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El triunfo del
fútbol científico
por Luis DE LION
lunes, 3 julio
2006 |
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La
eliminación de todas las selecciones, no europeas, en particular
las latinoamericanas y las africanas, tanto en octavos como en
semifinales de éste mundial Alemania 2006, sirve para
recordarnos que en el fútbol; rigor, disciplina, trabajo en
equipo, previsión y estudio en profundidad del rival, componen
entre otros elementos, las bases fundamentales de un equipo
ganador.
Las selecciones argentinas, brasileñas y marfileñas, están
conformadas por individualidades de altísimo nivel, las cuales
evolucionan con gran éxito dentro del competitivo circuito
futbolístico profesional europeo. Sin embargo, resulta chocante
ver a éstas selecciones salir eliminadas, a causa de una falta
de rigor injustificable a niveles tan altos de competición.
La receta del éxito de las selecciones europeas obedece a una
suerte de desarrollo de fútbol científico, el cual consiste no
solo en el necesario perfeccionamiento físico de los
futbolistas, sino que igualmente gira en torno a una rigurosa
disciplina táctica. Un progreso vehiculado por las respectivas
federaciones nacionales de fútbol, las cuales no solo invierten
tiempo y dinero, en los miles de centros deportivos asociados,
sino que han desarrollado una medicina integral deportiva y
hasta un servicio de inteligencia deportiva.
Un ejemplo de lo primero, es el equipo de psicólogos que
acompaña a los jugadores galos, en la concentración de estos en
el castillo de Aerzen, desde donde los expertos han preparado
mentalmente a los jugadores para siete desafíos capitales. Siete
es el número de juegos que necesita Francia ganar para llegar a
la final.
De lo segundo, una muestra contundente es el trabajo de
seguimiento y análisis cualitativo y cuantitativo, del
desenvolvimiento deportivo de los potenciales rivales. Un
estricto trabajo realizado por los técnicos adscritos a la
federación germana de fútbol y cuyo fruto, pudimos distinguirlo
en la lista que portaba el guardameta Lehmann antes de detener
los tiros libres desde el punto de penalti cobrados por los
jugadores argentinos.
Elementos que en su conjunto forjan un rigor táctico,
indispensable en la alta competencia, rigidez que, a decir de
los resultados, no tuvieron en éste mundial 2006 selecciones de
alto nivel competitivo como Argentina y Brasil. Estos últimos,
de manera inexplicable descuidaron su línea defensiva; antes del
gol que los sacó del mundial, el francés Henry, se encontraba
libre de marca junto a cinco compañeros suyos en el área pequeña
de los campeones mundiales, cubierta por apenas tres brasileños.
Un descuido inexcusable, por cuanto la situación del gol, no
tuvo su origen en un relampagueante contraataque, sino que se
generó a raíz de un tiro con balón detenido ejecutado por Zidane.
De igual forma, los altos niveles de exigencia física de las
oncenas europeas, no son quebrantados por individualidad, ni
genialidad alguna. Difícilmente, alemanes, franceses e
italianos, incluirían en sus respectivas alineaciones a
jugadores con sobrepeso.
Así las cosas, éste contraste en la manera de estudiar y
ejecutar la disciplina táctica, hizo que en éste mundial
Alemania 2006, pasaran a semifinales tantos equipos europeos
como no había sucedido desde el mundial España 82.
Mientras tanto, vista la calidad técnica de los jugadores
argentinos y brasileños, entre otros, es un triste record que en
éste mundial ninguno de ellos haya ido más lejos.
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