lo que significa un ejército extranjero
ocupando prácticamente el país, sin poder decidir cuándo
decirles que se vayan. Averigüé como comenzó aquella pesadilla
con algunos instructores cubanos, algunas graduaciones de
angoleños como ésta que acaba de tener lugar con oficiales
venezolanos. Todo empieza como algo simbólico, como algo muy
sano, como una "ayuda fraternal internacionalista" y se termina
con regimientos blindados rugiendo por autopistas y carreteras.
Agustino Neto cruzó esa línea maldita que separa el camino
empedrado de las buenas intenciones con el infierno. Cuando
quiso dar marcha atrás murió inexplicablemente en un salón de
operaciones de Moscú. Si usted cruza también esa línea y después
se arrepiente no cometa el mismo error. Ya sea un catarro o una
apendicitis, viaje a Houston y atiéndase en la Clínica de los
Hermanos Mayo, antes de viajar al CIMEQ. Nadie sabe cuando la
picada de un misterioso mosquito puede transformar una simple
gripe en una mortal neumonía.
Cuando leía la noticia de los agasajos de Fidel Castro a los
oficiales venezolanos graduados me vino necesariamente a la
mente la noche en que despidió también en el Palacio
Presidencial a los oficiales chilenos. Cada uno de ellos obtuvo
también su réplica del yate Granma, pero fue más lejos y a cada
uno se le obsequió con un fusil AK-47 dedicado con una placa de
oro grabada en el culatín con el nombre y la firma de Fidel
Castro. Sabemos que Allende se suicidó con uno similar que le
regaló Fidel. Sería interesante saber si el Coronel Roberto
Souper llevaba el suyo el día del Tancazo.
El General Rafael del Pino perteneció al Movimiento 26
de Julio liderado
por Fidel Castro. Durante un breve exilio en Venezuela
a finales de 1957 principios del 58 participa en el
alzamiento contra la dictadura de Pérez Jiménez, es
herido y encarcelado hasta su liberación el 23 de
enero. A mediados del 58 entra clandestino en Cuba y
se incorpora a las guerrillas del 26 de julio.
Al triunfo de la Revolución se hace piloto de combate
de la Fuerza Aérea Revolucionaria. Participa en la
Batalla de Bahía de Cochinos donde derriba dos
bombarderos B-26 y participa en el hundimiento de
varios buques de desembarco.
En 1975 dirige las unidades de aviación del primer
cuerpo expedicionario cubano en la guerra de Angola.
Ocupó diferentes cargos desde jefe de Escuadrón de
Cazas hasta
Jefe de División y finalmente segundo jefe de la
Fuerza Aérea Revolucionaria cuando rompe con el
régimen de Castro y escapa con su familia a Estados
Unidos.
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