¿Se atreverá el gobierno (CNE) a dictar el
informe final del referendo parlamentario sin arriesgar aún más
su credibilidad?
Lo dudo mucho.
Más bien será este escollo un aliciente para
sincerar la verdadera política autocrática que mueve su razón de
ser (si se lo permitimos).
Pero parece que ya es tarde: dulce ha sido la
venganza de los “obligados a votar”; padres y madres
dependientes del aparato empleador del Estado Bolivariano.
Quitadas las “caza huellas”, la dulce venganza
del “voto nulo” es hasta más importante que la misma abstención
(congratulaciones también a todos estos nuevos silentes
compatriotas).
Más del 83% del país queda de esta manera
mágicamente unido, involucrado gracias al actual Gobierno
Bolivariano de Venezuela (qué
contradicción), a un enorme conjunto aplastante y definitorio de
nuestro porvenir.
La pregunta importante es si existen líderes
capaces de abarcar ese inmenso universo de descontento y
canalizarlo hacia el bien común; a algo que pueda proporcionar
un frente definitivo que enderece o encarrile el futuro
democrático del país.
Frente al 2006, quiero empezar a oír, como
tantos miles de venezolanos, a los que tengan la capacidad de
mantener unido a este no inesperado conjunto opositor; a
aquellos que descubran o disciernan los puntos de identidad que
nos unen; a los que sepan trascender el estigma del pasado y en
consciente aceptación de esta patente universalidad que está a
punto de cristalizar, nos lleven hacia un futuro más eficiente y
feliz.
La enferma idea del gobierno bolivariano, como
neumonía aguda, debe ser reemplazada por una cuidadosa
recuperación científica (política) que no deje de lado ninguna
de las secuelas que se puedan perpetuar.
¿Quién, quiénes nos podrán guiar?
Creo que sólo serán aquellos que, exentos de las
debilidades que los privilegios del poder crean, se sabrán
llamados y se podrán levantar.
Levántate, pues, conciudadano común, que tú eres
la fuerza; elige ya, antes del 2006, aquellas conciencias que en
momentos difíciles mostraron inequívoca actitud; aquellos que
ante tus ojos eran calificados y nunca quebrantaron su ideal
social.
Empecemos a trabajar por los líderes del 2006.
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