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Sin poder judicial
por Pompeyo Márquez
miércoles, 20 septiembre 2006

 

Uno de los fracasos más espectaculares de este autócrata es el del poder judicial. Su gran promesa en 1998 era acabar con las”tribus judiciales” y con la corrupción que prevalecía en el poder judicial Llegado al poder designó una Comisión presidida por los doctores Manuel Quijada y Gómez Grillo. Estos procedieron a la reorganización de los Tribunales, a la depuración de ellos. Con bombos y platillos anunciaron al país los grandes resultados de estas reformas Estrepitosamente se vinieron al suelo. Era peor lo que sobrevivió a tales estructuraciones.

Para corregir los exabruptos cometidos durante dicha estructuración se planteó antes que nada reformar la composición del TSJ. En este caso existía otra motivación: la presencia de algunos Magistrados con criterio independiente a los cuales se tenía que “barrer”. De allí la precipitada Reforma, llevándose por delante a la propia Constitución Chavista para elevar de 20 a 32 Magistrados, escogidos a dedo por  Chávez

Se inicia una nueva estructuración del poder judicial dirigida por Velásquez Alvaray, quien idea las conocidas “ciudades judiciales” que se convierten en fuentes directas de corrupción. La concentración de funciones por Velásquez Alvaray crea todas las  disputas internas en el TSJ. Al fin Velásquez es defenestrado, juzgado y destituido.  Todo lo hecho por este Magistrado de nuevo es echado por el suelo. Se introduce el miedo entre los Jueces que no se atrevían a dictar una sentencia sin “mirar para arriba”. La corrupción se destapa. Se vendían –y se venden adelantar o retrasar o el contenido de una sentencia. Es mejor que le demos la palabra al  diputado “marxista-leninista” Carlos Escarrá:

“El poder judicial no sirve, a su juicio nada es limpio dentro de esta institución, que haya 300 jueces honestos de los casi 3 mil es probable, pero el nivel de corrupción que existe  es incalculable…..A mi cuando me preguntaron que hacer con el poder judicial, dije, convoca a todo el mundo al poliedro tranca la puerta y cuídate de quedarte afuera, lo demás es un proceso de imaginación, allí no sirve nada” (ABC de la Semana, del 13 al 20/9/6).

Lo mismo que dijo Velásquez Alvaray: reunir a todos los Magistrados del TSJ, cerrar la puerta y ponerles una bomba.

Un país no puede vivir sin poder judicial. En Venezuela no existe Estado de Derecho. Una razón más para votar el 3 de diciembre en contra del autócrata y por Rosales. 

 
 
 
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