No
me gusta dejar historias inconclusas. Menos cuando sé que
siempre tuve razón. Cuando dije que el CNE no estaba dispuesto
a dejar a un lado su actitud antidemocrática frente a las
personas de oposición que han sido tachadas como fallecidas y
exigen su derecho a votar, tenía razón. En este momento, soy
bien antipática: se los dije.
El CNE pone
delante del derecho inalienable de los votantes venezolanos a
ejercer sus derecho constitucional a elegir , la aplicación
reglamentaria de la exigencia de las fe de vida. No bastan los
testigos, no bastan los rayos X, la cédula de identidad , las
huellas digitales o las pruebas de ADN. Y hablo del CNE porque
si creo que es una política definida a ejercer por sus
funcionarios, porque en todas partes del país se comportan igual
de sordos, ciegos y mudos cuando les conviene.
El señor
Guevara, funcionario del CNE, me escribió en respuesta a una
columna de hace dos semanas, donde informaba de la crueldad
aplicada sistemáticamente por el CNE y sus funcionarios a un
elector venezolano que ellos declararon muerto, de acuerdo a una
providencia llamada “ número ocho”. Ofrecía solucionar el
problema. Entre otras cosas, al ciudadano Francisco Montoya, lo
habían hecho ir una y otra vez a los centros del CNE, sin ser
atendido. Cuando lo fue, le exigieron que gestionara en tres
ocasiones distintas el documento llamado fe de vida,
haciéndole sacar fotocopias de cada intento para registrarse
y votar en diciembre de este año , asunto que me parecía
absolutamente excluyente, antidemocrático , premeditado y cruel.
Resulta que el peticionario es de la oposición. Esto, a lo
largo de dos procesos electorales. Guevara me informó en un e
mail que “el fallecido” tendría ocasión de demostrar que
existía, si le mandaba ¡¡¡¡ otra vez¡¡ los documentos que
demostraban todas las gestiones hechas para que lo reviviesen y
pudiera votar el 3 de diciembre.
En contra de
los amigos que me repiten que esta humilde gestión periodística
puede ser vista como un intento de evitar que la oposición
acuda a votar – ustedes se darán cuenta de la desproporción del
asunto - me dije como siempre, que eso me importa poco y que
es mas importante saber , por puro experimento , tensión
periodística y justicia elemental, que pasaría con una prueba:
la reacción a la petición pública de volver a la vida a
Francisco Montoya.
Me hubiera
quedado tranquila si me hubieran dicho que el CNE había
comprobado que el Montoya que escribe es una ficción , porque un
equipo se había dirigido a su casa y había encontrado que quién
escribe no es él, pruebas biológicas por delante. O que había
falsificado las fe de vida. Que se yo.
Pero no me he
equivocado y eso que les he dado mas de una semana de ventaja,
al CNE.
¿Qué pasó? El
señor Guevara, al igual que varios funcionarios del mismo team
en meses anteriores, no pudo aguantar utilizar métodos no
solamente crueles sino absurdamente burocráticos con
Francisco. Le pide de nuevo que envíe sus documentos y cuando
se lo envía, su único argumento es que la fe de vida había
“vencido”. Otra vez la maniobra de la burocracia excluyente
contra el ciudadano indefenso. Es decir ( me imagino) que
Francisco podía haber muerto inmediatamente después de enviar
la fe, que alguien la había enviado por él o que él estaba
tratando de mamarle gallo al CNE, intentando de estafarlos con
una documento falso. Les confieso que no sé cuanto tiempo dura
una fe de vida que yo saque hoy. hasta la policía se queda
tranquila cuando los secuestradores de un ciudadano envían una
foto de la víctima leyendo un periódico de un dñia cercano.
Era imposible,
me imagino, por las múltiples ocupaciones de los funcionarios
del Consejo, que un equipo corroborara in situ, si Francisco
Montoya vive o no. Podrían haberle pedido un médico prestado a
Barrio Adentro para que le tomara el pulso en un programa de
TV.
Para que tengan
el cuadro completo, les copio la carta de Francisco Montoya,
desanimado pero capaz de poner las cosas en su sitio y animarnos
en esa tarea, aparentemente inútil, de registro de la
injusticia, aunque ni a la oposición ni al gobierno le parezcan
políticamente correctas:
“Te escribo
nuevamente para informarte que las gestiones del Sr Guevara
fueron negativas: Me llamó hace unos días para informarme que le
habían dicho en el cne (con minúsculas intencionales) que la Fé
de Vida enviada por mí en el conjunto de fotocopias
solicitadas, estaba vencida y que no podían inscribirme en el
rep (con minúsculas intencionales) por haberse cerrado el
mismo. Resulta que el día 18-9-2006 entregué, en doble
ejemplar, una nueva Fé de Vida actualizada, documento que al
parecer no recibieron en el cne. El Sr Guevara (de la oficina
del Rector Vicente Díaz (con mayúsculas intencionales a pesar
de su imposibilidad de corregir los intentos de corregir las
fallas) me informó que lo más que podía hacer es recibir una
nueva Fe de Vida actualizada con la intención de incluirme en un
futuro rep, a los fines de poder ejercer mi derecho del voto en
futuras elecciones.
No me han quedado ganas
de hacerlo y, a duras penas, reúno la intencionalidad suficiente
para escribirte estas líneas de protesta. De esto se deduce que
no podré manifestar mi repudio y mi rechazo y mi no aceptación
de este régimen cubanizado que nos cierra desde ya todas las
posibilidades de recuperar nuestra querida y cuartorepublicana.
Venezuela (con la corrección correspondiente de sus fallas!)
De todos modos, recibe un cordial abrazo.
Francisco Montoya Travieso”
¿Ya se dieron
cuenta de porqué no lo inscriben en el REP ?
lucgomnt@yahoo.es