Danilo Anderson, de 38 años de edad, siempre defendió su función
de fiscal de ambiente ante las críticas de quienes le señalaban
poca experiencia en materia penal. “Intentan descalificarme
diciendo que no tengo experiencia como penalista, pero resulta que
el Código Orgánico Procesal Penal es uno solo y el procedimiento
penal es el mismo para delitos ambientales y homicidios. Yo, como
cualquier otro abogado, pasé igual Penal I y II, Procesal Penal y
todas las cátedras que sirven de base al derecho penal. Yo también
presento acusaciones, solicito sobreseimientos, voy a juicio...
como cualquier penalista”, dijo en una oportunidad a
El Nacional.
Danilo Anderson se graduó de derecho en la Universidad Central de
Venezuela en 1995, y, posteriormente, se especializó en Ciencias
Penales y Criminológicas, así como en Derecho Ambiental y
Desarrollo Sustentable.
Se desempeño como abogado independiente en varios bufetes y fue
inspector general de Hacienda entre 1993 y 2000.
En junio de 2000 ingresó al Ministerio Público como Fiscal
Auxiliar en el estado Sucre y en noviembre fue nombrado Fiscal 5o
y 4o a nivel Nacional con Competencia Ambiental.
En efecto, fue el primer fiscal que abrió un juicio por delitos
ambientales en Caracas, en el caso particular de daños contra el
parque Macarao. En su hoja de vida destacan como principales
logros las acciones penales por derrames petroleros abiertas en
2002 contra personas naturales y jurídicas en el estado Lara y los
cierres preventivos del Parque Nacional El Ávila.
Recientemente en otra entrevista concedida a este diario, dijo que
estudió y participó en las luchas estudiantiles de la Universidad
Central de Venezuela. “Fui encapuchado y luché para lograr las
reivindicaciones del pasaje estudiantil y el seguro universitario.
Jamás estuve afiliado a alguna organización política. En la
Escuela de Derecho creamos un grupo de trabajo llamado ARDE
(Acción Reivindicatoria del Derecho Estudiantil). Una de nuestras
actividades principales era el ‘culturoviernes’. Participé en las
actividades de cuentacuentos. Yo soy cuentacuentos”.
Asimismo, se declaró progresista y de izquierda radical. “El que
es mi enemigo lo seguirá siendo donde sea. Desde luego, no soy
enemigo de las personas que imputo. Se trata de ciudadanos que, en
mi criterio, cometieron algún delito, pero no hay nada personal en
contra de ellos”, declaró.
Fue el fiscal que recuperó el Canal 8 (Venezolana de Televisión)
el 13 de abril de 2002 e hizo las gestiones para que
restablecieran la señal.