La pregunta es precisa. ¿Por qué se
está destrozando la militancia del MVR? En el pasado hubo
desavenencias y hasta enfrentamientos por razones electorales.
Pero en cada ocasión se señaló que había una instancia superior,
que todo lo resolvía. ¿Ha cambiado hoy esta situación?
DEL
JEFE ÚNICO A LA COMUNIDAD DE ‘JEFES’
La
materia electoral de la “revolución” a lo largo de sus 6 años ha
estado manejada directa o indirectamente por el señor
presidente (SP) y al presente no se ha elaborado una política
que acabe con el dedo como gran elector. Pero la confederación
de grupos que conforma hoy el MVR determina una creciente
comunidad de jefes dispuesta a luchar contra ese designio. Las
cúpulas enfrentan los aspirantes a más poderes, que recubren sus
demandas con exigencias al SP y a la organización para que se
garantice un comportamiento democrático. La acumulación de
todos los poderes aumenta el capital. Y por ello, ‘los otros’ y
nuevos líderes exigen que se les respete sus dedos, espacios y
beneficios. Ya el SP no lo controla todo. Avanza la implosión.
EL MITO COMO
SALVACIÓN
Sin embargo, la militancia que protesta contra la
trampa electoral no se cansa de señalar que ‘el presidente no
sabe absolutamente nada’. Y a su vez los ‘jefes’, cuando se les
consulta sobre su liderazgo, afirman que en la organización sólo
se conoce un líder que es el SP. En cada caso, se expresa el
interés y necesidad de un poder mítico y simbólico inalcanzable
para cualquier mortal. Es una manera de organizar los reinados
sin entrar en confrontaciones directas. Una táctica adecuada
para ganar terreno similar a la utilizada en los partidos u
organizaciones en los cuales no prevalecen factores ideológicos
y políticos. Cada grupo del MVR es una compañía para el
enriquecimiento-ganancia, para la compra-venta de favores y
posiciones. Esta no es una creación de esta política, pero hoy
alcanza su mayor esplendor.
RESIDUOS Y ENFRENTAMIENTOS
De esto están convencidos, en primer lugar, los
propios protagonistas de esta historia de repartos, corrupción y
perversión. A esta hora no se puede negar la descomposición
existente en el conjunto de las instituciones y partidos
políticos. En este sentido, el MVR debe entenderse como una
continuación de la vieja y gastada política que llena buena
parte de la historia de este expaís. Importante hoy determinar
las raíces y alcance de estas rivalidades: ¿Se convertirá la
implosión, la ruptura y enfrentamiento a cuchillo a lo interno,
en el primer enemigo de la “revolución bolivariana pacífica pero
armada? ¿Cuáles son sus expresiones, de dónde vienen y dónde
llegarán?
El
MVR es una suma de residuos. Esto estaba claro para el
‘fundador’ desde su nacimiento: “Creo que aquí hay sectores que
vienen de otros partidos, de izquierda, de otros sectores
apolíticos, también de la derecha, individualidades o pequeños
grupos, sectores nacionalistas.”… Y a estos residuos los une el
proceso constituyente: ...“Creo que el planteamiento
constituyente se ha venido formando como un proyecto unitario.
Ese es precisamente el eje en torno al cual se han venido
uniendo algunos sectores de estos grupos tan diversos, de esos
residuos.”… (ABM, Habla el Ctte., 540).
EL MVR ES UN PARTIDO MÁS
El
muro inicial de salvación lo conforma la constituyente. Sin
embargo, con apenas meses de existencia, el SP llegó a observar
que el MVR se diferenciaba del Movimiento Bolivariano 200 (MBR-200)
y que ambos ...”no pueden plantearse, ni es la intención, ni
nunca va a ocurrir, que se fusionen.” Cada uno tiene su perfil
determinado. El MVR lo formamos para una coyuntura.”… Y pudiera
desaparecer una vez realizadas las elecciones: ...“Que el MVR
trascienda la coyuntura electoral, está por verse. Que se
inserte, que sea capaz de organizar cuadros con coherencia, con
fuerza organizativa, está por verse.”…(Ibíd.., 600) A seis años
del ‘proyecto’ el MVR está en la coyuntura de la corrupción y la
destrucción. .
Pero la intención expresa del SP es crear un partido diferente:
...“Yo soy uno de los que anda en ese pregón, hacia adentro del
movimiento, según el cual el primer enemigo está en nosotros
mismos, y que este movimiento no se debe orientar hacia la
formación de un partido político más, una pieza más del
juego.”… El llamado es a impulsar un movimiento que se ponga en
sintonía con el proyecto estratégico, ideológico, programático (Ib.
540). ¿Pero se alcanzó este objetivo? El MVR es hoy un partido
más.
LIDERAZGO Y CONFRONTACIÓN
En la campaña electoral del 98 le preguntamos al hoy
SP, si en el caso de un eventual gobierno suyo, pudiera
producirse lo que en el Chile de Allende, donde la división de
la ‘Unidad Popular’ permitió el avance del golpismo. A esto
respondió: ‘Sí, esto pudiera producirse’. Y luego aludió a lo
difícil que resulta la unidad interna y las alianzas: “Si en una
familia de cinco personas hay conflictos, imagínate cuando se
trata de una alianza entre PPT, V República, MAS, MEP,
Movimiento Solidaridad Independiente, PCV, Fuerza Moral, Partido
Socialista de los Trabajadores. Ahí tiene que haber grandes
contradicciones.” Ahora si el liderazgo existente es de verdad,
debe estar en capacidad de ejercer influencia para superar los
puntos más álgidos de esta contradicción (Ibíd..,589). ¿Y qué
decir entonces de la realidad del MVR en sus seis años de vida?
¿Falló el liderazgo o la estructura partidista?
MESIAS
Y PETRODÓLARES
A la hora de pasar del abstencionismo al camino
electoral en el último trimestre del 97 y fundar el MVR, como
organismo coyuntural electoral, hubo contradicciones que
adquirieron el sentido de una división. Pero la conspiración que
culmina el 4F-92 ya estaba penetrada por este virus. Llegaron a
tal punto las diferencias que Chávez y Arias Cárdenas fueron
condenados a muerte por capitanes subalternos. Los grupos y
tensiones están presentes en el MBR-200 desde su gestación y
creación en Yare después del 4F. De modo que el divisionismo de
hoy no tiene porqué sorprender a nadie.
¿Pero cómo ha subsistido este movimiento sin
despedazarse? Dos elementos lo han evitado hasta ahora: el
mito-liderazgo Chávez y el chorro de petrodólares dispuestos
para la compra-venta de conciencias. En efecto, a la hora del
liderazgo pleno y desbordante, había un único caudillo dueño y
señor de todas las situaciones. Todo giraba alrededor del
mito-símbolo y era impensada cualquier división. La visión
mesiánica y el culto al héroe que ostenta el SP garantiza el
acceso y reparto del histórico botín.
EL
ÁRBOL DE LAS SEIS RAÍCES
En esto estaba claro el SP. Para él, el mesianismo,
la ‘creencia ciega’, es algo que está ahí. Y lo importante es
ver cómo se utiliza. El mesianismo está en la gente y sólo podrá
desaparecer con una revolución cultural en la cual las personas
racionalicen las cosas (Ibíd.., 601). Y mientras no haya esa tal
revolución, hay que aprovechar lo que está en la ¡ciega
creencia! que le proporciona al simple caudillo un hálito de
grandeza que lo convierte en mito-símbolo de estos tiempos. En
su caso específico es el Bolívar de nuestros días. Un Bolívar,
además, que es capaz de juntarse a Zamora, Simón Rodríguez,
Maisanta, Fidel Castro y a él mismo, en un árbol que no es de
tres sino de seis raíces.
LA
ESCUELA DEL SÍMBOLO-MITO
¿Pero que significado tiene hoy esa práctica
mítico-religiosa? ¿Sirve acaso para regular los intereses
enfrentados y contradictorios, en los cuales las
negociaciones-ambiciones están por encima de todo compromiso
político-ideológico-programático y donde no cuenta para nada lo
ético-moral? La única ‘divisa’ que prevalece en estos casos es
la que se refiere al robo-corrupción.
Pero este fenómeno no corresponde sólo al MVR. Este
movimiento se funda a partir de ‘residuos’ de una política sin
otros principios que los dictados por la ganancia de posiciones
que permitan obtener los mejores beneficios. En nuestra
historia política la figura mítica cohesiona el entorno, lo
apoya y le da sustento. Para nada cuenta la base
doctrinario-ideológica. Por eso, cuando el mito-símbolo se
derrumba, la organización político-partidista materialmente
desaparece con él. Es cuando adviene el vacío, que no habrá de
detenerse hasta el surgimiento de un mesías que sustituya al
anterior.
Los mitos-símbolos, Bolívar, Páez, o sus herederos:
Guzmán Blanco, Gómez, Betancourt, CAP o el SP, no crean
escuelas de militancia y construcción para levantar una
sociedad-país, sino una simple legión de seguidores que tiene
aprendida la lección de las ambiciones y claramente definido el
camino de la trampa-corrupción. Por eso, aquí la única escuela
política que existe, por deformación histórico-historiográfica-
es la del mesías-caudillo.
EL
MITO NOS CONVIERTE EN EXPAÍS
En
ningún otro momento de la historia venezolana, el mito tuvo
tanta fuerza-base económica. Y estamos ante un mesías orientado
hacia una supuesta “revolución” que termina en una plena
destrucción. Más le interesa al ‘símbolo’ comprar el favor del
colectivo, que lanzarse a construir una nueva Venezuela. Hoy
abundan los recursos para la compra de un país que, encadenado
a un mito, se vuelve expaís
¿CHAVISMO SIN CHÁVEZ?
El
proceso electoral interno en el MVR, es la mejor expresión de la
rumba de los mito-mesías. Destapa la olla que no podía faltar en
un movimiento construido a punta de ‘residuos’ que tienen como
único propósito acomodarse. Es la mejor expresión de la rumba de
los mito-mesías. Por ello, al transformarse en compañías
anónimas aumentan su capital y posibilidades. ¿Y quién se pone
al margen del sendero de la riqueza que da el poder? El
mito-Chávez-petróleo sirve para alimentar muchos grupos y
ambiciones. Y se llega al punto de trabajar en función del
chavismo sin Chávez, que significaría mantener vivo el mito,
que es la materia prima de la “revolución”. El ‘salto adelante’
le lleva a asumir el socialismo y la revolución asimétrica para
enfrentar y “derrotar a USA” e imponer la multipolaridad. Pero
no hay seguridad de que pueda mantenerse firme. Por ello es
indispensable trabajar en la conformación de la figura capaz de
sustituirlo, dejando en acción al mito. Abundan los aspirantes
sin mito pero con ambiciones.
Como lo evidencia nuestro trabajo de testimonio oral, podría
pensarse en grupos como el de Rangel/generales, el grupo rival
de Diosdado, a quien muchos califican como ‘el heredero’. Los
fundamentalistas ahora divididos en dos o más fracciones
debido a las posiciones electorales. En el actual conflicto el
acusado Bernal se acerca a Rangel mientras Barreto se ubica en
la acera del SP. Los evangélicos, portadores de la ‘nueva
sacerdotisa de palacio’, aspiran al trono corrigiendo los viejos
enfrentamientos. Ameliach estaría en vías de constituir un
frente de lucha. Los institucionalistas, cada vez menos, son
esperanzas para muchos. Pero por encima de todos está aún el
mito quien permitió la jugada de sacrificar quintarrepublicanos
en favor de los cuartarrepublicanos aliados.
A LA MANERA DE ALFARO UCERO
El
SP pide a los militantes dejar atrás los vicios adecos (UR,
20/04). Y Bernal señala: “Hemos comenzado a derrotar al
adequismo dentro del MVR y todo lo que va a morir patalea”.
Esto lo dice a propósito de las protestas en su contra el 19/04
(UN, 20/04, 16). Y Juan Carlos Alemán, ‘uno de los candidatos a
concejal desplazados por el fraude’, lo acusa de manipular al
mejor estilo Alfaro Ucero, las elecciones del MVR para proponer
a sus amigos”. Y agrega: “Por ahí anda corriendo el rumor de que
nos quieren sembrar drogas”. Se reconoce que este es un
movimiento y un gobierno que siembran drogas. Y el propio Bernal
señala que él no está ligado a drogas, ballet rosado y
homosexualidad. Apunta a lo interno del ‘partido’ (Tal Cual,
27/04). Y el mismo adequismo acepta que Tascón, traidor a la
revolución según Blanco La Cruz (EU, 26/04, 1/8), declare como
hazaña que le compró su célebre lista a Súmate y no haya
sanción ético-moral o que se presente a la luz pública el caso
Manuitt acusado por 200 exterminios, tráfico de drogas, de
menores y de corrupción generalizada y que tampoco pase nada
(EU, 28/04, 1/8).
MESIANISMO Y DESTRUCCIÓN
El
síndrome de Caín y Abel está en plena acción en medio del
desgaste del mesías que profundiza la implosión. Los
petrodólares son muros de alivio y contención. Por eso deja que
cada quien robe, como en el caso de ‘PPTsa’, Reservistas,
Misiones, Círculos, Tarifados y Corrupción conforman el gran
partido de la destrucción. Aquí no hay políticas para producir
y construir un verdadero país.
Y en medio del desastre de la improvisación y el reparto
millonario, irresponsable y populista, el SP se presenta hoy
como el último protagonista de una historia mesiánica, llena de
atraso, pasado e ignorancia, que cada vez tiene menos espacio,
sentido y audiencia. Para el colectivo social esta es una hora
que no acepta complicidades sino compromisos con el porvenir.
Indispensable construir las bases de la nueva y auténtica
participación al margen de los otros derrotados de la llamada
oposición. Indispensable construir una política para una
historia que enfrente la tragedia de este régimen y su soporte
opositor. El colectivo y sus Centros de Trabajo están obligados
a actuar en función de una Venezuela de destino propio y no
diseñado y dirigido por el derrotado socialismo que encarna y
representa Fidel Castro y que tiene ya en PPTsa y el Banco
Industrial importantes financiamientos. ¿Y el país? ¿Seguirá la
destrucción?
abm333@gmail.com
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Artículo publicado en el diario El
Universal, 30 abril 2005
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